domingo, 18 de diciembre de 2005

Constituyen el Grupo Nacional de Filatelia Martiana

Por: Lucía C. Sanz Araujo

18 de Diciembre, 2005

La Habana.-"No podíamos dejar que concluyera el año del 110 aniversario de la caída en combate de José Martí sin dejar constituido el Grupo Nacional de Filatelia Martiana", declaró a Radio Rebelde, Joaquín Mestre Jordi, vicepresidente de la Federación Filatélica Cubana.

Según expresó el directivo, los principales objetivos de esta formación son divulgar a través de la Filatelia la vida, obra y pensamiento universal del Héroe Nacional de la mayor de las Antillas; promover el coleccionismo filatélico de los sellos y efectos postales relativos a su figura, así como desarrollar actividades en las que participen todos los interesados en este tema que cada día gana adeptos.

"El Grupo pretende integrar la Sociedad Cultural José Martí y estrechar relaciones de trabajo y cooperación con la Oficina Nacional del Programa Martiano y su estructura estará acorde con lo previsto por los estatutos de la Sociedad", precisó Mestre Jordi.

Asimismo, manifestó que la idea de retomar y desarrollar un grupo de esta clase, incluso aún mayor que el existente en la Isla en la década del 80, era en la actualidad uno de los propósitos fundamentales de la Federación Filatélica Cubana.

"Es por ello que a lo largo del actual año hemos desarrollado una serie de actividades previas entre las cuales se hallan la realización de tres cancelaciones especiales con motivo de diferentes efemérides relacionadas con la vida del Apóstol, la exhibición de una docena de colecciones en el Memorial José Martí, en La Habana y la confección de un catálogo de sellos sobre José Martí, que incluye no solo los realizados en Cuba, sino en otras partes del mundo".

Por último, Joaquín Mestre puntualizó que para el próximo bienio se han propuesto desplegar un amplio plan de trabajo que abarca, entre otros, concursos, exposiciones, conferencias, conversatorios, la confección anual de cancelaciones especiales que se harán llegar a todos los miembros, y la elaboración de un álbum con todas las emisiones postales referidas a José Martí.

Fuente: Radio Rebelde

miércoles, 12 de octubre de 2005

Un acto contra la desmemoria.

'Historia de la masonería cubana. Seis ensayos': El historiador Eduardo Torres-Cuevas sondea en su nuevo libro una zona vacía de la historiografía oficial.

por JAIRO RíOS, La Habana

Ha pasado ya un año desde que saliera a la venta el libro Historia de la masonería cubana. Seis ensayos. Descontando los silencios promocionales y de la crítica, sin los chovinismos y acercamientos simplistas que imponen las fatuidades de los días de feria en La Cabaña, deberá recordarse que el doctor Eduardo Torres-Cuevas ha puesto ante nuestros ojos una joya: la de una discreción nacional de más de dos siglos.

Este volumen, publicado en La Habana por la Editorial Imagen Contemporánea en el año 2004, contribuye realmente a llenar un vacío tenaz —perdón por la frase hecha—, que se cierne sobre esa zona de la historia cubana. Con estos ensayos, Torres-Cuevas sondea un tramo difícil de uno de los pocos espacios institucionales que han salido, si no ileso, al menos con más dignidad y soltura en la endemoniada barrida del régimen contra el pensamiento libre y la libertad de reunión. [Continúa]

domingo, 2 de octubre de 2005

La cultura árabe en la obra de José Martí.

Por Roberto Salomón /(Prensa Latina) / 30-09-2005

No pocos estudiosos de la obra literaria del prócer independentista cubano José Martí coinciden hoy en que ella estaría incompleta si se le extirparan sus escritos y poemas dedicados a los pueblos árabes.

Al menos este es el parecer del director de la Casa de los Árabes del Museo de la Ciudad (de La Habana), Rigoberto Menéndez, quien considera que ningún nacido en esta isla, contemporáneo del insigne patriota, supo definir como él, con la fuerza erudita con que lo hizo, el carácter, la religiosidad y la historia de los pueblos del Medio Oriente.

En efecto, el hombre que escogió un nombre de esa lengua para su primer drama, Abdala, fue el mismo que años más tarde reflejó en sus Versos Sencillos la impronta de esa cultura en España, al decir: "Amo la tierra florida / musulmana y española / donde rompió la corola / la poca flor de mi vida.

En Abdala, el extraordinario intelectual revolucionario representa a Cuba mediante una tierra moruna, Núbia, y son árabes sus protagonistas:
"El amor madre a la Patria / No es el amor ridículo a la tierra / Ni a la hierba que pisan nuestras plantas. / Es el odio invencible a quien la oprime, / Es el rencor eterno a quien la ataca".

A juicio de Menéndez, gracias a su sensibilidad humana, Martí despertó también en los niños el interés de admirar las poblaciones de la civilización árabe-musulmana.

Por ejemplo, en La Edad de Oro, considerado uno de los mejores libros en el mundo dedicados a la infancia, aparecen numerosas referencias a elementos de la cultura árabe.

En uno de los artículos de esa obra, denominado La Exposición de París, el destacado intelectual revolucionario describe: "Al árabe que corre a caballo disparando la espingarda por la calle de dátiles con el albornoz blanco".

La impresión que causó en el Apóstol la cultura de los pueblos del Medio Oriente también se aprecia en su poema Árabe: "Sin pompa ¡oh árabe, saludo! / Tu libertad, tu tienda y tu caballo / De la tierra, tal miro en la memoria / Mis instantes felices: sólo han sido / Aquellos en que, a solas, a caballo / Y al volver como tú fiero y dichoso / Salté las bridas y apuré sediento / Una escudilla de fragante leche".

Entre otras composiciones poéticas evocadoras de lo árabe sobresale Haschisch, acaso la pieza lírica más amorosa del Apóstol.

Bastaría leer varios de los más de 160 versos de esa obra para constatar su profundo respeto y admiración por esa raza, y el encanto que produjo en Martí la mujer árabe:

Arabia:- Tierra altiva / Sólo del sol y del harén cautiva. / Cuando la infame tierra abre su seno / Al árabe, engendrado / De ardiente arena y sol enamorado, / Y el seno, de miserias viles lleno, / Fango sangriento al árabe ha mostrado, / Lo eterno anhela, el árabe suspira, / Los ojos cierra a la verdad, y llora / Dulce llanto de amor a la mentira, / Y el alma ardiente de la tierra mora".

"¡Amor de mujer árabe!- / La ardiente sed del mismo Don Juan se apagaría / En un árabe amor, en una frente / De que el negro cabello se desvía, / ¡Como que ansia de amor eterno siente, / Y a saciarnos de amor nos desafía / ¡Oh! si mis labios pálidos rozara / una arábiga boca, donde arde / cuando se imprime, el fuego del Sahara, / mientras no es ido, el fuego de la tarde".

Entre otros poemas no menos conocidos y populares figura La perla de la mora o Agar y la perla. En sus escritos sobre los poetas españoles contemporáneos, el insigne patriota consigna acerca de una de las características de los árabes, su vinculación con el caballo:

"Un árabe reconocerá su corcel aunque le cambien la silla y le cubran con paramentos de oro".

"¡...infeliz el viejo que no ha cumplido el precepto del árabe: Este hombre no ha hecho un libro, no ha plantado un árbol, no ha creado un hijo", consigna en otro de sus escritos.

Martí llamó a los árabes, prudentes, amorosas y desinteresadas criaturas que "sin escarmentar por la derrota o amilanarse ante el número, defienden la tierra patria en la esperanza en Alah, en cada mano una lanza y una pistola entre los dientes".

A juicio del profesor José Cantón Navarro, quien investiga el interés de Martí por el mundo árabe, las frases del Maestro relacionadas con esa temática no son ocasionales, sino entrañan un conocimiento sólido de esos pueblos y una innegable simpatía por ellos.

Virtualmente en cada uno de los 28 volúmenes de sus obras completas abundan páginas dedicadas a aspectos árabes, escritos desde su época de estudiante hasta aquella en que prepara e inicia la guerra necesaria, sostiene Cantón.

De 1875 a 1895, no hay un año en que olvide esa temática, pero los que acumulan un mayor número de crónicas, informes y referencias de temas arábigos son 1881, 1882 y 1889, explica el profesor en su ensayo Los pueblos árabes en la pupila de Martí.

Aborda el destacado intelectual en su extensa obra las más relevantes facetas de la vida de los pueblos árabes, su ancestral cultura y proverbial sabiduría, su historia y costumbres, sus mitos y leyendas, sus virtudes e ideales, sus héroes, tierras, hombres y mujeres.

Mención aparte dedica Cantón al libro de versos Ismaelillo, que Martí escribe a su hijo y evoca a Ismael, descendiente de Abraham y de Agar, a quien la leyenda bíblica señala como padre de la raza árabe.

El Maestro fue, además, el cronista cubano de una revuelta egipcia, la Rebelión de los coroneles, en 1881, considerada una suerte de levantamiento antieuropeo contra los intentos de tutelaje de Inglaterra.

En esta escena, el discurso arabista de Martí se manifiesta como una solidaridad interiorizada con un movimiento antibritánico y frente a todo lo occidentalizante.

Su franco anticolonialismo y admiración por el espíritu de lucha de los árabes se observa, además, cuando escribe sobre ese hecho histórico:

"El ancla británica quiere clavarse en los hijares del caballo egipcio: El Korán va librar la batalla al libro mayor: el espíritu de comercio intenta ahogar el espíritu de independencia: el hijo generoso del desierto muerde el látigo y quiebra la mano del hijo egoísta del Viejo Continente".

martes, 20 de septiembre de 2005

Nunca extranjero.

Miralys Sánchez Pupo. Colaboradora de Rebelde.

Septiembre 20 del 2005

A inicios del año 1875 José Martí llegó a México tras sus años de destierro en Europa. Va al encuentro con su familia ya radicada en ese país, para dar una solución a la reunificación con el hijo rebelde que no puede regresar al suelo natal por disposiciones de las autoridades españolas y va a vivir en la casa de un amigo de su padre en la calle de la Moneda.

El periodismo martiano emergió en su etapa mexicana luego de su encuentro con la hermana nación desde Veracruz. No tardó en encontrar en la capital la mano amiga de Manuel Mercado, quien lo llevó hasta el cubano Pedro Santacilia y se le facilitó entrar en el círculo literario de las publicaciones de la época para satisfacción de sus inquietudes literarias además de las materiales para sobrevivir.

La juventud del Maestro llena de preocupaciones políticas abrazó la historia del país que lo recibió. Allí se encontró con nuevos amigos como Manuel Gutiérrez Nájera, Juan de Dios Peza, Carlos Días Duffo, Justo Sierra y el pintor Manuel Ocaranza entre los que la mutua admiración fue testigo de su laboriosa iniciación periodística de quien demostró con creces su capacidad para trabajos de fondo de cualquier tema por su amplia cultura.

Las páginas de la Revista Universal, fue testigo de sus Boletines bajo el pseudónimo de Orestes, desde donde mostró a través del cause que le ofreció el periodismo sus tempranas aspiraciones americanistas y presenta proféticas palabras sobre el futuro al que dedicó todo el bregar de su vida por la unidad de los pueblos del continente.

Los lectores conocieron que el autor de los Boletines definió con claridad los criterios de su corazón en suelo azteca. Explicar a ellos ese sentimiento con sus propias palabras al asegurar que es un “no nacido” en México, pero nunca extranjero. Y en medio de hermosas frases hacia la patria de Benito Juárez afirmó “En México vivir no es pena”.

La amistad con Mercado, el amigo de su padre, se convirtió en el encuentro con el hermano que no tuvo y se convirtió en el discreto confidente de sus aspiraciones pro el futuro de su patria y de la América para evadir las apetencias norteamericanas sobre las tierras del sur.

Por eso ante “mi amigo nobilísimo” como muchas veces llamó en una amplia correspondencia que tuvo hasta el final de su vida aseguró “usted tiene el derecho a saber todo lo mío” como un agradecimiento por el afecto que encontró en él y su familia mexicana.

En una de sus cartas fechada en Veracruz, el Maestro afirmó “… yo pienso ahora en el cariño que le tengo, en como quiero a sus hijos, en las admirables virtudes de Lola* y en la vasta nobleza de su espíritu”

(*) Esposa de Manuel Mercado.

domingo, 28 de agosto de 2005

Catedrático cubano disertó sobre José Martí.

En el marco de la exposición "Nuestra Banda culta y literaria."

El disertante, Andrés Lorca Bombino, explicó que «el objetivo es conversar con los bandeños sobre los aspectos de la vida y comparar las cultura cubana y argentina».

El viernes se realizó la disertación sobre «José Martí a la luz de nuestra América», a cargo del licenciado en Educación, Andrés Lora Bombino.

El encuentro cultural se realizó en la sede del Concejo Deliberante en el marco de la exposición de libros «Nuestra Banda culta y literaria».

Durante la disertación, que contó con una importante cantidad de público, el expositor cubano expresó: «Tratamos de insistir en el papel de José Martí, para unir voluntades y criterios en el marco de la América nuestra». «El objetivo es conversar con los bandeños sobre los aspectos de la vida y comparar las cultura cubana y argentina».

El disertante, actual catedrático de la universidad Central Marta Abreu de Santa Clara, Cuba, ya había realizado una conferencia en la escuela Normal José Benjamín Gorostiaga, donde alumnos del Polimodal pudieron conocer sobre la cultura y tradición latinoamericana.

Por otra parte, ayer comenzó el dictado del curso «Identidad cultural latinoamericana, una necesidad ante el proceso globalizador», que continuará mañana en la biblioteca Alberdi desde las 16 y está destinado a todo el público.

sábado, 20 de agosto de 2005

José Martí: una vida al servicio de la Patria.


Por Yolanda Díaz Martínez, Especialista del Instituto de Historia de Cuba. Especial para la AIN

José Martí¡Ya nos falta el mejor de los compañeros y el alma podemos decir del levantamiento...! Con estas frases recogía el general Máximo Gómez en su Diario de campaña el significado de la muerte de José Martí el 19 de mayo de 1895.

Ellas resumen el reconocimiento a quien, sacrificándolo todo, se puso al servicio de la patria organizando el nuevo proceso emancipador.

La prédica de José Martí en territorio norteamericano resultó eslabón fundamental en el proceso iniciado el 24 de febrero de 1895.

Lograr la necesaria unidad entre los combatientes de contiendas anteriores, así como también hacer renacer la confianza en quienes desalentados por fracasos anteriores se sentían escépticos, fueron centro de sus más encendidos discursos en esa etapa previa a la guerra.

Por otra parte, era necesario allegar fondos e incorporar a quienes él mismo llamó "los pinos nuevos" a la lucha que pronto se reiniciaría.

Fueron todos estos elementos los que hicieron a muchos reconocer la importante labor de Martí, y aunque una buena parte de quienes combatían como simples soldados aún no habían podido aquilatar toda su personalidad, los más cercanos entendieron lo sensible de su desaparición.

Como la mayor parte de los oficiales que lideraron aquella guerra, también él se encontraba fuera cuando se produce el inicio de la contienda y acompañado de Máximo Gómez arribó a territorio cubano por la zona de Playitas. Después de mucho tiempo volvía a pisar su amado suelo.

Quizá la mejor forma de ilustrar aquel momento lo expresan las palabras que en su Diario escribió: "Rumbo al abra. La luna asoma, roja, bajo una nube. Arribamos a una playa de piedras. La Playita (al pie de Cajobabo). Me quedo en el bote el último vaciándolo. Salto. Dicha grande". Durante todo el tiempo que medio desde su desembarco hasta el momento de la caída, estuvo junto a las fuerzas del general Gómez, que se movían por la zona oriental.

Poco sabía del arte de guerrear, aunque sí de guerras, pues pacientemente había estudiado los principales acontecimientos bélicos sucedidos en territorio norteamericano y en particular las memorias de Ulises Grant.

Eran momentos en que se elaboraba la futura estrategia de guerra; se produce el primer encuentro de los grandes jefes en La Mejorana, polémica reunión que hace al Apóstol comprender el temple y carácter de Maceo, pero también su nobleza, al ofrecerle, al siguiente día de la cita a pasar revista junto a Gómez a todas las tropas formadas.

Ya había sido nombrado Martí Mayor General del Ejército Libertador de Cuba, también está consciente de la importante misión que le ha tocado cuando le escribe a Manuel Mercado, carta dejada inconclusa.

La mañana del 19 de mayo se producía una cruenta acción entre las fuerzas lideradas por Gómez con una columna española de más de 800 efectivos, aunque ordena al Maestro quedar junto a Ángel de la Guardia, aquel no obedece y deseoso de entrar en acción muy pronto cae abatido por las balas.

Agobiado por la pena se retira Gómez por la pérdida sensible del patriota, del compañero, del amigo... Son las cosas de la guerra dirá después: "(...) al lado de un instante de ligero placer, aparece otro de amarguísimo dolor".

miércoles, 17 de agosto de 2005

El álbum de Clemencia.

Autor: IRAIDA CALZADILLA RODRÍGUEZ

Antonio Álvarez Pitaluga quiere aparentar no darse cuenta de que ha puesto en mis manos una pieza invaluable. Prácticamente un tesoro. Lo sabe y lo sé: la "carnada" será recibida con tremendísimo gusto, en deleite. El álbum de autógrafos de Clemencia Gómez Toro ha sido poco divulgado y solo publicado íntegramente en 1995, en el número 110 de la revista Islas, de la Universidad Central de Las Villas, que ahora muestra. Pedro Máximo Vargas Gómez, el sobrino venido de la hermana Margarita, rompió esa vez las ataduras de guardián de reliquias familiares y permitió la edición.

Antes solo se conocían referencias, sobre todo la del artículo "El álbum de Clemencia Gómez" que le dedicó José Martí en Patria, el 29 de abril de 1893, comenta el profesor de la Facultad de Historia de la Universidad de La Habana, galardonado este año con el Premio Joven Ciencia, que otorga la Academia de Ciencias de Cuba.

Repaso con seducción las 18 páginas en las que la revista sintetiza un álbum que, regalado por Gómez, transita desde 1885 cuando Clemencia aún no había cumplido los 12 años y en Nueva Orleans sus padres abren las hojas de recuerdos el 28 de enero; hasta la última firma, la del Capitán del Ejército Libertador Rafael Betancourt y Manduley, en La Habana del 24 de marzo de 1903, todavía ella una joven mujer.

Hay comentarios largos y cortos sobre diversos temas, y muchos consejos. También, variedad de firmas: de hombres y mujeres importantes del independentismo cubano, otras solo identificadas en el seno familiar, de jóvenes, adultos y viejos, en una amalgama que incluye a José Martí, Antonio Maceo, Serafín Sánchez y su esposa Josefa Pina, Eusebio Hernández, María de Jesús y Regina Gómez, y Max, Panchito y Urbano Toro. Hay rúbricas de desconocidos como las de Rafaela Hernández, Franco Barroso, y alguien que debió ser de muy íntimo afecto, pues solo dejó un lacónico Emelia.

"El que ha andado la vida, y visto reyes, sabe que no hay palacio como la casa de familia donde se desdeña la pompa impura, y resplandecen los ojos como para que se vea crecer el universo cuando se habla de libertad y de virtud", José Martí; "Hoy es el aniversario de uno de los días, sino el más, glorioso que registran las páginas de la historia de nuestra patria ¡Cuba!" (sic), Max Gómez, 10 de octubre; "...que tu hermosa y desventurada Patria que es la mía, en breve plazo, nos cobije, á ti y á nosotros todos, con su glorioso y libre manto de la estrella solitaria" (sic), Serafín Sánchez.

"Este es un álbum que va a develar un mundo exterior, pues no solo colecciona firmas, sino que recoge opiniones, sentimientos, consejos. Cuando uno lo abre y repasa tiene la posibilidad de conocer no un periodo de vida, no la intimidad de una mujer, sino la época de una generación que está amarrada al nudo de la independencia cubana y todos los que la integran, sean viejos o jóvenes, mujeres y hombres, van a halar para ceñirlo más".

Así resume Álvarez Pitaluga un documento en el que diferentes personas, entre las que pueden mediar hasta unos 20 ó 30 años, se expresan sobre lo que para ellas constituye el problema capital, que no es más que la libertad de Cuba, un colofón primario en sus vidas.

"Que seres de tan diversas edades escriban sobre cuestiones coincidentes como la Patria, la independencia, el amor, la lealtad, el respeto a los padres y a los héroes, da la medida de cómo se plantean un mismo fenómeno desde diferentes puntos de vista.

Recordemos, además, que el promedio de vida en los finales del siglo XIX y principios del XX era de apenas 43 años; y también, que el enfoque de la independencia en una mujer era diferente al del hombre, por los roles sociales de la época. Por tanto, creo que el álbum está conformado por un grupo de reflexiones que se van convirtiendo en pilares, como un puente que crece en su base y asienta una estructura que nos posibilita atravesarlo y develar desde otra perspectiva el mundo de la Independencia."


He ahí, entonces, que el álbum se constituya en visión microhistórica, un pequeño mapa de la sociedad cubana que apoyó la lucha anticolonial, y sus diferentes enfoques, pero todos confluyentes en la defensa del independentismo, la expulsión de España de la Isla y la voluntad de parir una revolución.

Álvarez Pitaluga ofrece también otra percepción del documento. Cree que es selectivo, que no todo el mundo firma, que no cualquiera deposita allí sus sentimientos o sus consejos para una Clemencia primera hija sobreviviente que rompe con las defunciones en la manigua, bautizada por Calixto García y su tía Regina Gómez, y ser humano que abrazó la causa del independentismo de manera fervorosa desde los días de la Guerra Grande.

"Es una mujer dolida en el plano físico, enfermiza, que venera al padre y a la madre. Un disgusto que sufran ellos, lo padece Clemencia. A través de esa hija puede conocerse el pulso de la casa, es la primogénita, y hay que ganársela y buscar su simpatía como pase de entrada a la familia. Es tanta su ascendencia que se habla, incluso, de una posible expedición hacia Cuba en la que estaba enrolada. Hubiera sido algo insólito una mujer expedicionaria, cuestión que solo quedó en el nivel de intenciones entre ella y Gómez. Estas especulaciones y construcción histórica se basan en la escritura."

La mixtura de apuntes nos devela a una Clemencia "amante y obediente hija, cariñosa hermana y fiel amiga", como la calificara María B. de Masó; y una nota reveladora de su carácter también la ofrece Concepción H., viuda de Barnet, cuando registra: "Siempre te he comparado con la Violeta, esa modestísima flor que se esconde dentro del follaje, y que sin embargo la descubrimos por su embriagador perfume".

Esa es la cubana que sin proponérselo legó a su pueblo un documento de inestimable valía patriótica para todos los tiempos. Luis Lamarque, al referirse a una familia imprescindible del independentismo cubano, dejó escrito en el álbum: "... hogar que ud mi estimable Clemencia hace resplandecer con el brillo de su modestia, de su virtud, de su discreción y de sus pensamientos sanos, serenos, sinceros y santos (...) Una hija de tanto valer necesitaba tener un padre como Máximo Gómez cuyo nombre completa la trinidad más grande de los héroes americanos". (sic)
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Fuente: Granma, 17/08/05

Baúl de sagrados recuerdos.

Miralys Sánchez Pupo,
Colaboradora de Rebelde
Agosto 16 del 2005

En la librería propiedad de un cubano en el centro de Brodway, en New York, muchos intelectuales cubanos y latinoamericanos encontraron múltiples curiosidades para satisfacer sus conocimientos. Pues además de libros por doquier contenía un importante fondo de valiosos documentos históricos, que según Blanche Zacharie de Balart, en su libro El Martí que yo conocí, atraparon entre otros asiduos al establecimiento el interés del Maestro.

Desde la adolescencia José Martí, sintió especial predilección por la significación de la Guerra de los Diez Años, y aspiró a convertirse algún día en el cronista de tan hermosa epopeya. Al conocer a Néstor Ponce de León en 1873, cuando el joven publicó en Madrid su folleto La república española ante la revolución cubana, nació una mutua amistad cuyo reencuentro en Estados Unidos se hizo más intenso por la coincidencia de sus aspiraciones en relación con Cuba.

Ponce de León había aprendido a editar libros que fue el camino que lo llevó a su comercio en las calles Obispo y OReilly. Aceptó ser del director de El País, pero cayó en la óptica española como infidente y logró huir a Estados Unidos en 1869. El también abogado abrió su bufete en New York, formó parte de la Junta Central Revolucionaria además de dirigir el periódico La Revolución, órgano de la misma, para demostrar su amplia capacidad para asumir desde distintos frentes la defensa de sus ideales patrióticos.

La librería de Ponce de León fue centro de reunión de los emigrados que llegaban a Estados Unidos para apoyar la revolución y un importante centro de información de cuanto sucedía en las batallas de la manigua por la independencia. Desde 1867 se dio a la tarea de colocar su buena documentación en función de esclarecer las falsedades de la prensa española sobre los sucesos de la Isla y a partir de 1870 inició su diario personal que tituló Noticias confidenciales, donde demostró el acecho de la agencia Pinkerton ante los patriotas cubanos.

En el periódico Patria, el 10 de abril de 1892, Martí escribió “Ni habría Patria podido ver por sí como quería los documentos de entonces- la entrega del gobierno provisional, la alocución de Quesada, la nota de Céspedes al representante de Estados Unidos- si no hubiese franqueado los cartones milagrosos de su librería el cubano que todo lo tiene, que es Néstor Ponce de León. ¡Cuánto tesoro en aquellos estantes y que envidia, para cuando esté hecho lo que tenemos que hacer y pueda uno ponerse a revolver papeles viejos!”.

La verdad de la patria estaba en los documentos que atesoraban las manos cuidadosas de Ponce de León, quien quiso desde 1863 empezar a escribir la verdadera historia de Cuba por eso Martí llenó de encomio su valiosa obra que le permitía en medio de sus estantes informarse de tanta luz para continuar el combate definitivo. Al regresar a Cuba el patriota cubano en 1898 trajo importantes documentos que en nuestros días forman parte de los fondos patrimoniales de la Biblioteca Nacional de Cuba José Martí.

El médico cubano de Cabo Haitiano.

Miralys Sánchez Pupo
Colaboradora de Rebelde,
Agosto 16 del 2005

El doctor Ulpinao Dellundé del Prado, nació en Jiguaní, Bayamo en 1847 y murió en Santiago de Cuba el 17 de enero de 1906. El traje que vestía José Martí, cuando desembarcó en Playitas de Cajobabo y que llevaba en su trágica caída en Dos Ríos el 19 de mayo de 1895, se lo había cedido Dellundé al Maestro al abandonar la tierra de Santo Domingo para reiniciar la guerra necesaria por la independencia.

La historia es hermosa, pero muy poco se conoce del valioso aporte de ese cubano en el momento preciso en que todos los enemigos de Cuba perseguían al Maestro para evitar su llegada a la Isla y como con especial habilidad le ayudó a realizar con menos contratiempos, la magna aspiración que lo llevó a ese punto de la geografía.

Dellendé estudió medicina en Barcelona y al terminar la Guerra de los Diez Años regresó a Santiago de Cuba, donde se casó en segundas nupcias con la puertorriqueña Dolores Arán y fue a residir a Santo Domingo al ser descendientes de patriotas dominicanos que estuvieron al servicio de Cuba. Allá fue recomendado por Ramón Emeterio Betances al general Luperón y fue designado médico sanitario en Puerto Plata y luego de un largo periplo se trasladó a Puerto Haitiano.

José Martí conoció a Dellundé a través de Máximo Gómez y en uno ejemplar de su libro Versos sencillos, le dedicó una versificación para él. La primera vez que el Maestro fue a Cabo Haitiano, el 9 de septiembre de 1892, se alojó en la rue Vaudreil número 33, casa del médico cubano, donde fue atendido por Lola y sus hijas con mucha exquisitez. Y reciprocó tal gentileza enviándoles una carta con obsequios para las niñas.

En el diario martiano de Montecristi a Cabo Haitiano, el Maestro precisó el 2 de marzo de 1895, “…entro en la arena salina, en Cabo Haitiano. Echo pie a tierra delante de la puerta generosa de Ulpiano Dellundé” Diez días después permanece allí escondido y cuando se acerca el momento de poner el pie en el estribo de la lucha, un espía reconoció a Gómez y Dellundé maniobró de inmediato, envía al General Marcos del Rosario, Paquito Borrego y Ángel Guerra a casa de Agripino Lambert y a César Salas al Continental de Canavallo, el único hotel del lugar.

Un aviso sobre la presencia de los cubanos llegó por vía telegráfica a manos del cubano José Arán, que habían sido esclavo de la mujer de Dellundé y éste lo retuvo. Al ser preguntado por la presencia de los cubanos explicó a Frank Dutton, vicecónsul de España: “Al amigo Frank, le diría que sí; pero al vicecónsul de España le digo que anoche el doctor Dellundé les proporcionó dos magníficos caballos en los cuales, a estas horas, habrán pasado lo frontera” Y con inteligencia no declaró la ruta marítima que ya seguían Martí y Gómez rumbo a Cuba.

La dedicatoria de Martí a Dellundé en el ejemplar de los Versos sencillos muestras la visión del héroe cuando le aseguró “No hay pena cual la de amar/ A un pueblo solo y cautivo/ Que vive clavado vivo, / A lo lejos de la mar:¡Ni sé de alivio mayor/ Al corazón que me abrasa,/ Que el sol y el café de la casa / De la amistad y el amor!”

lunes, 15 de agosto de 2005

Inauguran en setiembre exposición sobre José Martí en Caracas.

Caracas, 14 Ago. ABN

La exposición sobre la vida y obra de José Martí prevista para el próximo mes de septiembre con motivo de los 110 años del nacimiento del escritor y prócer cubano, será uno de los acontecimientos más importantes de la cultura venezolana de este año, afirmó el director ejecutivo de la Casa de Nuestra América José Martí, Sergio Briceño.

Ubicada en el bulevar Panteón de Caracas, entre las esquinas de Veroes y Jesuítas, esta nueva institución cultural venezolana tiene asiento en la casa donde funcionó el Colegio Santa María, en el que dio clases el escritor y apóstol de la independencia cubana José Martí (1853-1895) durante los seis meses que vivió en Caracas en 1881.

En el marco del convenio cultural Cuba- Venezuela, el arquitecto José Linares y el escritor e investigador Pedro Pablo Rodríguez, ambos de nacionalidad cubana, se encuentran en Venezuela para impulsar y desarrollar distintas actividades en la casa Nuestra América José Martí.

“La casa tiene entre sus metas inaugurar la exposición, para eso se buscó el arquitecto con más experiencia sobre el tema en el mundo, que es el arquitecto Linares”, enfatizó Briceño. En cuanto a Rodríguez, explicó que es la autoridad máxima desde el punto de vista intelectual que hay en Cuba sobre José Martí.

Rodríguez explicó que se está estudiando la posibilidad de hacer tres colecciones en el sello editorial. Una de ellas se llamaría “Estudios”, y estaría dedicada a estudios sobre temas de actualidad, enfocados en una perspectiva bolivariana y martiana. La segunda colección se llamaría “Próceres”, y estaría conformada por compilaciones de trabajos sobre próceres americanos.

martes, 2 de agosto de 2005

La amnesia es pura.

Martí muerto y resucitado: ¿Es mejor el olvido que la memoria forzada y la evocación con yugo?

por RAúL RIVERO, La Habana

Un hombre que acaba de cumplir l52 años y lleva muerto más de un siglo tiene derecho a un poco de sosiego.

Como fue en su vida pobre, batallador, complejo, melancólico, triste y poeta, lo que podía reclamar allá en el infinito, cuando las fechas dan campanazos a sus deudores, es una rosa blanca y una voz cálida y mesurada que diga hacia la noche —su otra patria— ciertos poemas. Nunca sabremos cuáles.

¿Le complacería, a un ser humano que le complacía el arroyo de la sierra, ver a tantos pícaros escarbar en sus libros, vivaquear en sus ideas y sacarlo luego como un gallo de pelea a desangrarse en reyertas particulares y estériles?

Parece que no. Lo que dejó escrito, con sus polémicas y encontronazos, lo muestran enérgico y firme en sus convicciones, pero nunca inflexible. Enseña a un hombre convencido de sus ideas, pero no intolerante. Muestra a las claras a alguien con una vocación de comunicación, un promotor de la fraternidad y del debate constructivo, no a un llavero, no a un cerrador profesional de puertas y ventanas.

¿Le agradaría al hombre de una única levita negra, de zapatos estrábicos, frugal en las comidas y en los vinos, parco en oros y monedas, presenciar a grupos de sus compatriotas saquearlo para defender el poder y los lujos?

No. Él, que olvidó en la casa de unos amigos en Nueva York el abrigo de su último invierno. Él, que solía dejar a su barbero con las húmedas manos extendidas y contaba con celo de banquero cada peso de la guerra, del periódico Patria y de la libertad. No, él no.

Esas conmemoraciones planeadas, utilitarias, consiguen siempre deformar y oscurecer. Ofrecen una visión parcial y tendenciosa del recordado y los hace parecerse a los organizadores, siempre con sus caras de inocentes y encendidos patriotas en las tribunas, los podios, los altares.

Mejor que la memoria forzada y la evocación con yugo, es el olvido. Es más pura la amnesia que el recuerdo egoísta.

Que lo evoquen entonces sus ya lejanos descendientes en el rumor de las cartas íntimas y en los dolores familiares. Que lo convoquen, en silencio, los que lo reconocen por sus distancias y sus fracasos, por los abandonos y los sufrimientos de hombre común, por las frases de amor que dijo en el ámbito de sus casas soñadas.

Ha pasado otro año y José Martí muere y resucita en Dos Ríos todos los días a beneficio de los operadores de una sombría máquina del tiempo. Lo que soy yo, pido perdón por esta incursión a su inmortalidad y reclamo armonía y paz para su alma.

jueves, 28 de julio de 2005

Conferencia Internacional "CON TODOS Y PARA EL BIEN DE TODOS"

Por: Mercedes Santos Moray

28 de Julio, 2005

La Habana.- En el próximo mes de octubre se realizará en la capital cubana la Conferencia Internacional Con todos y para el bien de todos, auspiciada por el Proyecto José Martí de Solidaridad Mundial, en cuyo consejo participan destacadas personalidades del orbe, entre las cuales se encuentran el Premio Nobel Gabriel García Márquez, la señora Danielle Mitterand, el expresidente de Costa Rica Rodrigo Carazo, los escritores latinoamericanos Mario Benedetti, Ernesto Cardenal, Jorge Enrique Adoum, el cineasta Edmundo Aray y el historiador Paul Estrade, entre otros.

Este evento continúa la obra iniciada en la Conferencia Internacional Por el equilibrio del mundo, realizada igualmente en la ciudad de La Habana, en ocasión del 150 aniversario del natalicio del Apóstol de la independencia cubana, José Martí, así como el encuentro realizado en el pasado año que vinculaba la obra del mayor de los intelectuales y creadores cubanos con el universo de la naturaleza.

Armando Hart Dávalos, director de la Oficina del Programa Martiano, destacaba en la convocatoria de la conferencia, el sentido de la armonía como una búsqueda imprescindible en las complejidades y crisis del mundo de hoy, y puntualizaba asimismo, desde el ideario de Martí, en la necesidad de llegar, con ese mensaje de amor y de solidaridad humanos a la sociedad norteamericana.

Y es que José Martí, quien vivió sus tres últimos lustros, en el proceso mismo de su crecimiento espiritual y moral, en los Estados Unidos, cobra màxima vigencia en nuestros días porque lo que está en juego es el destino de la especie humana, con el urgente apelativo de superar cuanto nos divide y de encontrar cuanto posibilita el diálogo: "hay que armonizar al mundo para salvar al mundo".

Instituciones culturales y científicas, el mundo académico, la participación de intelectuales de diversas especialidades en un encuentro plural subraya también, desde el poder de convocatoria del pensamiento martiano, la necesidad, para la Humanidad, de llegar a la sociedad norteamericana y de integrarla a ese intercambio.

En pos de esa conciencia universal, desde el conocimiento de la realidad social y cultural de América Latina y el Caribe se debe llegar al contexto norteamericano, y desde esa potencial riqueza de ideas avanzar también al encuentro del mundo, superando todo cuanto nos separe, desde la propia sustancia ética de la Humanidad, porque no es la suerte de un país, de un partido la que está en juego, sino el destino, desde el presente y hasta el futuro del mundo.

Fuente: Trabajadores Digital