lunes, 16 de octubre de 2006

Siempre nuestro Martí.

Angelita Soto Cobián,
Periodista de Rebelde
Octubre 16 del 2006, 9:30am

Le tomo algunos datos a mi admirado colega y amigo Luis Hernández Serrano para informarles que la almohadilla de olor que la célebre "niña de Guatemala" regaló a nuestro José Marti hace 129 años fue situada junto al buró y la silla donde el Apóstol de Cuba firmó la orden de alzamiento el 24 de febrero de 1895, que atesora la Fragua Martiana, en la capital cubana.

Según informó el profesor y museólogo Regino Sánchez Landrián, "aunque todas las reliquias del Apóstol poseen ternura, ésta es la más tierna". También destacó el hecho de que este recuerdo se haya conservado durante tantos años.

La almohadilla es rectangular, mide 37,5 centímetros de largo, 25 de ancho, tres de grosor y pesa alrededor de una libra. Un cordón dorado cierra sus contornos y termina en cuatro lazos. Su tela, lanca y rosada, está bordada con ramas y flores.

Según se ha investigado, fue obsequiada al Apóstol José Marti en noviembre de 1877, por María Josefa García Granados Savorio, hija del ex presidente de Guatemala, General Miguel García Granados, español, y de la guatemalteca Cristina Savorio García. La muchacha, de 17 años, era alumna de las clases de composición impartidas por Martí, con 24, en la Academia de Niñas de Centroamérica. ¡Qué hermosos datos, qué tesoro podemos disfrutar en la Fragua Martiana!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Dicen que la almohadilla la regaló María Josefa García Granados, sin embargo ella murió en 1848 y era hermana y no hija de Miguel García Granados. Era la famosa poeta Pepita. Quien hizo el regalo fue la niña de Guatemala, María Garcia Granados (¿sin el Josefa?), que era hija de Miguel con Cristina (hija de María Josefa. Es decir, esposa y sobrina a la vez). Qué lio de familia, pero creo que es así. Saludos