miércoles, 27 de diciembre de 2006

Aquella Nochebuena trunca de José Martí.

Año 627/12/2006

Autor: VÍCTOR JOAQUÍN ORTEGA

Nueva York. Diciembre 24 de 1887. José Martí pasará la Nochebuena en casa de un matrimonio amigo: Miguel Fernández Céspedes y Ángela del Castillo Agramonte. Conversan en la sala. La mesa bien servida espera. Toques impacientes en la puerta. Varios cubanos imploran ayuda monetaria para un compatriota atacado por una pulmonía, mal acrecentado por el frío del Norte. Tal vez, el apoyo sirva para el funeral. Algún dinero les dan los dos hombres, aunque no es mucho lo que estos poseen.

Al poco tiempo de la partida de los emigrantes, la inquietud del invitado deviene acción precedida por cierta disculpa: "Miguel, siento mucho no participar en la cena y de la agradable compañía de ustedes, pero mi deber me obliga a ir donde está ese infeliz para ayudarle; quizás le haga falta en sus últimos instantes".

Fernández consigue la dirección y lo acompaña. Es más, avisan al médico Ramón L. Miranda por si el enfermo carece de asistencia. Ya están en la casa del enfermo. Sorprendidos: el silencio anda bien lejos. Bongoes y laúdes, rumbantela y décimas sabrosas se imponen. Empujan la puerta y… ¡el grupo está de fiesta, con los que hicieron la petición a la vanguardia de la alegría! Baile, canto, taburetes convertidos en tambores… y, sobre la mesa, fuentes con frijoles negros, arroz, lechón asado, ensalada, dulces, vino, ron…

Estallido de Fernández: "¡Cómo es esto! Venimos a socorrer a un moribundo y encontramos este jolgorio. Pudieran habernos dicho que querían celebrar la Nochebuena y no alarmarnos con este engaño. Mañana, un verdadero necesitado pide y se le negará…"

Del grupo, ninguno responde: las cabezas bajas, cuerdas y cueros callados, las manos sin saber dónde meterse.

Portazo es la despedida. Miguel comenta: "¡Qué bajeza!" Martí coloca la mano sobre el hombro del amigo y la sonrisa le gana el rostro antes de decirle: "No se queje, Miguel. Bien vale el dinero que ha dado a estos desdichados, la lección que hemos recibido. ¡Qué lección! Hay que levantar a estos hermanos para hacer de ellos hombres dignos que sientan la necesidad de ayudarnos a libertar la patria".

---------------------------------------------
Fuente: EXCLUSIVO, 23/12/06

No hay comentarios: