martes, 25 de noviembre de 2008

Conferencia: José Martí en Isla Mujeres.

Martes, 25 de Noviembre de 2008 04:06

Por Esto.net

Hoy martes, a las 7 p.m., en el Salón de Consejo Universitario de la UADY, se realizará la sesión mensual de la Cátedra Extraordinaria Nuestra América de la Facultad de Ciencias Antropológicas, fundada en el año de 1992, y que en su presente ciclo 2008-2009 ha sesionado cada treinta días, con la participación de conferencistas procedentes de Colombia, Cuba, México, Costa Rica y los Estados Unidos.

En esta ocasión el Dr. Onésimo Julián Moreira Seijos, especialista en cuestiones del Caribe, quien es investigador de la Universidad de Quintana Roo, dictará la Conferencia Magistral: José Martí en Isla Mujeres.

Este tema, es sin duda, un aspecto fundamental del acercamiento del prócer cubano a la cultura maya, ya que su estancia en dicha isla ocurrió inmediatamente después de la visita que efectuó a Mérida, donde contempló la efigie de Chacmool que le fue expropiada a Agustus Le Plongeon y cuya exhibición en una calle de la capital yucateca inició el 10 de marzo de 1877, que fue el mismo día en que arribó a esta ciudad el Apóstol cubano. Meses después de su estadía en Isla Mujeres se asentará en la ciudad de Guatemala, donde José Martí completará su visión del mundo maya, plasmada en varios de sus textos e incluida en el ensayo cenital Nuestra América que publicara el 30 de enero de 1891 el periódico mexicano El Partido Liberal.

La entrada a esta actividad académica es libre, y se anticipa que en ella se darán a conocer algunas actividades del Proyecto Internacional José Martí de la UNESCO, al que pertenece esta Cátedra, y que tendrán verificativo durante el mes de enero 2009 y que presidirá el Dr. Pierre Sané, Subdirector General de la UNESCO para el Sector de Ciencias Sociales y Humanas.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Rafael María de Mendive: el maestro de Martí.

Radio Artemisa Digital
Por Rommell González Cabrera (24/11/08 10:00 a.m. hora local)
Email: rdigital@cmad.icrt.cu

El pedagogo Rafael María de Mendive nació el 24 de octubre de 1821 y murió el 24 de noviembre de 1886. Huérfano, su hermano mayor Pablo, se hizo cargo de su educación y le enseñó Literatura Española, Inglés y Francés.

En 1851 sus versos fueron incluidos en la antología “Poetas españoles y americanos del siglo diecinueve”. Después de visitar Italia regresó a Cuba en 1852. Cuatro años después ingresa en la Sociedad Económica de Amigos del País y colabora con diferentes publicaciones entre las que se encuentran Guirnalda Cubana, Revista Habanera, Álbum de lo Bueno y lo Bello, el Correo de la Tarde y el Diario de La Habana.

Rafael María de Mendive fue, durante sus años de profesor, protector y maestro de José Martí. Su casa era centro de reuniones literarias y fervor patriótico. En 1864 ocupa la dirección de la Escuela Superior Municipal de Varones, y más tarde funda el colegio San Pablo, instalado en su propia casa, en Prado 88, la cual constituyó, para todos sus discípulos, un seminario cívico donde encuentran calor de hogar.

Martí se forma en las manos de Mendive. Los conceptos fundamentales de la prédica martiana: amor a la libertad, decoro, dignidad, prestigio, justicia, preocupación por los humildes, pureza de pensamiento, eran virtudes atesoradas por Mendive, las cuales supo transmitir a su discípulo.

Sobre él escribe Martí en carta a Enrique Trujillo: "Y ¿cómo quiere que en algunas líneas diga todo lo bueno y nuevo que pudiera yo decir de aquel enamorado de la belleza, que la quería en las letras como en las cosas de la vida, y no escribió jamás sino sobre verdades de su corazón o sobre penas de la Patria?..."

El magisterio de Mendive va desde 1864 a 1869. En esta última fecha, como resultado de los tumultuosos sucesos del Teatro Villanueva, donde se escucharon vivas a Cuba y a Carlos Manuel de Céspedes, durante la representación de la obra "El perro huevero", Rafael María de Mendive fue detenido y remitido a prisión en el Castillo del Príncipe donde estuvo cinco meses hasta que embarcó para España, a cumplir la condena de destierro que le impuso un Consejo de Guerra.

Mendive es coautor de “Cuatro laúdes”, junto con Ramón Zambrana, José Gonzalo Roldán y Felipe López de Briñas. En colaboración con José de Jesús García publicó su antología “América poética”. Prologó, además, la segunda edición de las “Poesías de Fornaris”. Fue traductor, dejó dramas inéditos y utilizó los seudónimos Tristán del Páramo, La Caridad y Armand Flevié.

domingo, 23 de noviembre de 2008

El hijo de Martí.

En los escritos del Maestro pueden rastrearse las claves que hicieron entrañable su relación con José Francisco Martí Zayas-Bazán, de cuyo natalicio se cumplen hoy 130 años.

Por: Paula María Luzón Pi*
Correo: digital@jrebelde.cip.cu
22 de noviembre de 2008 00:58:23 GMT

Prólogo del Ismaelillo

«Hijo:

Espantado de todo me refugio en ti.

Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud y en ti.

Si alguien te dice que estas páginas se parecen a otras páginas, diles que te amo demasiado para profanarte así. Tal como aquí te pinto, tal te han visto mis ojos. Con esos arreos de gala te me has aparecido. Cuando he cesado de verte en una forma, he cesado de pintarte. Esos riachuelos han pasado por mi corazón.

¡Lleguen al tuyo!»...

Para leer todo el artículo, hacer clic [aquí]

viernes, 21 de noviembre de 2008

Un nuevo número de la Edad de Oro será publicado en el 2009.

19 de Noviembre de 2008, 11:45 a.m.

Radio Rebelde.com
Dailyn Ruano Martínez
Periodista de Rebelde

LA HABANA, CUBA.- A 120 años de la primera publicación de La Edad de Oro escrita por José Martí para los niños y las niñas de América, el quinto número de esta revista saldrá a la luz con los mejores trabajos elaborados por la ingeniosidad e iniciativas propias de los escolares desde los siete hasta los dieciocho años.

Según expresa la convocatoria del concurso anunciada con anterioridad en los colectivos pioneriles cubanos, “los resultados permitirán darle continuidad al proyecto del más universal de los cubanos”.

El plazo de admisión vence en diciembre próximo según reitera la Jefa del equipo metodológico de la Organización de Pioneros José Martí (OPJM), Nora Fernández.

“Hemos convocado a los niños, niñas y adolescentes cubanos y latinoamericanos a que escriban, a que continúen la obra que comenzó Martí y que al concluir el último número de la revista él le anunciaba a los niños que cada 6 meses se iba a hacer una competencia y los mejores trabajos se iban a premiar.”

La funcionaria de la OPJM informó que se han recibido numerosos trabajos de las diferentes provincias y en las próximas semanas tendrá lugar el proceso de discriminación y selección de los mejores trabajos.

En la primera página del número inicial de la Edad de Oro, publicación mensual de recreo e instrucción dedicada a los niños de América, el Héroe Nacional de Cuba destacaba:

“La Edad de Oro va a tener cada seis meses una competencia y el niño que mande el trabajo mejor, que se conozca de veras que es suyo recibirá un buen premio de libros, y diez ejemplares del número de la edad de Oro en que se publique su composición, que será sobre cosas de su edad, para que puedan escribirla bien, porque para escribir bien de una cosa, hay que saber de ella mucho.”

El certamen lo coauspician la Cátedra Latinoamericana “José Martí y la educación” del Instituto Pedagógico Latinoamericano y Caribeño, la Asociación de Pedagogos, Capítulo Cuba de la Asociación de Educadores de Latinoamérica y el Caribe, el Centro de Estudios Martianos y la Organización de Pioneros José Martí.

El quinto número, la edición trunca de La Edad de Oro hará realidad el sueño de José Martí cuando en el 2009 salga a la palestra pública, con las más selectas creaciones de los niños y las niñas de América.

martes, 4 de noviembre de 2008

Amor martiano por la medicina.

3 de noviembre del 2008

Miralys Sánchez Pupo
Colaboradora de Rebelde
3 de Noviembre de 2008, 12:05 p.m.

LA HABANA, CUBA.- La naturaleza del Caribe acompañó a José Martí en su espacio como combatiente. Esas impresiones aparecieron con su sensibilidad en las páginas de su Diario de Campaña. Las observaciones sobre heridos y su curación, las plantas medicinales en el medio del exuberante espacio que protegió a los combatientes y la efectividad de ellas en el acto de la cura de una zona del cuerpo infectada son también páginas memorables de su humanismo.

La primera acotación sobre el tema la hizo Martí el 14 de abril de 1895 sobre los conocimientos de los campesinos como parte de una cultura popular. Podemos leer en ellas “de cada vuelta, trae alga, más que café, culantro de Castilla, para que cuando tengan dolor de estómago por esos caminos, masquen un grano y tomen agua encima”

Mientras el día 20 aseguró “En un grupo hablan de los remedios de la nube en los ojos: agua de sal-lecha del ítamo, que le volvió la vista a un gallo-la hoja de espinuda de la romerilla bien majada-una gota de sangre del primero que vio la nube”.

Y en una conversación interminable con las hojas de su diario continuó “Luego hablan de los remedios para las úlceras. Veinticuatro horas después dejó la constancia siguiente “Vi hoy la yaguama, la hoja fénica, que estanca la sangre, y con su mera sombra beneficia al herido: machuque bien las hojas, y métalas en la herida, que la sangre se seca.”

José Martí en sus días de campaña en la guerra de 1895 fue el médico más lleno de ternura ante los que tuvo cerca en las memorables jornadas. Su diario conoció de esas preocupaciones cuando aseguró “ahora hurgo el jolongo, y saco de él medicina para los heridos”.

En carta a Carmen Mantilla y sus hijos aseguró “Y han de saber que me han salido habilidades nuevas, y que a cada momento alzo la pluma, o dejo el taburete. Y corte de palma en que escribo, para adivinarle a un doliente la maluquera.” Y agregó: “Se me han juntado en el bagaje más remedios que ropa, y no para mí, que no estuve más sano que nunca… Y ello es que tengo acierto, y ya me he ganado mi poca reputación, sin más que saber cómo está hecho el cuerpo humano, y haber traído conmigo el milagro del yodo, y el cariño, que es otro milagro.”

El mensaje de amor se sintetizó en la certeza “Tenemos nobles médicos. El médico sale andando con majestad, como un rey primitivo que se entra en la selva. No hay mayor majestad que un rey de oficio”.

José Martí en nuevos libros.

Mañana se presentan los libros “La huella imborrable. Las dos visitas de José Martí a Costa Rica” y “Martí a flor de labios”

La Republica.net
Carolina Barrantes
cbarrantes@larepublica.net

La vida del poeta, político y filósofo José Martí da origen a dos nuevas publicaciones de la Editorial de la Universidad Estatal a Distancia (EUNED).

Se trata de “La huella imborrable. Las dos visitas de José Martí a Costa Rica” y “Martí a flor de labios”, de los escritores Armando Vargas y Froilán Escobar, respectivamente.

La Universidad presentará las dos publicaciones mañana en la sede en San Pedro a las 7 p.m.

El primer texto describe las dos visitas que realizó el líder del Partido Revolucionario Cubano a suelo nacional entre 1893 y 1894.

El segundo recopila trabajos periodísticos como entrevistas y conversaciones con el político.

Martí también fue conocido por su faceta como escritor, ya que impulsó el modernismo iberoamericano.

Confirme su asistencia a los teléfonos 2527-2440, 2527-2638, o al correo ppereira@uned.ac.cr.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Libro recoge testimonios de quienes acompañaron a Martí.

1 de noviembre del 2008

Nacion.com
Camila Schumacher. | cschumacher@nacion.com

Salustiano LeyvaEl 11 de abril de 1895, José Martí desembarcó en las Playitas de Cajobabo, al oriente de Cuba, país que soñaba liberar. Treinta y ocho días después lo encontró la muerte. En el camino, no faltó quien estuviera dispuesto a tenderle una mano franca al líder cubano.

Algunos de los “amigos” que Martí supo hacer durante el viaje tenían menos de diez años. Y es que según cuentan, Martí solía hablar con los niños como lo hacen los grandes: aprendiendo de ellos.

Por eso, los pequeños quedaron embelesados con las palabras del independentista. Tanto que, 78 años después, eran capaces de repetirlas ante quien quisiera oírlas.

Fue entonces cuando el periodista Froilán Escobar tocó sus puertas. Hacía un reportaje sobre la última ruta martiana para una revista y, guiándose con el Diario de campaña, de Martí buscaba, sin muchas esperanzas, alguna persona que lo hubiera conocido.

Encontró siete ancianos, testigos de la historia; conversó con ellos tanto como pudo y con sus testimonios hiló el libro Martí a flor de labios que el próximo miércoles se presentará en la Universidad Estatal a Distancia (UNED).

“Era increíble: todavía aquellos hombres y mujeres que podían dar testimonio vivo de Martí seguían en el mismo lugar donde lo conocieron, donde de niños les enseñó a mirar con orgullo todo lo que hasta entonces habían mirado sin verlo”, comentó Escobar, maravillado, 30 años después de haber hecho las entrevistas.

Memoria intacta. Salustiano Leyva, vivió en Cajobabo toda la vida. La madrugada en que Martí y sus cinco expedicionarios tocaron la puerta de su casa tenía apenas 11 años, pero el asombro de ver a su madre recibirlos (eufórica al saber que venían a luchar por Cuba) y encaminarlos por el reseco cauce del río Tacre para que escaparan de la vigilancia española, lo acompañó hasta la vejez.

El mismo recuerdo indeleble dejó el héroe en cada uno de los viejitos de pobreza irradiante que protagonizan el libro: Paulina Rodríguez, que le sirvió café a los 11 años; Francisco Pineda, quien a los ocho lo llevó a ver los pájaros y lo espió mientras escribía su Diario de campaña ; Alfredo Thaureaux, adolescente, cafetalero en ciernes, cuyos padres habían conocido a Antonio Maceo en Costa Rica y conversaron con Martí en francés.

Igual de tiernos, pero menos inocentes, son los relatos de Mariana Pérez Moreira y Carlos Martínez. Ella, a los ocho años, fue testigo del último y fugaz enamoramiento de Martí mientras que él, a los 16, fue parte de la tropa en el combate de Arroyo Hondo.

El final del libro, como el de la vida de Martí, resulta desgarrador. Las palabras con que a los 86 años Antonio Pacheco contó sus vivencias del 19 de mayo de 1895 enternecen y estremecen a la vez: “Si yo llego a tener 15 años ese día, no lo matan porque yo cojo y lo meto en el monte, y pasa el fuego y se van los españoles y él se queda vivo”, cuenta, inconsolable el que a los ocho años y escondido entre la maleza presenció el asesinato del héroe de la lucha de emancipación de Cuba.

“En el momento de la entrevista, ya a muchos de estos viejitos les faltaban los dientes y casi todos estaban en el crepúsculo de sus ojos, pero a pesar de esa neblina de los años seguían viendo a Martí claramente y conservaban intacto el orgullo de haberlo conocido”, comentó el periodista Escobar, quien con esta crónica periodística ganó el Premio Nacional de la Crítica en Cuba.


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