Autor: Marlene Vázquez Pérez* | internet@granma.cu
10 de abril de 2016 21:04:41
Pensar en las actuales distorsiones de nuestra realidad, formuladas desde los centros de poder, lleva a indagar en los antecedentes de este hecho, siempre ligado a la preparación de la opinión pública internacional para algún tipo de agresión, ya sea militar, económica o política, contra la que Martí llamó Nuestra América.
Un ejemplo de gran actualidad en los tiempos que corren tuvo lugar el 25 de marzo de 1889, cuando el cubano José Martí, radicado entonces en Nueva York, respondió virilmente y con argumentos rotundos a una campaña difamatoria contra Cuba iniciada días antes en The Manufacturer, de Filadelfia, y de la que se hizo eco el rotativo neoyorquino The Evening Post. La carta al director de este diario ha pasado a la historia como Vindicación de Cuba, pues en ella se pone de manifiesto la valía de los cubanos, tildados de inútiles, afeminados, perezosos, cobardes, por la prensa norteamericana, como parte de una campaña de descrédito dirigida a delinear una imagen de “pueblo inferior”, incapaz de autogobernarse, con lo cual se intentaba justificar, a mediano plazo, la posibilidad de la anexión de la Isla, largamente apetecida por el gobierno norteño y precedida por varios intentos fallidos de comprarla a España.