Autor; Por Pedro Rioseco
03 de Agosto de 2022

Calixto García Íñiguez, mayor general en las tres guerras por la independencia de Cuba, fue uno de los principales estrategas del ejército mambí y se opuso con dignidad a la intervención de Estados Unidos en la guerra contra España, cumple el 4 de agosto aniversario de su nacimiento en 1839.
“El hombre de la estrella en la frente” lo nombró José Martí, y precisaba: “Calixto García no necesita encomio: Lleva su historia en su frente herida. El que sabe desdeñar la vida, sabrá siempre honrarla”. Se refería así Martí a la cicatriz que llevó el ilustre mambí como trofeo de guerra cuando “el cubano famoso, el héroe, prefirió el suicidio al cautiverio”, aunque ese disparo que le entró por el mentón y salió por la frente no le mató y siguió combatiendo.
Participó en numerosos combates en la Guerra de los Diez Años, la Guerra Chiquita y la Guerra Necesaria, y es considerado uno de los principales estrategas de nuestras guerras de independencia. Sobresalió por su sólida formación militar, adquirida de forma autodidacta. Prestó especial atención a la preparación de las tropas y al trabajo cohesionado del Estado Mayor, así como a la planificación detallada de las campañas y acciones combativas con el empleo de mapas y croquis, y su dirección desde los puestos de mando. Fue el jefe que más empleó la artillería, para la cual exigía dominar los conceptos técnicos y balísticos. Desarrolló el arte de sitiar y tomar ciudades y poblaciones, además de atacar a grandes columnas enemigas.
Nació el 4 de agosto de 1839 en la calle San Diego, esquina a la del Rosario, en Holguín, y tuvo que dejar la escuela a los 14 años para dedicarse a trabajar como comerciante, en el pequeño negocio de un tío en Bayamo. Siendo muy joven se traslada a la capital habanera para continuar en la práctica del comercio, con la intención de llegar a estudiar en la universidad. Pero, sus intenciones se frustran y ni siquiera pudo cursar el bachillerato.
Regresa a Oriente, en Arroyo Hondo, próximo a Jiguaní, donde se encarga de un tejar de su madre, y se casa con Isabel Vélez de cuya unión nacen seis hijos. Se alzó en armas junto a Donato Mármol en la finca Santa Teresa, de Jiguaní el 13 de octubre de 1868, cuando tenía 29 años, a tres días de iniciada la guerra. Ese día atacaron a Santa Rita y a Jiguaní, donde quedó como jefe militar mambí de la plaza. Participó en la toma de Bayamo y en su posterior defensa. En noviembre de ese año, estando subordinado al teniente general, Luis Marcano, fue ascendido a coronel.
Después de participar en el ataque a El Cobre se puso bajo las órdenes del mayor general Modesto Díaz. El 15 de febrero de 1869 dirigió su primer combate en Loma de Piedra, donde cortó el paso a una tropa española que acudía a reforzar la defensa de Guisa, la cual era atacada por Díaz. En ese mes pasó a ser segundo jefe de la Brigada de Jiguaní, bajo el mando del mayor general Máximo Gómez. Ya con grado de general de brigada era jefe del estado mayor de Gómez cuando éste era jefe de la División de Holguín.