Alina Martínez Triay
27 noviembre, 2023
Había transcurrido un año del fusilamiento de los ocho estudiantes de Medicina y en Madrid, de madrugada, dos de sus compañeros, condenados a seis años de presidio en aquel proceso injusto y lleno de odio, y que tras al indulto tuvieron que viajar a España para no ser asesinados por los voluntarios, clavaron en las puertas de las iglesias y los edificios públicos una hoja impresa denunciando del crimen del 27 de noviembre de 1871.
La hoja impresa la firmaban Fermín Valdés Domínguez y Pedro de la Torre y Núñez, sin embargo, la había escrito José Martí.
En las iglesias de todas las ciudades españolas donde continuaban estudios los supervivientes de la tragedia, se realizaron oficios religiosos en recordación de los ocho fusilados, y en el propio Madrid, en casa del cubano Carlos Sauvalle y Blain, amigo de Martí, se realizó un acto conmemorativo.