sábado, 30 de diciembre de 2006

Martí, Bolívar y la educación cubana.

Cintio Vitier
2006-12-28

Texto íntegro de la Conferencia Magistral de Cintio Vitier, en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, el miércoles 27 de diciembre de 2006.

Leer texto íntegro de la Conferencia haciendo clic [aquí]

jueves, 28 de diciembre de 2006

Mozart en Martí.

Camagüey , Cuba, Jueves, 28 de Diciembre del 2006

Marta Hernández Casas / servicio especial de la AIN

En el año 1875 José Martí, asiste en México a un concierto en el Conservatorio, allí arrobado ante el buen desempeño de los ejecutantes valora la obra de Mozart.

"...Aquello se ama y se suspira, aquello se oye y se respeta, y se siente con la ternura exquisita con que Mozart lo engendró y escribió.-Rompió Mozart por entre la densa atmósfera racional que tan alto grado alcanzó en la mitad segunda del siglo XVIII. (...)-y guardó en sus notas los suspiros del alma abandonada..." reseñó.

En ese artículo de la Revista Universal de México al comentar al genio resume"...-Su música es una especie de lamentos de ángeles".

Este año 2006 ha tenido particular significado para los amantes del buen arte y más aún para aquellos sensibilizados por el quehacer del notable compositor austriaco. En todo el orbe conciertos, conferencias, y eventos muestran a las actuales generaciones la vida, obra y quehacer del incomparable compositor.

La orquesta sinfónica de Villa Clara, fue uno de las agrupaciones cubanas que imbuidas en los tributos rendidos en todas las altitudes, concibió una serie de conciertos con obras de Wolfgang Amadeus Mozart, genio precoz fallecido con solo 35 años.

"Iniciamos los homenajes en la iglesia Parroquial Mayor de Remedios, octava villa fundada en la Isla, y que mantiene una fuerte tradición artística, allí junto al coro Audinos interpretamos, entre otras obras, el Ave verum corpus, el Tatum ergo y la Missa Brevis" relata Irina Toledo, directora de la octogenaria orquesta.

Esa provincia central contó con cinco actuaciones similares, en escenarios eclesiásticos, donde vincularon la música sacra de Mozart a lugares alusivos. También se ofreció un concierto en el norteño municipio de Sagua la Grande en el cine teatro, todos valorados por la crítica especializada como magníficos.

"La preparación de los músico fue muy fuerte, todas las obras tienen un alto nivel de complejidad, además en la Iglesia del Buen Viaje en Santa Clara se incorporó el coro provincial y se logró una coral de niños conformada por integrantes de varios conjuntos, fue un éxito", concluye Irina.

El Sanctus del Réquiem fue siempre, para deleite de todos, el colofón del programa en este territorio central de Cuba, sobre esa obra Martí escribió"... en su cama de moribundo, consumido por la agitación de su vida y el trabajo desordenado, compuso el Réquiem, que es una de sus obras más perfectas".

miércoles, 27 de diciembre de 2006

Develan busto de José Martí.

Miércoles 27 de Diciembre - 2006

Por: Lizzette Delhumeau G.

Busto de Martí

En el bulevar de la Juventud, frente a un conocido centro comercial fue colocado el busto del pensador y poeta cubano José Martí, el cual fue develado el pasado jueves por la tarde ante la presencia de algunas actividades municipales y del cónsul cubano Eulogio Rodríguez Millares, como símbolo de la hermandad entre el pueblo cubano y la comunidad duranguense.

A poco más de dos meses de que se hiciera entrega de la obra del escultor Daniel Santos a la localidad, durante la Jornada por la Cultura Cubana, ésta fue colocada en el lugar antes mencionado, ya que los vecinos del fraccionamiento Jardines de Durango se negaron a que formara parte de una de las calles principales del mismo.

Rodríguez Millares hizo uso de la palabra para enfatizar su satisfacción por el hecho de que por fin le fue asignado un lugar al busto del reconocido poeta, además exhortó a las autoridades a no pasar por alto las fechas en las que se conmemora el natalicio y fallecimiento del célebre personaje, en enero y mayo respectivamente.

VIGENTE

Asimismo, el presidente Jorge Herrera Delgado aseguró que tratará de mantener el recuerdo de Martí, ya que lo considera parte fundamental de la hermandad entre México y Cuba, a través de la cultura, la palabra y los hechos.

Corín Martínez Herrera, titular del Instituto Municipal del Arte y la Cultura (IMAC), quien a mitad del acto deleitó a los presentes con algunas melodías, explicó que la existencia del busto en esta ciudad no sólo significa un homenaje a Martí, sino también al pueblo cubano.

Everardo Ramírez Puentes, presidente de la Sociedad de Escritores de Durango (SED), también intervino durante el suceso, para destacar la importancia de José Martí en el pueblo duranguense, ya que este gran pensador extranjero luchó por lograr que la palabra diera libertad al ser humano.

Aquella Nochebuena trunca de José Martí.

Año 627/12/2006

Autor: VÍCTOR JOAQUÍN ORTEGA

Nueva York. Diciembre 24 de 1887. José Martí pasará la Nochebuena en casa de un matrimonio amigo: Miguel Fernández Céspedes y Ángela del Castillo Agramonte. Conversan en la sala. La mesa bien servida espera. Toques impacientes en la puerta. Varios cubanos imploran ayuda monetaria para un compatriota atacado por una pulmonía, mal acrecentado por el frío del Norte. Tal vez, el apoyo sirva para el funeral. Algún dinero les dan los dos hombres, aunque no es mucho lo que estos poseen.

Al poco tiempo de la partida de los emigrantes, la inquietud del invitado deviene acción precedida por cierta disculpa: "Miguel, siento mucho no participar en la cena y de la agradable compañía de ustedes, pero mi deber me obliga a ir donde está ese infeliz para ayudarle; quizás le haga falta en sus últimos instantes".

Fernández consigue la dirección y lo acompaña. Es más, avisan al médico Ramón L. Miranda por si el enfermo carece de asistencia. Ya están en la casa del enfermo. Sorprendidos: el silencio anda bien lejos. Bongoes y laúdes, rumbantela y décimas sabrosas se imponen. Empujan la puerta y… ¡el grupo está de fiesta, con los que hicieron la petición a la vanguardia de la alegría! Baile, canto, taburetes convertidos en tambores… y, sobre la mesa, fuentes con frijoles negros, arroz, lechón asado, ensalada, dulces, vino, ron…

Estallido de Fernández: "¡Cómo es esto! Venimos a socorrer a un moribundo y encontramos este jolgorio. Pudieran habernos dicho que querían celebrar la Nochebuena y no alarmarnos con este engaño. Mañana, un verdadero necesitado pide y se le negará…"

Del grupo, ninguno responde: las cabezas bajas, cuerdas y cueros callados, las manos sin saber dónde meterse.

Portazo es la despedida. Miguel comenta: "¡Qué bajeza!" Martí coloca la mano sobre el hombro del amigo y la sonrisa le gana el rostro antes de decirle: "No se queje, Miguel. Bien vale el dinero que ha dado a estos desdichados, la lección que hemos recibido. ¡Qué lección! Hay que levantar a estos hermanos para hacer de ellos hombres dignos que sientan la necesidad de ayudarnos a libertar la patria".

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Fuente: EXCLUSIVO, 23/12/06

lunes, 18 de diciembre de 2006

Manifiesto de Montecristi y Cuba hoy.

Noviembre 1, 2006

Julio M. Shiling

Escrito está, y en idioma no-críptico, que la dictadura castrocomunista está en gestación de remate. Mientras los aduladores de la barbarie preparan, por un lado, la momificación del déspota y su sistema, y por otro, llevan prisa saqueando furtivamente la riqueza nacional, con sus familiares que escudriñan el amparo de residencias extranjeras (dando clara demostración de la poca confianza en la sobrevivencia del socialismo cubano y la naturaleza delincuencial y corrupta de la revolución castrista), se cursa múltiples proposiciones de las fuerzas prodemocráticas. El patriotismo prístino que encarna el Manifiesto de Montecristi sería una brújula suntuosa.

En esa joya de ciudad, escondida en la costa norte occidental de Quisqueya, con 3537 palabras, José Martí plasmó, tal vez, su más fornido testamento político. Proclamándole al mundo el por qué de la guerra emancipadora contra la metrópoli española, el robusto y elegante ensayo trascendentalmente trazó a nuestros tiempos una impetuosa relevancia. Sin saberlo, en ese preludio a la expedición libertadora, el Maestro nos facilitó el entendimiento a las complejidades modernas.

El Apóstol no vaciló en hablar de “guerra”. Sin miedo de ofender a los autonomistas, anexionistas, o mucho menos, los simpatizantes de la sumisión a la corona madrileña. Es más, insistió en correlacionar la gloriosa gesta de Yara con la que se estaba emprendiendo. Esa insistencia en atar una continuidad al proceso libertador obedecía a la lúcida concienciación de que la libertad de Cuba era una obra históricamente orgánica, aún siendo él su más ilustre arquitecto. También así tiene que ser la caracterización de la lucha contra el despotismo castrocomunista. No puede abrirse brechas de tiempo o metodología de lucha. La guerra empezó el primero de enero de 1959. Nuestros muertos, ilustres y muchos, merecen ese decoro. Si los tiempos dictan modos de lucha sin armas, esa postura debe de obedecer a ejercicios de táctica y no morales. El enemigo, feroz y despiadado, merita el peso más abrumador de nuestro plomo. Sin embargo, la empleomanía de la resistencia queda a la vertiente de las circunstancias y el usuario. No discriminemos a ninguno. Eso sólo alimentaría la durabilidad del régimen dictatorial, ahuyentando posibles conjeturas libertadoras.

Posturas que encubren escalas de ciudadanía basándose en geografía deben de ser rechazadas. Cuba es una: intramuros y en la diáspora. El Manifiesto se refiere a los cubanos “en el extranjero y en la Isla” con la misma singularidad de clasificación. El exclusivismo es una práctica que debe ser enterrado con el comunismo cubano.

Pese al tácito silencio de muchos libros de historia, nuestra lucha por la independencia contenía fuertes elementos de una guerra civil. El Maestro muy bien conocía esto. También del tacto histórico. Su guerra no fue contra el “español neutral y honrado”. Pero el ser “piadoso” con el arrepentido, y a la vez, “inflexible sólo con el vicio, el crimen y la inhumanidad”, allanó la postura que conduce al entendimiento de que Martí no toleraba la impunidad. La complicidad con la tiranía, y su tolerancia, no se enmarcaba en la república de amor del Apóstol. Séase el agresor un español o un cubano nacido. Tampoco debe hoy contemplarse conjeturas que, con amnistías, amparen a fraticidas y cleptómanos, dando así licencia al crimen y fomentando las bases para el resurgimiento mañana, del mal que combatimos hoy.

Creyente firme en la predestinación (de los hombres y los pueblos), Martí vislumbró, de los eventos que preparaban para Cuba, un efecto extraterritorial. Así también ahora. El doloroso calvario, amalgamado con el innato talento criollo y la predilección de la gracia divina, ostentan para la Patria repercusiones resplandecientes “para bien de América y del mundo”. El camino de Cuba, pasado, presente y futuro no permitirá la evasión de un universalismo, desproporcionado a sus límites geográficos.

El Manifiesto anotó los problemas de nuestra América palmariamente: el caudillismo, la corrupción, el monocultivo, etc. Su receta de instaurar una sociedad libre, con amplitudes políticas y económicas, era el mejor garante para promover el progreso y limitar los vicios. Lo sigue siendo.

La prodigiosa pluma del Maestro proclamó, para Cuba, un gran futuro. Pero eso sí, colmado de prerrequisitos. Cuando lanzó la guerra “sólo terminable por la victoria o el sepulcro”, la mediatización del problema cubano fue una bastardización del propósito. Hoy, contubernios con bloques y potencias extranjeras, protegiendo intereses comerciales y afinidades ideológicas, excavan posibilidades para salvar la tiranía de la guillotina histórica que ya dictaminó su sentencia. No podemos permitir esta monstruosa repetición. Lo que significó “victoria” para el Apóstol, tiene que así serlo para nosotros. La incondicional quiebra de la tiranía española que pregonó el Manifiesto de Montecristi, tiene que, transgeneracionalmente, aplicarse a sus homólogos represores modernos. Cualquier documento hoy, menos decidido a extirpar el mal que oprima la Patria en nuestros tiempos de forma absoluta, debe de ser impugnada.

José Martí, en Quisqueya, acompañado por Máximo Gómez aclamó que el momento para Cuba ya no esperaba más y oficializó, literalmente, la campaña emancipadora. Los parámetros fueron puros, no por sensibilidad idílica, sino por el sensato convencimiento de que la libertad mediatizada tiene muy corta vida y es inmerecedora de la sangre de nuestras mártires, donadas ante Cuba como altar. Toda propuesta de democratización debe de ser no menos clara y amplia. Clara, como la cristalina agua que reside detrás de la loma del morro (en Montecristi) y amplia, como la sonrisa de los montecristeños.

Cancelan sello en homenaje a fundación de la Fragua Martiana.

La Habana, 16 dic (RHC) En homenaje a los 55 años de fundada la Fragua Martiana, el 28 de enero de 1952, fue cancelado, en esta capital, un sello postal que recuerda esa próxima efeméride.

La estampilla expone la imagen del edificio y los rostros de Gonzalo de Quesada y Aróstegui y su hijo, Gonzalo de Quesada y Miranda; el primero albacea de José Martí, Héroe Nacional de Cuba, y el segundo, quien concibió la idea de crear este sitio para recordar al patriota.

Armando Hart, director de la Oficina del Programa Martiano, expresó que la Fragua Martiana, ha sido un centro de conservación, para las presentes y futuras generaciones de cubanos, del legado espiritual del Apóstol de la Independencia nacional.

Como un medio de promover el pensamiento martiano, defender su figura y ejemplo como escudo y fundamento de la identidad cubana, que continúa el accionar de ese emblemático sitio histórico, se constituyó este jueves el Comité de Instituciones Martianas.

Esta agrupación está integrada por las instituciones cubanas gubernamentales y no gubernamentales dedicadas al estudio, promoción y divulgación de la vida y obra de José Martí y para fomentar la búsqueda del nuevo pensamiento cubano para los siglos venideros, siempre desde la perspectiva de independencia y soberanía.

La Oficina del Programa Martiano, el Memorial José Martí, el Centro de Estudios Martianos, el Museo Casa Natal del Apóstol, la Biblioteca Nacional, el Movimiento Juvenil Martiano, entre otras, son algunos de los centros que integran esa organización de estudios.

El próximo 28 de enero, fecha en que se celebrará el aniversario 55 de la creación de la Fragua Martiana, comenzará a celebrarse la II Conferencia Internacional Por el equilibrio del mundo, cita que estudiará la situación actual del orbe, estado anunciado por el preclaro pensamiento del patriota cubano.

La Fragua Martiana se encuentra en el lugar exacto donde se hallaban las Canteras de San Lázaro, sitio donde el joven Martí sufrió los rigores del presidio, en 1870, conocidos mediante su obra El presidio Político en Cuba.

jueves, 14 de diciembre de 2006

José Martí y el Socialismo (*)

© Ángel Luis Martínez Acosta

Han sido innumerables los intentos velados o manifiestos de algunos intelectuales cubanos y extranjeros de presentar el pensamiento martiano como cercano a la ideología marxista. Este enfoque ha seguido varias tendencias y argumentaciones.

El punto de partida de esta práctica es la aceptación del planteamiento leninista de que: “La doctrina de Marx es omnipotente porque es verdadera. Es completa y armónica, y brinda a los hombres una concepción integral del mundo...(1) Esta afirmación es uno de los axiomas más importantes del marxismo-leninismo y es el principal fundamento teórico de la denominada objetividad y cientificidad de esta ideología. A partir de este presupuesto cualquier otra teoría que intente ofrecer respuestas a los innumerables campos de investigación es calificada de no científica.

Aceptado este axioma los comunistas cubanos se encontraron con un gran problema que pudiera ser expresado de la siguiente manera. Si Martí es el más genial y universal de los cubanos; si, además, vivió precisamente en la época de gestación del marxismo; y si su pensamiento puede considerarse como actual por la fuerza de sus conclusiones al punto de haber servido como inspiración de la revolución del 59 tal y como afirmara Fidel. Entonces, ¿cómo es posible que no evolucionara hacia la doctrina de Marx?

No es mi intención analizar aquí todas y cada una de las respuestas, ante todo, porque considero que el problema principal no está precisamente en las respuestas. En mi criterio la cuestión esencial radica en la propia formulación de la pregunta.

El “argumento” de mayor fuerza a favor de esta hipótesis es el que hace hincapié en las constantes afirmaciones de Martí de simpatía hacia la clase obrera, en las denuncias de sus condiciones de vida y de trabajo así como la crítica constante que hizo a la explotación a la que era sometida por los dueños del capital. Frases tales como que “un mundo amasado por los trabajadores se nos echa encima”, y otras de similar naturaleza, han sido utilizadas como “prueba” de la evolución del pensamiento martiano hacia el marxismo.

Esta tendencia a “apuntar” un pretendido acercamiento de Martí a las posiciones del marxismo está bastante extendida dentro de Cuba. La reiterada afirmación de Fidel de que la revolución cubana es el resultado de la fusión del pensamiento martiano y del pensamiento marxista es la que fijó el rumbo de las investigaciones hacia la demostración de esta afirmación.

Es bastante frecuente que en artículos, ponencias de eventos teóricos, trabajos de investigación, tesis de grado, etc., se encuentren afirmaciones como la siguiente: “Entre el socialismo y Martí había una distancia histórica: la de la Cuba colonial. Como conductor de una guerra que necesitaba el aporte de todos los factores sociales, Martí asumió, como tarea inmediata de su tiempo, la de unir a los sectores posibles de la sociedad cubana en la lucha independentista frente a España. Martí no fue un socialista por filiación, pero se hace necesario recalcar que Martí comprendió las razones vitales del socialismo." (2)

Este intento de presentar a un Martí -obligado por las circunstancias de la necesidad de unir a todos los cubanos para llevar a cabo la guerra de independencia- como conciliador de todos los intereses y corrientes opuestas, encuentra su expresión en el concepto de táctica revolucionaria. (3) De acuerdo con las interpretaciones de algunos autores marxistas la concepción estratégica martiana estaría orientada hacia posiciones cercanas al socialismo, pero estas mismas posiciones, en cuanto significaban el enfrentamiento entre obreros y capitalistas, tuvo que ser aplazada por la necesidad de unir a todos los cubanos en virtud de la guerra. Dicho de otro modo. Supuestamente en su concepción más general Martí simpatizaba con el socialismo pero las circunstancias de la lucha lo obligaron a no llevar a la prácticas estas ideas porque dividiría aún más a los cubanos. Y lo más triste de todo es que este falso argumento tiene desde hace mucho tiempo carta de ciudadanía entre intelectuales cubanos marxistas.

Otra línea de pensamiento, desarrollada fundamentalmente por marxistas soviéticos, es la de calificar a Martí como demócrata revolucionario. Hay que recordar que se definió así a los revolucionarios -fundamentalmente europeos del siglo XIX, y más específicamente a revolucionarios rusos- cuyo pensamiento seguía una lógica de evolución que encontraba su expresión de madurez en las posiciones del marxismo. De acuerdo con este razonamiento el pensamiento martiano, en el momento de su muerte, se hallaba en pleno proceso de madurez que tendía al marxismo.

Entre los “argumentos” que se utilizan para justificar esta conclusión se encuentran los contactos de Martí con socialistas españoles en la época de su primera deportación; en el hecho de haber sido electo como delegado a los congresos obreros durante su primera estancia en México; las declaradas posiciones a favor de los obreros ya mencionadas, así como la amistad que le unió a Carlos Baliño durante los años de la preparación de la guerra del 95 precisamente por la circunstancia de que Baliño fundara años después, junto a Julio Antonio Mella, el primer partido comunista de Cuba.

Hay otra consideración a tener en cuenta y es la pretendida “temprana muerte” de Martí a una edad (42 años) en que algunos autores dan por cierto que es cuando el hombre alcanza su plena madurez. De acuerdo con esta línea de pensamiento se argumenta que Martí no abrazó abiertamente, o no pudo llegar, a las posiciones del marxismo debido a que la muerte interrumpió un proceso de evolución que se manifestaba como lógico y natural hacia el socialismo.

Quienes hablan de esta supuesta evolución del pensamiento martiano hacia posiciones cercanas al marxismo pasan por alto varias cuestiones en mi criterio esenciales. En primer lugar, que el marxismo es sólo una de las respuestas del pensamiento socialista pero que en ningún caso ostenta la representación única. En segundo lugar, que la denominada cientificidad del marxismo es algo admitido sólo por los creadores y seguidores de esta doctrina. En tercer lugar, que la lucha en favor del progreso social y por el mejoramiento de las condiciones de vida de la humanidad no es algo privativo de los comunistas.

Si de calificativos se trata pienso que Martí era un librepensador que estaba mucho más cerca del liberalismo de mediados del siglo XIX, precisamente de aquel liberalismo en el que encontramos el elemento ético, de amor, de responsabilidad, de la posibilidad de cada individuo de desarrollar sus capacidades, que de las ideas del socialismo.

La relación entre obreros y capitalistas la enmarcó dentro de su doctrina de la conciliación tal y como afirmó en 1875 en la conferencia de filosofía en el Liceo Hidalgo, México, doctrina que se fundamenta en el amor y su papel en el desarrollo de los acontecimientos sociales. Pero va más allá.

En su razonamiento destaca la comprensión de que tanto el capitalista como el obrero son dos partes esenciales para la propia existencia del capitalismo y por esta razón señalaba la necesidad de aplicar fórmulas a través de las cuales tanto unos como otros se relacionaran en un marco de respeto y de consideración mutua. Se opone a las teorías socialistas de la época por su reclamo a favor del enfrentamiento social y por su aspiración a establecer un gobierno que se propugnaba como dictatorial.

Esta idea se inscribe también en su concepción de la política como capaz de cohesionar y poner de acuerdo a los varios factores de un pueblo heterogéneo por naturaleza. Martí se opuso a cualquier fórmula política que no reconociera el derecho de todos los ciudadanos a ejercer libremente sus derechos políticos tanto de asociación como de expresión pública de sus ideas. El ciudadano de un país libre -razonaba- debe participar activamente en la vida política utilizando, como única arma, el voto en las elecciones. La reflexión, el análisis, la búsqueda entre todos de soluciones que beneficien a la gran mayoría sin excluir a la minoría, son otros tantos métodos de quehacer democrático.

Esta libertad ciudadana no queda circunscrita sólo a la política sino que abarca todas las demás esferas de la vida social incluyendo a la económica. (4) Conocedor profundo de la esencia humana sabía perfectamente que existen diferencias en cuanto a la capacidad o habilidad para desarrollar un trabajo. De aquí que lejos de aceptar un igualitarismo abstracto y absurdo, propugnara la necesidad de crear condiciones suficientes para que cada persona pudiese desarrollar al máximo estas potencialidades. Critica a los pueblos que se conforman con un puesto remunerado o con un cargo de funcionario por cuanto limita la posibilidad de inventiva y de creación que son factores condicionantes para el progreso social.

Los problemas más importantes de carácter económico que existen hoy en Cuba son consecuencia, precisamente, de ese enfoque marxista de colocar todos los medios fundamentales de producción en manos del Estado y, como resultado, la aparición de un gran ejército de trabajadores sometidos a la voluntad y capricho de una nueva clase social, la de los funcionarios-dirigentes o también calificada como la “nomenklatura”. En estas condiciones los obreros pierden la posibilidad de desarrollar su iniciativa y de trabajar de manera independiente. Es el Estado quien rige cuánto tiempo y cómo se debe trabajar y es también quien reparte entre los más “dóciles” los bienes de consumo que no pueden ser adquiridos por otra vía.

Todo queda en manos de estos funcionarios del Estado quienes tienen control absoluto sobre la vida y la poca hacienda de los ciudadanos. “De ser siervo de sí mismo, pasaría el hombre a ser siervo del Estado. De ser esclavo de los capitalistas, como se llama ahora, iría a ser esclavo de los funcionarios. Esclavo es todo aquel que trabaja para otro que tiene dominio sobre él; y en ese sistema socialista dominaría la comunidad al hombre, que a la comunidad entregaría todo su trabajo.!" (5)

Creo que el análisis de Martí resulta concluyente y definitorio para determinar las verdaderas causas del estado de desastre que hoy Cuba es como nación en todos los sectores de la sociedad. A la luz de estas palabras problemas tales como el bloqueo (embargo) económico, escasez de materias primas, bajadas de los precios internacionales del azúcar, y otros de corte similar pasan a segundo plano en la búsqueda de lo esencial y definitorio. Porque la causa de todos los males se encuentran en la naturaleza misma del sistema político implantado en Cuba.

Relación de Notas:

  • (*) Fragmento (modificado) del Capítulo 3 del libro “José Martí y la República. Selección de Textos”, del mismo autor.
  • (1) V.I. Lenin. “Tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo”.
  • (2) Even Fontaine Ortiz, Matías Chapeaux, Pedro Suárez. “Martí: breve ensayo político.” Anuario del Centro de Estudios Martianos. No. 5. La Habana, 1982. Página 293. Ya en Julio Antonio Mella, fundador del primer partido comunista de Cuba en 1925, hay un llamado a analizar la obra martiana desde la perspectiva antiimperialista y a favor de la clase obrera en su trabajo “Glosando a José Martí.” En los años 40 el economista cubano Antonio Martínez Bello llegó a calificarlo abiertamente de socialista. Y esta línea fue seguida por Enrique Roig de Leuchering quien en su obra “José Martí y la República”, al citar el artículo que escribiese Martí sobre la muerte de Carlos Marx, sólo reprodujo los párrafos donde Martí elogia a Marx obviando las críticas.
  • (3) Similar recurso ha sido utilizado para explicar el concepto martiano de “con todos y para el bien de todos.”
  • (4) En este sentido son bastantes elocuentes las críticas que realizó al proyecto de estado socialista en los dos trabajos en que analiza la obra de Herbert Spencer “La Futura Esclavitud” y que se reproducen íntegramente en este mismo capítulo a partir de la página 109.
  • (5) Artículo sobre “La futura esclavitud”, de Herbert Spencer. En “La América.”Nueva York, abril de 1884. Tomo 15. Páginas 388 a 392

martes, 12 de diciembre de 2006

Autobiografía en verso.

Miralys Sánchez Pupo,
Colaboradora de Rebelde
Diciembre 8 del 2006, 1:00pm

José Martí resumió un breviario de su inspiración bajo la denominación de Versos Sencillos. Ellos constituyen un recorrido por la vida del patriota que todo lo entregó al futuro de la patria. En nuestros días se valora esa obra estilística como una muestra de su altura como intelectual por el dominio de la palabra para describir sus emociones más profundas, pero además son elemento esencial de una autobiografía en verso.

La poética martiana no puede alejarse de la constancia de su vida de guerrero por el futuro de Cuba. Esa condición lo colocó en Estados Unidos para trabajar por ella y el acoso hacia su entereza le quiso quebrar la magna espiritualidad y la tranquilidad como ser humano para seguir adelante. Pero un breve tiempo bajo la cobija de la naturaleza le sirvió de medicina en esos momentos de su vida.

El descanso obligado y momentáneo le llevó hacia las montañas de Catskills en las cercanías de la ciudad de Nueva York. Allí estuvo consigo mismo en una profunda introspección, mientras caminaba en medio de una atractiva naturaleza, que le permitía respirar con profundidad. Sus caminatas le llevaban a descansar con la cabeza sobre el suelo y la mirada hacia el cielo que las nubes respetaron con total silencio en su paseo por el cielo.

Los episodios de su vida también quisieron acompañarle y fueron buscando un espacio para su presentación poco a poco, pero con el interés de no ser olvidados en la mente del héroe, como si con ellos se cosiera su propia vida. De esta forma la memoria bordó el tejido de sus años y los momentos que más le impresionaron, aquellos que guardaba en su mente y le seguían por doquier, en la tribuna o el periódico, en la discusión o en sus cartas.

Las distancias de cada aspecto que pasaba por su mente no importó para guardarlas en la inspiración poética que conserva su vigencia, si del Maestro queremos conocer sus más profundos y tiernos pensamientos. Ellos son como una radiografía que sin ofender a la cronología, marcharon desde un corazón henchido de sentimientos y armas estilísticas para expresarse con soltura y nitidez.

La emotiva autobiografía en versos nos lleva a su segmento número seis. En ella leemos:

Si quieren que de este mundo
Lleve una memoria grata,
Llevaré, padre profundo,
Tu cabellera de plata.
Si quieren, por gran favor
Que lleve más, llevaré
La copia que hizo el pintor
De la hermana que adoré.

En cada línea aparece un recuerdo de sus muertos como huellas queridas. Ahí está su padre don Mariano, ahí está Ana, la hermana fallecida en México poco antes de su llegada a esa ciudad para reunirse con su familia. En esa capital su gran amor, el pintor mexicano Manuel Ocaranza, dejó constancia de la belleza de la joven que su hermano no pudo olvidar.

viernes, 8 de diciembre de 2006

PARQUE MAYOR GENERAL JOSÉ MARTÍ: Único de su tipo en el mundo

Martes, 5 de Diciembre del 2006 / 11:33:42

Al caer la tarde, en fila la gente, sale a la cañada el general, con Paquito, Guerra y Ruenes. ¿Nos permite a los tres solos? Me resigno mohino. ¿Será algún peligro? Sube Ángel Guerra, llamándome y al capitán Cardoso.

Gómez, al pie del monte, en la vereda sombreada de plátanos, con la cañada abajo, me dice, bello y enternecido, que, aparte de reconocer en mí al Delegado, el Ejército Libertador, por él su jefe electo en consejo de jefes, me nombra Mayor General. Lo abrazo. Me abrazan todos.

Así describe José Martí en su Diario de Campaña el momento en que el General en Jefe Máximo Gómez lo nombra Mayor General del Ejército Libertador el 15 de abril de 1895. ¿Es esta una decisión tomada por Gómez en un momento dado o eran los méritos del Maestro ante la Patria y la Revolución? Tres años antes, en carta a Fernando Figueredo de septiembre del 92, le expresa a este sobre el Apóstol:

¿Quién es Martí para atreverse a tanto?, pensarán algunos, y yo les digo: “Un cubano a prueba de grillete por ser cubano cuando apenas tenía bigotes.” He ahí una buena credencial. ¿Qué no se ha batido en los campos gloriosos de la patria? Pero puede batirse. ¿Y acaso solamente los que tiran tiros pueden y deben ser los depositarios de la confianza pública? ¡Pobres entonces y dignas de compasión las naciones donde los hombres raciocinan de semejante modo!

A 109 años de este histórico hecho, el 15 de abril del 2004 se inaugura en la Base de Transporte de Campismo Popular, en Holguín, un pequeño y hermoso parque con un busto de Martí, en el que lleva sus grados de Mayor General. Este acto sirvió de marco al evento provincial José Martí por una cultura de la naturaleza, convocado por la filial provincial holguinera de la Sociedad Cultural José Martí y que fue auspiciado por Campismo Popular.

El monumento, realizado por el destacado escultor holguinero Alberto Rodríguez Rodríguez, presidente en el territorio del CODEMA (Consejo para el Desarrollo de la Escultura Monumental y Ambiental), presenta una base de un metro en forma de bandera cubana y sobre ella el busto de Martí de 50 cm. Para su confección se emplearon dos técnicas, elemento directo y fundición en cemento. El conjunto está patinado con tratamiento de la bandera nacional en la base y tratamiento de bronce en el busto. Su parte conceptual se basa en la reafirmación de la identidad nacional y se encuentra ubicado en la Base de Transporte de Campismo Popular, en Carretera Central vía a Bayamo.

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