sábado, 30 de diciembre de 2006

Martí, Bolívar y la educación cubana.

Cintio Vitier
2006-12-28

Texto íntegro de la Conferencia Magistral de Cintio Vitier, en el Aula Magna de la Universidad de La Habana, el miércoles 27 de diciembre de 2006.

Leer texto íntegro de la Conferencia haciendo clic [aquí]

jueves, 28 de diciembre de 2006

Mozart en Martí.

Camagüey , Cuba, Jueves, 28 de Diciembre del 2006

Marta Hernández Casas / servicio especial de la AIN

En el año 1875 José Martí, asiste en México a un concierto en el Conservatorio, allí arrobado ante el buen desempeño de los ejecutantes valora la obra de Mozart.

"...Aquello se ama y se suspira, aquello se oye y se respeta, y se siente con la ternura exquisita con que Mozart lo engendró y escribió.-Rompió Mozart por entre la densa atmósfera racional que tan alto grado alcanzó en la mitad segunda del siglo XVIII. (...)-y guardó en sus notas los suspiros del alma abandonada..." reseñó.

En ese artículo de la Revista Universal de México al comentar al genio resume"...-Su música es una especie de lamentos de ángeles".

Este año 2006 ha tenido particular significado para los amantes del buen arte y más aún para aquellos sensibilizados por el quehacer del notable compositor austriaco. En todo el orbe conciertos, conferencias, y eventos muestran a las actuales generaciones la vida, obra y quehacer del incomparable compositor.

La orquesta sinfónica de Villa Clara, fue uno de las agrupaciones cubanas que imbuidas en los tributos rendidos en todas las altitudes, concibió una serie de conciertos con obras de Wolfgang Amadeus Mozart, genio precoz fallecido con solo 35 años.

"Iniciamos los homenajes en la iglesia Parroquial Mayor de Remedios, octava villa fundada en la Isla, y que mantiene una fuerte tradición artística, allí junto al coro Audinos interpretamos, entre otras obras, el Ave verum corpus, el Tatum ergo y la Missa Brevis" relata Irina Toledo, directora de la octogenaria orquesta.

Esa provincia central contó con cinco actuaciones similares, en escenarios eclesiásticos, donde vincularon la música sacra de Mozart a lugares alusivos. También se ofreció un concierto en el norteño municipio de Sagua la Grande en el cine teatro, todos valorados por la crítica especializada como magníficos.

"La preparación de los músico fue muy fuerte, todas las obras tienen un alto nivel de complejidad, además en la Iglesia del Buen Viaje en Santa Clara se incorporó el coro provincial y se logró una coral de niños conformada por integrantes de varios conjuntos, fue un éxito", concluye Irina.

El Sanctus del Réquiem fue siempre, para deleite de todos, el colofón del programa en este territorio central de Cuba, sobre esa obra Martí escribió"... en su cama de moribundo, consumido por la agitación de su vida y el trabajo desordenado, compuso el Réquiem, que es una de sus obras más perfectas".

miércoles, 27 de diciembre de 2006

Develan busto de José Martí.

Miércoles 27 de Diciembre - 2006

Por: Lizzette Delhumeau G.

Busto de Martí

En el bulevar de la Juventud, frente a un conocido centro comercial fue colocado el busto del pensador y poeta cubano José Martí, el cual fue develado el pasado jueves por la tarde ante la presencia de algunas actividades municipales y del cónsul cubano Eulogio Rodríguez Millares, como símbolo de la hermandad entre el pueblo cubano y la comunidad duranguense.

A poco más de dos meses de que se hiciera entrega de la obra del escultor Daniel Santos a la localidad, durante la Jornada por la Cultura Cubana, ésta fue colocada en el lugar antes mencionado, ya que los vecinos del fraccionamiento Jardines de Durango se negaron a que formara parte de una de las calles principales del mismo.

Rodríguez Millares hizo uso de la palabra para enfatizar su satisfacción por el hecho de que por fin le fue asignado un lugar al busto del reconocido poeta, además exhortó a las autoridades a no pasar por alto las fechas en las que se conmemora el natalicio y fallecimiento del célebre personaje, en enero y mayo respectivamente.

VIGENTE

Asimismo, el presidente Jorge Herrera Delgado aseguró que tratará de mantener el recuerdo de Martí, ya que lo considera parte fundamental de la hermandad entre México y Cuba, a través de la cultura, la palabra y los hechos.

Corín Martínez Herrera, titular del Instituto Municipal del Arte y la Cultura (IMAC), quien a mitad del acto deleitó a los presentes con algunas melodías, explicó que la existencia del busto en esta ciudad no sólo significa un homenaje a Martí, sino también al pueblo cubano.

Everardo Ramírez Puentes, presidente de la Sociedad de Escritores de Durango (SED), también intervino durante el suceso, para destacar la importancia de José Martí en el pueblo duranguense, ya que este gran pensador extranjero luchó por lograr que la palabra diera libertad al ser humano.

Aquella Nochebuena trunca de José Martí.

Año 627/12/2006

Autor: VÍCTOR JOAQUÍN ORTEGA

Nueva York. Diciembre 24 de 1887. José Martí pasará la Nochebuena en casa de un matrimonio amigo: Miguel Fernández Céspedes y Ángela del Castillo Agramonte. Conversan en la sala. La mesa bien servida espera. Toques impacientes en la puerta. Varios cubanos imploran ayuda monetaria para un compatriota atacado por una pulmonía, mal acrecentado por el frío del Norte. Tal vez, el apoyo sirva para el funeral. Algún dinero les dan los dos hombres, aunque no es mucho lo que estos poseen.

Al poco tiempo de la partida de los emigrantes, la inquietud del invitado deviene acción precedida por cierta disculpa: "Miguel, siento mucho no participar en la cena y de la agradable compañía de ustedes, pero mi deber me obliga a ir donde está ese infeliz para ayudarle; quizás le haga falta en sus últimos instantes".

Fernández consigue la dirección y lo acompaña. Es más, avisan al médico Ramón L. Miranda por si el enfermo carece de asistencia. Ya están en la casa del enfermo. Sorprendidos: el silencio anda bien lejos. Bongoes y laúdes, rumbantela y décimas sabrosas se imponen. Empujan la puerta y… ¡el grupo está de fiesta, con los que hicieron la petición a la vanguardia de la alegría! Baile, canto, taburetes convertidos en tambores… y, sobre la mesa, fuentes con frijoles negros, arroz, lechón asado, ensalada, dulces, vino, ron…

Estallido de Fernández: "¡Cómo es esto! Venimos a socorrer a un moribundo y encontramos este jolgorio. Pudieran habernos dicho que querían celebrar la Nochebuena y no alarmarnos con este engaño. Mañana, un verdadero necesitado pide y se le negará…"

Del grupo, ninguno responde: las cabezas bajas, cuerdas y cueros callados, las manos sin saber dónde meterse.

Portazo es la despedida. Miguel comenta: "¡Qué bajeza!" Martí coloca la mano sobre el hombro del amigo y la sonrisa le gana el rostro antes de decirle: "No se queje, Miguel. Bien vale el dinero que ha dado a estos desdichados, la lección que hemos recibido. ¡Qué lección! Hay que levantar a estos hermanos para hacer de ellos hombres dignos que sientan la necesidad de ayudarnos a libertar la patria".

---------------------------------------------
Fuente: EXCLUSIVO, 23/12/06

lunes, 18 de diciembre de 2006

Manifiesto de Montecristi y Cuba hoy.

Noviembre 1, 2006

Julio M. Shiling

Escrito está, y en idioma no-críptico, que la dictadura castrocomunista está en gestación de remate. Mientras los aduladores de la barbarie preparan, por un lado, la momificación del déspota y su sistema, y por otro, llevan prisa saqueando furtivamente la riqueza nacional, con sus familiares que escudriñan el amparo de residencias extranjeras (dando clara demostración de la poca confianza en la sobrevivencia del socialismo cubano y la naturaleza delincuencial y corrupta de la revolución castrista), se cursa múltiples proposiciones de las fuerzas prodemocráticas. El patriotismo prístino que encarna el Manifiesto de Montecristi sería una brújula suntuosa.

En esa joya de ciudad, escondida en la costa norte occidental de Quisqueya, con 3537 palabras, José Martí plasmó, tal vez, su más fornido testamento político. Proclamándole al mundo el por qué de la guerra emancipadora contra la metrópoli española, el robusto y elegante ensayo trascendentalmente trazó a nuestros tiempos una impetuosa relevancia. Sin saberlo, en ese preludio a la expedición libertadora, el Maestro nos facilitó el entendimiento a las complejidades modernas.

El Apóstol no vaciló en hablar de “guerra”. Sin miedo de ofender a los autonomistas, anexionistas, o mucho menos, los simpatizantes de la sumisión a la corona madrileña. Es más, insistió en correlacionar la gloriosa gesta de Yara con la que se estaba emprendiendo. Esa insistencia en atar una continuidad al proceso libertador obedecía a la lúcida concienciación de que la libertad de Cuba era una obra históricamente orgánica, aún siendo él su más ilustre arquitecto. También así tiene que ser la caracterización de la lucha contra el despotismo castrocomunista. No puede abrirse brechas de tiempo o metodología de lucha. La guerra empezó el primero de enero de 1959. Nuestros muertos, ilustres y muchos, merecen ese decoro. Si los tiempos dictan modos de lucha sin armas, esa postura debe de obedecer a ejercicios de táctica y no morales. El enemigo, feroz y despiadado, merita el peso más abrumador de nuestro plomo. Sin embargo, la empleomanía de la resistencia queda a la vertiente de las circunstancias y el usuario. No discriminemos a ninguno. Eso sólo alimentaría la durabilidad del régimen dictatorial, ahuyentando posibles conjeturas libertadoras.

Posturas que encubren escalas de ciudadanía basándose en geografía deben de ser rechazadas. Cuba es una: intramuros y en la diáspora. El Manifiesto se refiere a los cubanos “en el extranjero y en la Isla” con la misma singularidad de clasificación. El exclusivismo es una práctica que debe ser enterrado con el comunismo cubano.

Pese al tácito silencio de muchos libros de historia, nuestra lucha por la independencia contenía fuertes elementos de una guerra civil. El Maestro muy bien conocía esto. También del tacto histórico. Su guerra no fue contra el “español neutral y honrado”. Pero el ser “piadoso” con el arrepentido, y a la vez, “inflexible sólo con el vicio, el crimen y la inhumanidad”, allanó la postura que conduce al entendimiento de que Martí no toleraba la impunidad. La complicidad con la tiranía, y su tolerancia, no se enmarcaba en la república de amor del Apóstol. Séase el agresor un español o un cubano nacido. Tampoco debe hoy contemplarse conjeturas que, con amnistías, amparen a fraticidas y cleptómanos, dando así licencia al crimen y fomentando las bases para el resurgimiento mañana, del mal que combatimos hoy.

Creyente firme en la predestinación (de los hombres y los pueblos), Martí vislumbró, de los eventos que preparaban para Cuba, un efecto extraterritorial. Así también ahora. El doloroso calvario, amalgamado con el innato talento criollo y la predilección de la gracia divina, ostentan para la Patria repercusiones resplandecientes “para bien de América y del mundo”. El camino de Cuba, pasado, presente y futuro no permitirá la evasión de un universalismo, desproporcionado a sus límites geográficos.

El Manifiesto anotó los problemas de nuestra América palmariamente: el caudillismo, la corrupción, el monocultivo, etc. Su receta de instaurar una sociedad libre, con amplitudes políticas y económicas, era el mejor garante para promover el progreso y limitar los vicios. Lo sigue siendo.

La prodigiosa pluma del Maestro proclamó, para Cuba, un gran futuro. Pero eso sí, colmado de prerrequisitos. Cuando lanzó la guerra “sólo terminable por la victoria o el sepulcro”, la mediatización del problema cubano fue una bastardización del propósito. Hoy, contubernios con bloques y potencias extranjeras, protegiendo intereses comerciales y afinidades ideológicas, excavan posibilidades para salvar la tiranía de la guillotina histórica que ya dictaminó su sentencia. No podemos permitir esta monstruosa repetición. Lo que significó “victoria” para el Apóstol, tiene que así serlo para nosotros. La incondicional quiebra de la tiranía española que pregonó el Manifiesto de Montecristi, tiene que, transgeneracionalmente, aplicarse a sus homólogos represores modernos. Cualquier documento hoy, menos decidido a extirpar el mal que oprima la Patria en nuestros tiempos de forma absoluta, debe de ser impugnada.

José Martí, en Quisqueya, acompañado por Máximo Gómez aclamó que el momento para Cuba ya no esperaba más y oficializó, literalmente, la campaña emancipadora. Los parámetros fueron puros, no por sensibilidad idílica, sino por el sensato convencimiento de que la libertad mediatizada tiene muy corta vida y es inmerecedora de la sangre de nuestras mártires, donadas ante Cuba como altar. Toda propuesta de democratización debe de ser no menos clara y amplia. Clara, como la cristalina agua que reside detrás de la loma del morro (en Montecristi) y amplia, como la sonrisa de los montecristeños.

Cancelan sello en homenaje a fundación de la Fragua Martiana.

La Habana, 16 dic (RHC) En homenaje a los 55 años de fundada la Fragua Martiana, el 28 de enero de 1952, fue cancelado, en esta capital, un sello postal que recuerda esa próxima efeméride.

La estampilla expone la imagen del edificio y los rostros de Gonzalo de Quesada y Aróstegui y su hijo, Gonzalo de Quesada y Miranda; el primero albacea de José Martí, Héroe Nacional de Cuba, y el segundo, quien concibió la idea de crear este sitio para recordar al patriota.

Armando Hart, director de la Oficina del Programa Martiano, expresó que la Fragua Martiana, ha sido un centro de conservación, para las presentes y futuras generaciones de cubanos, del legado espiritual del Apóstol de la Independencia nacional.

Como un medio de promover el pensamiento martiano, defender su figura y ejemplo como escudo y fundamento de la identidad cubana, que continúa el accionar de ese emblemático sitio histórico, se constituyó este jueves el Comité de Instituciones Martianas.

Esta agrupación está integrada por las instituciones cubanas gubernamentales y no gubernamentales dedicadas al estudio, promoción y divulgación de la vida y obra de José Martí y para fomentar la búsqueda del nuevo pensamiento cubano para los siglos venideros, siempre desde la perspectiva de independencia y soberanía.

La Oficina del Programa Martiano, el Memorial José Martí, el Centro de Estudios Martianos, el Museo Casa Natal del Apóstol, la Biblioteca Nacional, el Movimiento Juvenil Martiano, entre otras, son algunos de los centros que integran esa organización de estudios.

El próximo 28 de enero, fecha en que se celebrará el aniversario 55 de la creación de la Fragua Martiana, comenzará a celebrarse la II Conferencia Internacional Por el equilibrio del mundo, cita que estudiará la situación actual del orbe, estado anunciado por el preclaro pensamiento del patriota cubano.

La Fragua Martiana se encuentra en el lugar exacto donde se hallaban las Canteras de San Lázaro, sitio donde el joven Martí sufrió los rigores del presidio, en 1870, conocidos mediante su obra El presidio Político en Cuba.

jueves, 14 de diciembre de 2006

José Martí y el Socialismo (*)

© Ángel Luis Martínez Acosta

Han sido innumerables los intentos velados o manifiestos de algunos intelectuales cubanos y extranjeros de presentar el pensamiento martiano como cercano a la ideología marxista. Este enfoque ha seguido varias tendencias y argumentaciones.

El punto de partida de esta práctica es la aceptación del planteamiento leninista de que: “La doctrina de Marx es omnipotente porque es verdadera. Es completa y armónica, y brinda a los hombres una concepción integral del mundo...(1) Esta afirmación es uno de los axiomas más importantes del marxismo-leninismo y es el principal fundamento teórico de la denominada objetividad y cientificidad de esta ideología. A partir de este presupuesto cualquier otra teoría que intente ofrecer respuestas a los innumerables campos de investigación es calificada de no científica.

Aceptado este axioma los comunistas cubanos se encontraron con un gran problema que pudiera ser expresado de la siguiente manera. Si Martí es el más genial y universal de los cubanos; si, además, vivió precisamente en la época de gestación del marxismo; y si su pensamiento puede considerarse como actual por la fuerza de sus conclusiones al punto de haber servido como inspiración de la revolución del 59 tal y como afirmara Fidel. Entonces, ¿cómo es posible que no evolucionara hacia la doctrina de Marx?

No es mi intención analizar aquí todas y cada una de las respuestas, ante todo, porque considero que el problema principal no está precisamente en las respuestas. En mi criterio la cuestión esencial radica en la propia formulación de la pregunta.

El “argumento” de mayor fuerza a favor de esta hipótesis es el que hace hincapié en las constantes afirmaciones de Martí de simpatía hacia la clase obrera, en las denuncias de sus condiciones de vida y de trabajo así como la crítica constante que hizo a la explotación a la que era sometida por los dueños del capital. Frases tales como que “un mundo amasado por los trabajadores se nos echa encima”, y otras de similar naturaleza, han sido utilizadas como “prueba” de la evolución del pensamiento martiano hacia el marxismo.

Esta tendencia a “apuntar” un pretendido acercamiento de Martí a las posiciones del marxismo está bastante extendida dentro de Cuba. La reiterada afirmación de Fidel de que la revolución cubana es el resultado de la fusión del pensamiento martiano y del pensamiento marxista es la que fijó el rumbo de las investigaciones hacia la demostración de esta afirmación.

Es bastante frecuente que en artículos, ponencias de eventos teóricos, trabajos de investigación, tesis de grado, etc., se encuentren afirmaciones como la siguiente: “Entre el socialismo y Martí había una distancia histórica: la de la Cuba colonial. Como conductor de una guerra que necesitaba el aporte de todos los factores sociales, Martí asumió, como tarea inmediata de su tiempo, la de unir a los sectores posibles de la sociedad cubana en la lucha independentista frente a España. Martí no fue un socialista por filiación, pero se hace necesario recalcar que Martí comprendió las razones vitales del socialismo." (2)

Este intento de presentar a un Martí -obligado por las circunstancias de la necesidad de unir a todos los cubanos para llevar a cabo la guerra de independencia- como conciliador de todos los intereses y corrientes opuestas, encuentra su expresión en el concepto de táctica revolucionaria. (3) De acuerdo con las interpretaciones de algunos autores marxistas la concepción estratégica martiana estaría orientada hacia posiciones cercanas al socialismo, pero estas mismas posiciones, en cuanto significaban el enfrentamiento entre obreros y capitalistas, tuvo que ser aplazada por la necesidad de unir a todos los cubanos en virtud de la guerra. Dicho de otro modo. Supuestamente en su concepción más general Martí simpatizaba con el socialismo pero las circunstancias de la lucha lo obligaron a no llevar a la prácticas estas ideas porque dividiría aún más a los cubanos. Y lo más triste de todo es que este falso argumento tiene desde hace mucho tiempo carta de ciudadanía entre intelectuales cubanos marxistas.

Otra línea de pensamiento, desarrollada fundamentalmente por marxistas soviéticos, es la de calificar a Martí como demócrata revolucionario. Hay que recordar que se definió así a los revolucionarios -fundamentalmente europeos del siglo XIX, y más específicamente a revolucionarios rusos- cuyo pensamiento seguía una lógica de evolución que encontraba su expresión de madurez en las posiciones del marxismo. De acuerdo con este razonamiento el pensamiento martiano, en el momento de su muerte, se hallaba en pleno proceso de madurez que tendía al marxismo.

Entre los “argumentos” que se utilizan para justificar esta conclusión se encuentran los contactos de Martí con socialistas españoles en la época de su primera deportación; en el hecho de haber sido electo como delegado a los congresos obreros durante su primera estancia en México; las declaradas posiciones a favor de los obreros ya mencionadas, así como la amistad que le unió a Carlos Baliño durante los años de la preparación de la guerra del 95 precisamente por la circunstancia de que Baliño fundara años después, junto a Julio Antonio Mella, el primer partido comunista de Cuba.

Hay otra consideración a tener en cuenta y es la pretendida “temprana muerte” de Martí a una edad (42 años) en que algunos autores dan por cierto que es cuando el hombre alcanza su plena madurez. De acuerdo con esta línea de pensamiento se argumenta que Martí no abrazó abiertamente, o no pudo llegar, a las posiciones del marxismo debido a que la muerte interrumpió un proceso de evolución que se manifestaba como lógico y natural hacia el socialismo.

Quienes hablan de esta supuesta evolución del pensamiento martiano hacia posiciones cercanas al marxismo pasan por alto varias cuestiones en mi criterio esenciales. En primer lugar, que el marxismo es sólo una de las respuestas del pensamiento socialista pero que en ningún caso ostenta la representación única. En segundo lugar, que la denominada cientificidad del marxismo es algo admitido sólo por los creadores y seguidores de esta doctrina. En tercer lugar, que la lucha en favor del progreso social y por el mejoramiento de las condiciones de vida de la humanidad no es algo privativo de los comunistas.

Si de calificativos se trata pienso que Martí era un librepensador que estaba mucho más cerca del liberalismo de mediados del siglo XIX, precisamente de aquel liberalismo en el que encontramos el elemento ético, de amor, de responsabilidad, de la posibilidad de cada individuo de desarrollar sus capacidades, que de las ideas del socialismo.

La relación entre obreros y capitalistas la enmarcó dentro de su doctrina de la conciliación tal y como afirmó en 1875 en la conferencia de filosofía en el Liceo Hidalgo, México, doctrina que se fundamenta en el amor y su papel en el desarrollo de los acontecimientos sociales. Pero va más allá.

En su razonamiento destaca la comprensión de que tanto el capitalista como el obrero son dos partes esenciales para la propia existencia del capitalismo y por esta razón señalaba la necesidad de aplicar fórmulas a través de las cuales tanto unos como otros se relacionaran en un marco de respeto y de consideración mutua. Se opone a las teorías socialistas de la época por su reclamo a favor del enfrentamiento social y por su aspiración a establecer un gobierno que se propugnaba como dictatorial.

Esta idea se inscribe también en su concepción de la política como capaz de cohesionar y poner de acuerdo a los varios factores de un pueblo heterogéneo por naturaleza. Martí se opuso a cualquier fórmula política que no reconociera el derecho de todos los ciudadanos a ejercer libremente sus derechos políticos tanto de asociación como de expresión pública de sus ideas. El ciudadano de un país libre -razonaba- debe participar activamente en la vida política utilizando, como única arma, el voto en las elecciones. La reflexión, el análisis, la búsqueda entre todos de soluciones que beneficien a la gran mayoría sin excluir a la minoría, son otros tantos métodos de quehacer democrático.

Esta libertad ciudadana no queda circunscrita sólo a la política sino que abarca todas las demás esferas de la vida social incluyendo a la económica. (4) Conocedor profundo de la esencia humana sabía perfectamente que existen diferencias en cuanto a la capacidad o habilidad para desarrollar un trabajo. De aquí que lejos de aceptar un igualitarismo abstracto y absurdo, propugnara la necesidad de crear condiciones suficientes para que cada persona pudiese desarrollar al máximo estas potencialidades. Critica a los pueblos que se conforman con un puesto remunerado o con un cargo de funcionario por cuanto limita la posibilidad de inventiva y de creación que son factores condicionantes para el progreso social.

Los problemas más importantes de carácter económico que existen hoy en Cuba son consecuencia, precisamente, de ese enfoque marxista de colocar todos los medios fundamentales de producción en manos del Estado y, como resultado, la aparición de un gran ejército de trabajadores sometidos a la voluntad y capricho de una nueva clase social, la de los funcionarios-dirigentes o también calificada como la “nomenklatura”. En estas condiciones los obreros pierden la posibilidad de desarrollar su iniciativa y de trabajar de manera independiente. Es el Estado quien rige cuánto tiempo y cómo se debe trabajar y es también quien reparte entre los más “dóciles” los bienes de consumo que no pueden ser adquiridos por otra vía.

Todo queda en manos de estos funcionarios del Estado quienes tienen control absoluto sobre la vida y la poca hacienda de los ciudadanos. “De ser siervo de sí mismo, pasaría el hombre a ser siervo del Estado. De ser esclavo de los capitalistas, como se llama ahora, iría a ser esclavo de los funcionarios. Esclavo es todo aquel que trabaja para otro que tiene dominio sobre él; y en ese sistema socialista dominaría la comunidad al hombre, que a la comunidad entregaría todo su trabajo.!" (5)

Creo que el análisis de Martí resulta concluyente y definitorio para determinar las verdaderas causas del estado de desastre que hoy Cuba es como nación en todos los sectores de la sociedad. A la luz de estas palabras problemas tales como el bloqueo (embargo) económico, escasez de materias primas, bajadas de los precios internacionales del azúcar, y otros de corte similar pasan a segundo plano en la búsqueda de lo esencial y definitorio. Porque la causa de todos los males se encuentran en la naturaleza misma del sistema político implantado en Cuba.

Relación de Notas:

  • (*) Fragmento (modificado) del Capítulo 3 del libro “José Martí y la República. Selección de Textos”, del mismo autor.
  • (1) V.I. Lenin. “Tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo”.
  • (2) Even Fontaine Ortiz, Matías Chapeaux, Pedro Suárez. “Martí: breve ensayo político.” Anuario del Centro de Estudios Martianos. No. 5. La Habana, 1982. Página 293. Ya en Julio Antonio Mella, fundador del primer partido comunista de Cuba en 1925, hay un llamado a analizar la obra martiana desde la perspectiva antiimperialista y a favor de la clase obrera en su trabajo “Glosando a José Martí.” En los años 40 el economista cubano Antonio Martínez Bello llegó a calificarlo abiertamente de socialista. Y esta línea fue seguida por Enrique Roig de Leuchering quien en su obra “José Martí y la República”, al citar el artículo que escribiese Martí sobre la muerte de Carlos Marx, sólo reprodujo los párrafos donde Martí elogia a Marx obviando las críticas.
  • (3) Similar recurso ha sido utilizado para explicar el concepto martiano de “con todos y para el bien de todos.”
  • (4) En este sentido son bastantes elocuentes las críticas que realizó al proyecto de estado socialista en los dos trabajos en que analiza la obra de Herbert Spencer “La Futura Esclavitud” y que se reproducen íntegramente en este mismo capítulo a partir de la página 109.
  • (5) Artículo sobre “La futura esclavitud”, de Herbert Spencer. En “La América.”Nueva York, abril de 1884. Tomo 15. Páginas 388 a 392

martes, 12 de diciembre de 2006

Autobiografía en verso.

Miralys Sánchez Pupo,
Colaboradora de Rebelde
Diciembre 8 del 2006, 1:00pm

José Martí resumió un breviario de su inspiración bajo la denominación de Versos Sencillos. Ellos constituyen un recorrido por la vida del patriota que todo lo entregó al futuro de la patria. En nuestros días se valora esa obra estilística como una muestra de su altura como intelectual por el dominio de la palabra para describir sus emociones más profundas, pero además son elemento esencial de una autobiografía en verso.

La poética martiana no puede alejarse de la constancia de su vida de guerrero por el futuro de Cuba. Esa condición lo colocó en Estados Unidos para trabajar por ella y el acoso hacia su entereza le quiso quebrar la magna espiritualidad y la tranquilidad como ser humano para seguir adelante. Pero un breve tiempo bajo la cobija de la naturaleza le sirvió de medicina en esos momentos de su vida.

El descanso obligado y momentáneo le llevó hacia las montañas de Catskills en las cercanías de la ciudad de Nueva York. Allí estuvo consigo mismo en una profunda introspección, mientras caminaba en medio de una atractiva naturaleza, que le permitía respirar con profundidad. Sus caminatas le llevaban a descansar con la cabeza sobre el suelo y la mirada hacia el cielo que las nubes respetaron con total silencio en su paseo por el cielo.

Los episodios de su vida también quisieron acompañarle y fueron buscando un espacio para su presentación poco a poco, pero con el interés de no ser olvidados en la mente del héroe, como si con ellos se cosiera su propia vida. De esta forma la memoria bordó el tejido de sus años y los momentos que más le impresionaron, aquellos que guardaba en su mente y le seguían por doquier, en la tribuna o el periódico, en la discusión o en sus cartas.

Las distancias de cada aspecto que pasaba por su mente no importó para guardarlas en la inspiración poética que conserva su vigencia, si del Maestro queremos conocer sus más profundos y tiernos pensamientos. Ellos son como una radiografía que sin ofender a la cronología, marcharon desde un corazón henchido de sentimientos y armas estilísticas para expresarse con soltura y nitidez.

La emotiva autobiografía en versos nos lleva a su segmento número seis. En ella leemos:

Si quieren que de este mundo
Lleve una memoria grata,
Llevaré, padre profundo,
Tu cabellera de plata.
Si quieren, por gran favor
Que lleve más, llevaré
La copia que hizo el pintor
De la hermana que adoré.

En cada línea aparece un recuerdo de sus muertos como huellas queridas. Ahí está su padre don Mariano, ahí está Ana, la hermana fallecida en México poco antes de su llegada a esa ciudad para reunirse con su familia. En esa capital su gran amor, el pintor mexicano Manuel Ocaranza, dejó constancia de la belleza de la joven que su hermano no pudo olvidar.

viernes, 8 de diciembre de 2006

PARQUE MAYOR GENERAL JOSÉ MARTÍ: Único de su tipo en el mundo

Martes, 5 de Diciembre del 2006 / 11:33:42

Al caer la tarde, en fila la gente, sale a la cañada el general, con Paquito, Guerra y Ruenes. ¿Nos permite a los tres solos? Me resigno mohino. ¿Será algún peligro? Sube Ángel Guerra, llamándome y al capitán Cardoso.

Gómez, al pie del monte, en la vereda sombreada de plátanos, con la cañada abajo, me dice, bello y enternecido, que, aparte de reconocer en mí al Delegado, el Ejército Libertador, por él su jefe electo en consejo de jefes, me nombra Mayor General. Lo abrazo. Me abrazan todos.

Así describe José Martí en su Diario de Campaña el momento en que el General en Jefe Máximo Gómez lo nombra Mayor General del Ejército Libertador el 15 de abril de 1895. ¿Es esta una decisión tomada por Gómez en un momento dado o eran los méritos del Maestro ante la Patria y la Revolución? Tres años antes, en carta a Fernando Figueredo de septiembre del 92, le expresa a este sobre el Apóstol:

¿Quién es Martí para atreverse a tanto?, pensarán algunos, y yo les digo: “Un cubano a prueba de grillete por ser cubano cuando apenas tenía bigotes.” He ahí una buena credencial. ¿Qué no se ha batido en los campos gloriosos de la patria? Pero puede batirse. ¿Y acaso solamente los que tiran tiros pueden y deben ser los depositarios de la confianza pública? ¡Pobres entonces y dignas de compasión las naciones donde los hombres raciocinan de semejante modo!

A 109 años de este histórico hecho, el 15 de abril del 2004 se inaugura en la Base de Transporte de Campismo Popular, en Holguín, un pequeño y hermoso parque con un busto de Martí, en el que lleva sus grados de Mayor General. Este acto sirvió de marco al evento provincial José Martí por una cultura de la naturaleza, convocado por la filial provincial holguinera de la Sociedad Cultural José Martí y que fue auspiciado por Campismo Popular.

El monumento, realizado por el destacado escultor holguinero Alberto Rodríguez Rodríguez, presidente en el territorio del CODEMA (Consejo para el Desarrollo de la Escultura Monumental y Ambiental), presenta una base de un metro en forma de bandera cubana y sobre ella el busto de Martí de 50 cm. Para su confección se emplearon dos técnicas, elemento directo y fundición en cemento. El conjunto está patinado con tratamiento de la bandera nacional en la base y tratamiento de bronce en el busto. Su parte conceptual se basa en la reafirmación de la identidad nacional y se encuentra ubicado en la Base de Transporte de Campismo Popular, en Carretera Central vía a Bayamo.

Leer más ...

domingo, 26 de noviembre de 2006

El apóstol no lo entendería, yo tampoco.

Oscar Sánchez Madan
Bitácora Cubana, 26 de noviembre de 2006 - Matanzas

Ningún patriota cubano, serio, podría creer que el apóstol de la independencia de Cuba, José Martí, el más brillante de nuestros pensadores, hubiese promovido alguna vez la triste idea de fundar en la isla un régimen semi-feudal como el castrista, que explota a los trabajadores y los condena a vivir esclavizados en una horrible miseria.

A pesar de las infinitas mentiras con que algunos detractores comunistas, que vinculan a Martí a las ideas leninistas, y de la forma grosera con que estos han distorsionado su pensamiento, el héroe nacional de Cuba durante su relativamente corta, aunque fructífera, vida, logró diseñar para su patria un admirable proyecto humanista y liberador que en nada se asemeja al espantoso sistema totalitario y de esclavitud posmoderna, que le impuso a la nación, especialmente a los trabajadores, la actual dictadura bonapartista con su fracasada ideología, rechazada hoy en el mundo entero.

Si para la privilegiada nomenclatura bolchevique los trabajadores somos simples mercancías de las que esta se vale para obtener sus lucrativas ganancias, como lo fueron para los colonizadores europeos Ti Noel, Mackandal y el resto de los negros esclavos africanos del Haití descrito por Alejo Carpentier, en su reconocida novela “El reino de este mundo”, para José Martí, quienes producen y prestan elementales servicios a la nación constituyen una apetitosa levadura de la que se alimenta para su sostenimiento el país.

En múltiples ocasiones el apóstol dejó bien clara su posición en relación con los trabajadores. Para él un pueblo es independiente, cuando quienes trabajan se benefician sin temor alguno de la participación en una economía libre. En tal sentido escribió, en 1884, en un trabajo publicado en la revista La América, de Nueva York, lo siguiente: “La independencia de los pueblos y su buen gobierno vienen sólo cuando sus habitantes deben su subsistencia a un trabajo que no está a la merced de un regalador de puestos públicos, que los quita como los da y siempre tiene el susto, cuando no contra el armados en guerra, a los que viven de él”.

Para el maestro la única manera de alcanzar la verdadera libertad de una nación y de los trabajadores, es garantizar el respeto a la propiedad privada, que es la que verdaderamente produce riquezas, así lo manifestó en una carta que con fecha 12 de agosto de 1886, envió, desde Nueva York, al director del periódico hondureño La República.

En dicha misiva señala: “No hay más remedio de asegurar la libertad en la patria y el decoro en el hombre que fomentar la riqueza pública. La propiedad conserva los Estados, un déspota no puede imponerse a un pueblo de trabajadores”. Mas adelante señala: “No hay acaso por ahora tarea mas patriótica en nuestros países que la de abrir campo ancho al trabajo personal y al erario fuente viva que permite la rápida creación de las vías y conductores de riquezas”.

Sabio el apóstol, cuando en ese mismo documento señala, que “allí donde los hombres no tienen un seguro modo honesto de ganarse el pan, no hay esperanzas de que se afirmen las libertades públicas”.

En la Cuba, donde impera desde hace medio siglo un despreciable régimen totalitario de corte marxista leninista, que ha fuego y sangre ha logrado someter a quienes a diario sudan la camisa, sacrificándolos en favor de las ambiciones personales de un grupúsculo de acomodados bolcheviques, algunos de los cuales no ejercieron por mucho tiempo sus profesiones u oficios, las ideas de Martí, sobre los trabajadores, están aun por materializarse. Es un deber moral y patriótico de cada cubano lograrlo.

Me resulta escandaloso el hecho de que un Estado que se autoproclama martiano, defensor de los obreros y campesinos y protector de los humildes, no les permita a estos percibir un salario promedio mensual que supere los 16 dólares y les impida fundar sindicatos independientes y ejercer el derecho a la huelga, expresarse libremente, y en fin, vivir en democracia.

Martí no podría entender que un estado que lo usa a él como bandera, en sus batallas políticas, se apropie del 95% del salario de los trabajadores, a quien encarcela cuando defienden sus derechos, aun por medio de acciones no violentas. Eso, el apóstol no lo entendería; yo, amigos lectores, tampoco.

sábado, 25 de noviembre de 2006

Inauguran en universidades dominicanas plazas dedicadas a José Martí.

Dos plazas dedicadas al Apóstol de la independencia de Cuba, José Martí (1853-1895), quedaron inauguradas este viernes en el Centro Universitario Regional de Santiago (CURSA) y la Universidad Abierta para Adultos (UAPA), en República Dominicana.

Los bustos del también conocido como Autor Intelectual del Asalto al Cuartel Moncada, fueron develados por el subdirector de la Oficina del Programa Martiano, Fernando Vecino, el embajador cubano, Juan Astiasarán, y autoridades universitarias.

En las modernas instalaciones del CURSA, en las afueras de esta ciudad del Norte dominicano y a 166 kilómetros de la capital, el rector de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Roberto Reyna, presidió la actividad de su filial.

Radamés García, director del recinto académico donde estudian unos 13 mil estudiantes en 23 carreras, destacó la presencia de Martí en esa ciudad en dos momentos del siglo XVIII, cuando preparaba la Guerra Necesaria en su Patria.

Vecino felicitó al CURSA por la hermosa plaza dedicada a una de las más grandes figuras americanas, en sus múltiples facetas de político, combatiente, pensador, periodista, filósofo, poeta y precursor del modernismo literario.

En ambos lugares, el también diputado cubano elogió la creación del escultor Andrés González, donde la imagen en piedra pareciera convertirse en un llamado a la acción y la lucha por las ideas, en defensa de las cuales murió en combate.

Al concluir, el rector Reyna pronunció una conferencia magistral sobre la vigencia del pensamiento martiano y destacó la trascendencia de su legado, sintetizado en el aforismo "Patria es Humanidad", por encima del tiempo y las generaciones.

Reyna invitó a los universitarios y al pueblo a descubrir a Martí en el amor, la virtud, la amistad, el patriotismo, la solidaridad, la firmeza frente a las adversidades, la confianza en sus ideas y el valor de su ejemplo.

Reiteró el agradecimiento de la UASD al Gobierno cubano y a su presidente Fidel Castro, por tomarnos en cuenta en este homenaje a Martí e invitarnos a beber en la fuente de sus ideas.

El rector de la UAPA , Angel Hernández, destacó el honor de tener la imagen de Martí en la plaza homónima a la entrada del recinto donde estudian casi cinco mil alumnos en ocho carreras, y subrayó sus valores humanistas para Nuestra América.

En ambos actos estuvieron presentes autoridades académicas, de la provincia Santiago y personalidades invitadas.(PL)

miércoles, 22 de noviembre de 2006

Citar a José Martí.

Algunos intelectuales cubanos hacen lecturas parciales del fragmento de la carta dedicada a su amigo Manuel Mercado.

Carlos Sotuyo, Miami
miércoles 22 de noviembre de 2006 6:00:00

Ha sido práctica de la enseñanza y de los políticos citar a Martí e interpretar sus afirmaciones como si fueran ellas mismas obras acabadas y no partes de un cuerpo más extenso y de ciertas circunstancias históricas. Una de esas lecturas parciales y que, por tanto, distorsionan el significado mismo del texto, es la que suele hacerse por algunos intelectuales cubanos del conocido fragmento de la carta que Martí le escribe a su amigo Manuel Mercado el día antes de morir en combate.

Me refiero a estas palabras: "…ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país y por mi deber (…) de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América". Los detractores de Martí lo califican de demagogo por el hecho de postularle a Cuba la misión de impedir la expansión norteamericana sobre el resto de nuestros países.

Si se lee la carta es evidente que Martí no postula a Cuba esa misión. En ella se expresa claramente una estrategia que personalmente ha asumido. Es el hecho mismo de la independencia de Cuba lo que impide a tiempo que Estados Unidos se extienda sobre las antillas. No está Martí creando un ejército para enfrentarse al poderoso norte; él sabe que ante la primera gran república moderna —a la que él mismo llamó en un artículo en que se opone a la anexión, la nación "más grande de cuántas erigió jamás la libertad"— lo que debe construirse no es una fortaleza militar, sino una democracia republicana.

Si continuamos leyendo la carta a Mercado, en el quinto párrafo, Martí le dice a su amigo que el estado de guerra en Cuba, en sí mismo, ya impedía la anexión. Conocedor de la política norteamericana, Martí sabía que Estados Unidos jamás aceptaría la anexión de un país en guerra, ni iba a contraer el compromiso odioso y absurdo de abatir con sus armas una guerra de independencia americana.

Para algunos puede resultar exagerado el temor de Martí por la expansión norteamericana. Pero basta leer la propia carta a Mercado para entenderlo. Ya en el tercer párrafo cuenta a su amigo cómo Eugenio Bryson, corresponsal del periódico americano The New York Herald, lo sacó de la hamaca para hablarle de la actividad anexionista y su conversación con Martínez Campos, quien le dijo a Bryson que "España prefería entenderse con los EE UU a rendir la Isla a los cubanos".

Si a estos puros hechos del momento, sumamos los artículos que aparecían en la prensa americana de la época pidiendo la anexión, los comentarios de los políticos, las declaraciones de los funcionarios que proponían a España la compra de la Isla —que fue el método que Estados Unidos empleó durante ese siglo para hacerse de Luisiana o de Alaska, por ejemplo—, se comprende que cualquier político responsable debía de tener razones para preocuparse, a menos de que fuera un anexionista, o que le importara un bledo la independencia de su país.

El hacedor, no el profeta

A esta polémica de las citas descontextualizadas contribuyen varios hechos: el estilo mismo, aforístico, de José Martí es uno. Habrá siempre una tendencia a convertir sus frases en apotegmas; pero esa no ha de ser la tarea de los intelectuales, para quienes un texto requiere de una interpretación íntegra. Otro factor es la carencia de estudios sistematizados de la obra de José Martí, aproximaciones que estén a salvo de la misma tendencia a la frase y a la idea aislada.

Abunda la tergiversación de las ideas de Martí con motivos políticos. Presentan a José Martí como un soñador, y no vemos en él al hombre que hizo lo que dijo: el hacedor, no el profeta —aunque hay profetas hacedores—. Nos reta además el hondísimo alcance de los estudios que escribió Martí sobre Cuba, Latinoamérica y Estados Unidos: la gravedad de la idea se resuelve en el encomio ligero o la iconoclasia de moda. Y finalmente creo que nos ahoga el fracaso —nuestro, muy contemporáneo— del proyecto de la República—. Entonces los hay que eligen ir a las raíces no para resembrarlas, sino para arrancarlas del subsuelo.

Mostrarán original de dibujo que un niño realizara al Apóstol cubano José Martí.

El original de uno de los cuatro dibujos que Bernardo Figueredo Antúnez realizara al Apóstol se ha guardado con celo durante 113 años.

Por: Luis Hernández Serrano
Correo: digital@jrebelde.cip.cu
22 de noviembre de 2006 01:52:10 GMT

El primer niño que dibujó a José Martí en toda la historia, al parecer, fue el dominicano Bernardo Figueredo Antúnez, hijo del camagüeyano Fernando Figueredo Socarrás —secretario y ayudante de Carlos Manuel de Céspedes—, y de la manzanillera Juana Antúnez Antúnez. El dibujo original —inédito hasta hoy—, se conserva todavía.

Según el licenciado Jorge Rolando García Perdigón, museólogo-especialista del Museo Casa Natal de José Martí, de Ciudad de La Habana, el original de uno de los cuatro dibujos que el muchacho realizara al Apóstol, guardado con celo durante 113 años, se expondrá en esa institución próximamente.

Hecho con tinta negra, a plumilla, sobre una cartulina, donde el maestro está de frente y de medio cuerpo, el dibujo se mantiene nítido y en buen estado. Mide 11,2 centímetros de largo por 7,5 centímetros de ancho.

El niño Bernardo, a la edad de 14 años, dibujó al autor de La Edad de Oro el sábado 23 de diciembre de 1893, cuando Martí tenía aún 40 años. Lo acompañaba en el coche Pullman de un tren que se dirigía de Cayo Hueso a Nueva York.

Bernardo, estudiante de Pintura de la Academia Abney, en Cayo Hueso, le hizo primero tres dibujos al Apóstol, en papel cuadriculado español, a fines de 1892 o principios de 1893, que no aparecen en la primera iconografía martiana, hecha en 1925 por Arturo O. de Carricarte, pero sí en la de Gonzalo de Quesada y Miranda, publicada por la Oficina de Asuntos Históricos del Consejo de Estado en 1985. Sin embargo, el cuarto es ahora que se publica por primera vez, en Juventud Rebelde.

Fernando y Juana se casaron en 1873 en la manigua cubana. Tras el Pacto del Zanjón, en 1878, se mudaron para Santo Domingo, donde nació el niño el primero de julio de 1879. De allí la familia pasó a vivir a Cayo Hueso, ciudad en la que conoció a Martí durante su primera visita a ese lugar, en 1891.

El Apóstol volvió al Cayo a mediados de 1893 y ocasionalmente se albergó en la casa de ellos. Tanto afecto sintió el Apóstol por el niño pintor, que le dedicó así un ejemplar del libro Stanley’s History or Through the Wilds of Africa (Historia de Stanley o Atravesando África): «A Bernardo, que es de los mejores de este mundo, porque es bueno, José Martí, N. York, 27 de julio de 1893».

Bernardo participó en la guerra de 1895 y alcanzó el grado de teniente. Al final de la lucha se fue a vivir a La Habana, donde desempeñó importantes cargos en el sector bancario. Murió con 93 años, en la capital cubana, el 27 de febrero de 1972.

martes, 21 de noviembre de 2006

Martí en The New York Times.

Posted on Tue, Nov. 21, 2006
CARLOS RIPOLL

El Partido Revolucionario Cubano se formó en Cayo Hueso y Tampa a principios de 1892. De regreso a Nueva York, Martí quiso integrar en el partido los grupos del exilio que allí lo apoyaban. A ese efecto se celebró una reunión de cubanos y puertorriqueños en el Military Hall, del Bowery. Por ese acto aparece en The New York Times por vez primera el nombre de Martí; dicen los titulares del 7 de marzo que se promovía una revolución y que los partidarios de la libertad de Cuba recaudaban fondos para la causa (Promoting a Revolution. Friends of Cuban Liberty Raising Funds for the Cause).

Mientras en Washington crecía el impulso expansionista, entre los cubanos aumentaba el número de los que estaban a favor de la anexión de Cuba a los Estados Unidos; un artículo en el periódico anunciaba a grandes titulares el 2 de agosto de 1892: Cubans Favor Annexation. Martí, antiimperialista, se lanzó entonces con mayor fuerza a torcer el ''destino manifiesto'' que de tiempo atrás se anunciaba para su patria.

A partir de ese momento, The New York Times sigue a Martí en su campaña por la Florida. Desde Cayo Hueso informa un corresponsal sobre su llegada procedente de Tampa. Lo recibió en el muelle una multitud de cubanos, recorrieron las calles precedidos por una banda de música y se dijeron discursos sobre el progreso de la conspiración en la isla. Luego, en Jacksonville, mil quinientos emigrados fueron a escuchar a Martí.

A partir de entonces el periódico se refiere con frecuencia a Martí como el ''general Martí'' (Gen. Marti). El 12 de marzo de 1893, desde Cayo Hueso afirma que la marina americana tenía listos dos cruceros para impedir una expedición armada a las órdenes de Martí (It is positively known that Gen. Marti will go with the expedition against Cuba); y con espíritu de burla reproduce la noticia de que los cubanos hacían prácticas militares en la playa, y que cuando no tenían fusiles llevaban escobas al hombro (If the supply of guns runs low, brooms are substituted).

Cientos de dibujos, quizás miles se han hecho de Martí. Que se sepa, el más antiguo es el que aquí se ofrece. Apareció en el periódico el 15 de abril de 1893 con una reseña de actos en San Agustín, Ocala, Tampa, Cayo Hueso y en el Hardman Hall, de Nueva York: era por el aniversario de la fundación del Partido Revolucionario Cubano. Otro aporte curioso que aparece en The New York Times es la traducción de un escrito de Martí anunciando el progreso de los planes para la guerra. Con el apoyo del general Máximo Gómez, en Santo Domingo, Martí estaba muy satisfecho de haber logrado también el del general Antonio Maceo, en Costa Rica. Escribió así una circular que el periódico tradujo y publicó en parte poco después: ''Somos un ejército de luz'', decía el original. ''No hay sorpresa ni desacuerdo que pueda detener nuestro camino hacia el triunfo. Los héroes de Cuba hoy trabajan juntos ¡Bendita sea nuestra patria!'' (We are an army of light. There is no surprise or discord that can check our march to victory The Cuban heroes are working together God bless our country!).

Iniciada la guerra, tres días después del Grito de Baire, en un despacho desde La Habana del 27 de febrero de 1895, The New York Times tilda de arrepentidos y cobardes a los que habían preparado la insurrección (Cuban Rebels Penitent. Those Who Were Fierce in New York Are Like Doves Elsewhere). El 1 de abril desembarcaron cerca de Baracoa Antonio Maceo, Flor Crombet y 21 hombres; y diez días más tarde, cerca de Santiago de Cuba, Martí, Gómez y sus 4 acompañantes. El 22 de abril, para desprestigiar la revolución dice el periódico que los insurrectos eran casi todos negros, con jefes incapacitados, y que el general Maceo se había suicidado (Cuba's Rare Insurgents. Mostly Negroes, With Poor Arms and Incapable Leaders. Maceo Kills Himself in Chagrin).

La noticia de la muerte de Martí la dio The New York Times el 21 de mayo. Tiempo después repitieron una infamia que empezó a circular a raíz de Dos Ríos: que hombres de Maceo, siguiendo sus instrucciones, lo habían asesinado. Después informó el periódico sobre el traslado del cadáver a Remanganaguas, a San Luis y al cementerio en Santiago de Cuba. De nuevo allí lo identificaron, y con cierto sarcasmo el periódico afirma que desde el punto de vista legal, y en toda la extensión de la palabra, ''el incomparable Martí'' estaba muerto (The one and only Martí is literally and legally dead).

El álbum de Clemencia Gómez en Villa Clara.

Fue José Martí quien reveló su existencia.

Por: Narciso Fernández Ramírez
18 de Noviembre de 2006

Vanguardia ofrece detalles desconocidos acerca del álbum de la hija mayor del Generalísimo Máximo Gómez, que incluye pormenores de su publicación y la dedicatoria que a ella le hiciera José Martí.

Es precisamente el Héroe Nacional quien revela la existencia de tan íntimo documento en una crónica publicada en la edición del periódico Patria el 29 de abril de 1893.

Muy propio de la época —en que la mayoría de las jóvenes recogía en un documento los testimonios y recuerdos de sus mayores afectos—, la hija mayor del matrimonio del dominicano Máximo Gómez y la cubana Bernarda Toro poseía el suyo desde que su padre se lo compró en la ciudad norteamericana de Nueva Orleáns, el 28 de enero de 1885, fecha coincidente con el cumpleaños 32 de José Martí.

Desde ese día, la niña, a la sazón con 12 años, había iniciado su llenado con un cariñoso reclamo a sus padres: «Mis queridos Papá y Mamá ya que tú me has regalado el autógrafo escríbeme un recuerdo tuyo. Yo te beso y te abrazo. Clemencita.»

Cuando Martí llegó a República Dominicana en 1892, en la preparación de la Guerra Necesaria, conoció de la existencia del álbum, y en él plasmó hermosas palabras que llegaron hondo al corazón del viejo mambí, de quien se había alejado abruptamente en 1884 por motivos del fracasado plan insurrecional Gómez-Maceo.

Nadie mejor que el visionario cubano para darse cuenta de que no había puerta más segura para penetrar de nuevo en el alma del patriota dominicano —al que no tenía otra cosa que ofrecer que la probable ingratitud de los hombres— que ganarse el afecto y cariño de su adorada hija, modelo de acrisolada virtud y probado patriotismo.

De ahí que, según sus propias palabras: «Hurtó el viajero su álbum a Clemencia, y le copió las páginas que sigue, y son espejo fiel de aquella casa.».

De igual manera, aprovechó el Maestro para dar a conocer también las sensibles dedicatorias escritas a Clemencia por sus padres, Gómez y Manana, así como la de su hermano Francisco, el valiente Panchito, quien caería años más tarde junto a Antonio Maceo en San Pedro de Punta Brava.

DERROTERO DEL ÁLBUM Y SU PUBLICACIÓN EN VILLA CLARA

Como señala el investigador Antonio Álvarez Pitaluga en el artículo publicado en Granma, las últimas líneas recogidas por la hija mayor de Gómez datan del 24 de mayo de 1903.

Por sus 18 páginas había transitado lo más selecto y valioso del pensamiento revolucionario cubano de fines del siglo XIX. Desde el héroe de Dos Ríos hasta la esposa del Titán de Bronce, María Cabrales. Sin que faltaran las firmas de los Mayores Generales Serafín Sánchez y Francisco Carrillo, ni las del doctor Eusebio Hernández, junto a otras más modestas, e incluso hoy desconocidas.

En 1922, muere Clemencia a la edad de 49 años sin dejar descendencia. Pasa entonces el documento a Margarita, su hermana menor, y de esta a las de su hijo Pedro Máximo Vargas Gómez, nieto del Generalísimo y sobrino suyo, quien fallece el 5 de junio de 1998 en Ciudad de La Habana a los 85 años.

En 1992, este último lo presta al maestro villaclareño Arístides Rondón, amante de la historia y amigo personal suyo, quien lo conserva en su poder y lo utiliza en varios eventos científicos.

Dos años después, Pedro Máximo autoriza su publicación, en carta que damos a conocer por vez primera. Sentidas palabras del nieto del Generalísimo que testimonian su amor por los villaclareños y la confianza depositada en el profesor Aristides, ya por entonces en el Instituto Superior Pedagógico Félix Varela, de cuyo centro es su historiador.

Doce meses más tarde, coincidiendo con el centenario de la caída en combate de José Martí y del inicio de la Guerra Necesaria, y a instancias del Dr. Ordenel Heredia, el documento se publica íntegro en el número 110 de la revista Islas de la Universidad Central de Las Villas.

Sus autores fueron el Doctor en Ciencias Pedagógicas Ricardo Pino Torrens, en misión de colaboración en Venezuela, y el propio Arístides Rondón Velázquez.

Con su edición, se daba a conocer una joya de la historiografía cubana, la cual había permanecido inédita durante más de un siglo en el seno de la familia Gómez.

Los que entonces tuvimos en nuestras manos el documento original sentimos la emoción de saber que allí, en esas amarillentas hojas rectangulares, habían plasmado sus ideas y sentimientos más íntimos hombres sumamente venerados por todos los cubanos.

Vimos y palpamos la letra nerviosa e inequívoca de Martí, la más tosca, pero bella y profunda, de Gómez, quien le escribiera a su hija frases tan amorosas como estas: "El perfume de tus castos pensamientos mantendrán siempre joven y alegre el corazón de tu amoroso Padre..."

También es sobrecogedora la dedicatoria de Bernarda Toro a su adolescente hija y la del malogrado Panchito, caído junto al Titán de Bronce Antonio Maceo en Punta Brava, quien le dijera a su hermana: "Yo te deseo una feliz vida aunque yo creo que no la tendremos hasta que no volvamos a pisar el suelo de nuestra Cuba."

Agrupación asturiana reclama atención para la plaza de José Martí.

Y. L./AVILÉS

La Agrupación Social Independiente de Avilés (ASIA) ha presentado un escrito en el Ayuntamiento en el que reclama atención para la plaza de José Martí. Esta organización considera que, una vez finalizadas las obras en la oficina de turismo, debería haberse recuperado ya los árboles que se retiraron de esta zona por motivo de esos trabajos, también cree debería resaltarse más a quién está dedicada la plaza.

En este sentido pide que el busto de José Martí sea colocado en el centro y que cuente con una placa en la que se haga una breve reseña a la biografía del personaje. También entiende ASIA que en la plaza deberían ondear permanentemente las banderas de Cuba y España, «como símbolo de la amistad permanente entre las dos naciones».

Esta organización política reclama una mayor vigilancia para la zona, para que se evite que se aparque tanto en la plaza como en otros puntos de la calle adyacente. Al respecto señala que es necesario la revisión del suelo y alcantarillado de la calle de Jovellanos, deteriorado por el paso de vehículos.

domingo, 12 de noviembre de 2006

Un hombre excepcionalmente amoroso.

Oscar Sánchez Madan
Bitácora Cubana, 12 de noviembre de 2006 - Matanzas

José Martí y Pérez (1853-1895), apóstol de la independencia de Cuba. Fue un hombre excepcionalmente amoroso. Amó a su esposa, sus padres, su hijo, sus amigos, y a todos cuantos le rodeaban, casi con el mismo amor con que el Jesús de la Biblia amó a sus amigos y a sus propios enemigos.

El régimen militar castrista, sin embargo, a lo largo de estos horribles 48 años de totalitarismo leninista, ha distorsionado groseramente la más importante faceta de su carácter: el amor.

Nos ha vendido a un Martí, que, supuestamente, odiaba a sus enemigos. En tal sentido, y malintencionadamente, los comisarios de La Habana han utilizado unas sentidas palabras de nuestro héroe nacional escritas en su primer ensayo teatral, el drama patriótico simbólico Abdala -publicado el 23 de octubre de 1869, en el único número del minúsculo periódico de su propiedad La Patria Libre-, para sembrar en nuestro pueblo un odio visceral a Estados Unidos y a las naciones y personalidades del mundo civilizado y democrático.

En dicha obra puede leerse “ El amor, madre, a la patria,/ no es el amor ridículo a la tierra,/ ni a la yerba que pisan nuestras plantas; es el odio invencible a quien la oprime, es el rencor eterno a quien la ataca ”.

Es cierto que en estos versos el maestro define el amor a la patria como “el odio invencible a quien la oprime”, y como “el rencor eterno a quien la ataca”. Pero no debemos olvidar, que en el momento en que fue escrita y publicada Abdala, el apóstol era un adolescente de sólo 16 años, afectado por las singulares particularidades generales de esa compleja etapa del desarrollo del ser humano, donde comenzamos a ser jóvenes cuando todavía no hemos dejado de ser niños, y en la que el ímpetu, la pasión extrema y la inexperiencia están a la vuelta de la esquina esperando para sorprendernos una y otra vez, mientras nos empeñamos en conquistar la independencia de todo y todos por medio de nuestra rebeldía imberbe.

Si considerásemos cómo éramos nosotros mismos a la edad de 16 años podríamos perfectamente comprender a aquel Martí, quien casi niño escribió sobre su odio y su rencor por los enemigos de Cuba, máxime cuando sabemos que él era testigo de los maltratos físicos a que estaban expuestos los negros esclavos traídos de África por los conquistadores españoles.

Nadie puede negar que hasta los propios organizadores de sus obras completas, publicadas por la editorial Ciencias Sociales de La Habana, en 1975, reconocen que Abdala es una obra de adolescencia rebelde.

La deslumbrante carga de amor que el apóstol llevó siempre consigo no pueden ocultarla los talibanes bolcheviques de La Habana por mucho que lo intenten.
Los regímenes dictatoriales, como el castrista, necesitan, ¡de qué manera!, justificar sus actos de odio, es decir, sus crímenes. Por eso tergiversan la historia, de tal manera, que aun José Martí, amoroso, liberal, humanista y demócrata, lo transformaron, que Dios los perdone, en un ser detestable que supuestamente adoraba la dictadura de partido único y los escandalosos abusos que esta comete en nombre del pueblo y de un presunto ideal mesiánico.

En Abdala, es cierto que el héroe nacional menciona los conceptos de odio y rencor con mucha fuerza, pero la idea central de dicha obra radica en el amor que debemos sentir por la patria, la justicia y la libertad. Son estos conceptos que el maestro defiende en una carta fechada el 18 de mayo de 1894 dirigida a sus amigos, los señores Jorge Jackson y Salvador Herrera.

El Martí que ya no era un adolescente, porque para esa fecha ya había cumplido los 41 años de edad y se hallaba en la plenitud de su vida, escribe: “el amor de la patria es en mi el ardiente amor de la justicia y el bienestar del hombre y el arte de alentar su derecho sin lucha violenta e innecesaria contra todo lo cuanto se le opone”. ¡Cuan diferentes estas palabras de aquellas escritas en su adolescencia! ¿Podemos afirmar que Martí se contradice? No. Debemos entender, y eso es lo que no ha querido hacer el castrismo, que el apóstol había madurado con el tiempo.

ara comprender bien a José Martí, es imprescindible realizar un estudio serio e integral de su obra y observar su pensamiento en constante evolución. Es necesario apartarse de todo partidismo, sobretodo de posiciones oportunistas.

Definitivamente tengo que reiterar que Martí, el más universal de los cubanos, el hombre que dijo que “los niños son la esperanza del mundo, porque ellos son los que saben querer”, no albergaba odios en su corazón. No podía odiar el patriota que nos enseñó que la guerra por la independencia no se organizó contra el español, sino contra la España colonial.

Sólo los mentirosos y los oportunistas, los que integran el bando de los que odian y deshacen, pueden encontrar en Martí odio, y utilizar su figura para atacar a los supuestos enemigos de Cuba.

El apóstol amaba con la inteligencia, la pasión y la fidelidad, conque sólo un ángel puede amar al creador.

Cuba tiene un parque en Tampa.

Por Alexandra Zayas
© St. Petersburg Times


Parque José Martí - Foto de Archivo

TAMPA. Tres cuadras al este, resuenan los sonidos especiales en las 20 salas de los cines Muvico. Una cuadra al sur, los trasnochadores van de bar en bar con música de fondo. Pero por la noche, todo es tranquilidad en el verde parque cercado José Martí Park.

La mayoría de los transeúntes no le prestan mucha atención al parque de 0.14 acre en el 1301 E. de la Octava Avenida. Pocos saben que si entrasen al mismo podrían disfrutar de una visita sin necesidad de visa al suelo cubano. Así, literalmente.

Los historiadores de la University of South Florida lo comprobaron hace 30 años. Los expedientes de propiedad del Condado Hillsborough lo muestran. Los funcionarios de Parques y Recreación de Tampa lo confirman: El parque, dedicado al héroe de la independencia cubana, poeta y orador, José Martí, es propiedad de la República de Cuba desde 1956.He aquí lo que un equipo de Estudios Internacionales de la universidad encontró durante una investigación que llevaron a cabo en 1976 y que se publicó en la revista de la Sociedad Histórica de Tampa, The Sunland Tribune, en 1977:

En esos terrenos estuvo una casa de huéspedes propiedad de la patriota afrocubana Paulina Pedroso. Cuando Martí venía a Tampa, en sus esfuerzos por liberar a Cuba del dominio español, a menudo se hospedaba allí. Fue en esa casa de madera donde se recuperó de un intento de asesinato, mientras que el esposo de Paulina, un tabaquero de nombre Ruperto, lo cuidaba. Según las leyendas, el sonido de la pluma de Martí escribiendo, podía oírse afuera en el silencio de la noche.

Martí murió en el campo de batalla en 1895 y Cuba se hizo independiente. Los Pedroso se mudaron a Cuba en 1910 y vendieron la propiedad. Pasó por varios dueños y en 1951 fue comprada por un matrimonio de La Habana que quería darle la propiedad al estado cubano como un tributo a Martí.

En 1956 ellos traspasaron la propiedad a “el Estado Cubano”, o sea la República de Cuba. El gobierno de Fulgencio Batista aceptó oficialmente la propiedad y el Cónsul norteamericano en La Habana certificó la transacción.

La casa fue demolida y el gobierno de Batista donó el dinero para hacer un parque. Luego, en 1959, Fidel Castro tomó Cuba y todo se hizo confuso.

“El parque fue establecido cuando Cuba era libre y democrática,” dijo la vocera del Parques y Recreaciones de la ciudad, Linda Carlo. “Una vez que se convirtió en un país comunista, la ciudad se enfrentó al problema de ¿qué hacemos con él?’”

Los funcionarios de la ciudad decidieron que mantendrían el alumbrado y regadío del parque, pero que lo pondrían en manos de la comunidad cubano americana de Tampa. Puede que ellos no supieran cuán dividida estaba la comunidad, y todavía lo está hoy en día.

A principios de los años sesenta, el parque era el centro de enfrentamientos entre cubanos pro Castro y anti Castro, dijo la historiadora de West Tampa, Maura Barrios. Esa tensión no ha desaparecido.

En 1990 el ex Alcalde Sandy Freedman entregó la administración del parque a un grupo de activistas anticastristas llamado el Centro Histórico y Cultural Cubano, que es el que todavía lo administra.

El grupo está dirigido por el coronel retirado del ejército de los EE.UU., Orlando Rodríguez, y un grupo de ex prisioneros políticos cubanos. El abogado Ralph Fernández paga los impuestos.

En 1999 un grupo de cubanos más liberales que están en contra del embargo, pero que también consideran a Martí su héroe, se reunieron en el parque para recoger ayuda humanitaria para enviar a la isla. Los exiliados se les enfrentaron en la entrada del parque con bocinas y cartelones de protesta que decían, “Castro quiere su dinero, pero odia su valor.” Maura Barrios, que trabajó como voluntaria para recoger la ayuda dijo que la protesta se hizo intimidadora y los organizadores tuvieron que llamar a la policía.

Desde entonces, dijo Barrios, los cubanos que estén en contra del embargo no pueden entrar al parque.

El parque está abierto de 8:30 a.m. a 1:30 p.m. de lunes a viernes.

Si alguien quiere entrar al parque durante el fin de semana, tiene que llamar al número de teléfono que aparece en la entrada, que es el de la casa de Rodríguez.

“Pero es preferible si uno se ajusta al horario. Si no cada vez que alguien llega estarían llamando para que les abriesen.” Rodríguez no niega que el parque se mantiene cerrado por motivos políticos. El brazo de la estatua de Martí ha sido roto varias veces. El considera que ha sido vandalismo pro Castro.

Rodríguez dice que él y el grupo de cubanos exiliados son “guardianes” del pequeño pedazo de tierra cubana libre. Pero esa protección, dicen los críticos, es a costa de la libertad de expresión.

Definiendo la democracia.

El grupo de Rodríguez pintó de blanco la estatua de Martí que antes era de color bronce, para simbolizar la pureza del mensaje de Martí sobre la democracia y para que fuese igual a las estatus de mármol blanco de Martí que hay en Cuba.

A ambos lados del camino de entrada hay árboles en macetones con el nombre de las provincias históricas de Cuba. En los macetones hay tierra cubana traída de la provincia respectiva. Para los cubano anticastristas y pro embargo, esto es lo más cerca que estarán de su patria antes de morir – una tierra que dejaron porque sentían que habían perdido sus libertades.

Rodríguez ve cualquier indicio de simpatía hacia la Cuba de Castro como una invasión de su patria. “Nosotros representamos a la república cubana,” dijo el abogado Ralph Fernández. ¿Por qué hemos de dejar entrar a estos ‘rojillos’ a denigrar lo que José Martí defendió?”

Barrios encuentra irónico que gente que defienda la democracia limiten la libertad de expresión en territorio cubano libre.

Rodríguez dice que en definitiva algunas expresiones son una amenaza a la democracia. “Que gente que representa un sistema totalitario como el de Castro hable de libertad de expresión, da risa,” dijo Rodríguez. “Eso es lo menos que ellos representan. En medio de todo el alboroto, la estatua de José Martí tranquilamente observa todo tras las rejas la mayor parte del día.

sábado, 11 de noviembre de 2006

Apóstol cubano José Martí murió con insignia del patriota Carlos Manuel de Céspedes.

La escarapela o insignia mambisa se encuentra entre las cerca de 120 piezas que se exhibe el Museo Casa Natal del Apóstol, en La Habana

Por: Luis Hernández Serrano

Correo: digital@jrebelde.cip.cu

10 de noviembre de 2006 02:30:38 GMT

Escarapela o insignia mambisa

Escarapela o insignia mambisa. Foto: Roberto Suárez

La escarapela o insignia mambisa entregada a Carlos Manuel de Céspedes, luego de ser nombrado en 1869 Presidente de Cuba en Armas, fue la misma que llevaba José Martí en su pecho cuando cayó en Dos Ríos, en 1895.

Este distintivo, una de las piezas más importantes entre las cerca de 120 que se exhiben en el Museo Casa Natal del Apóstol, ha sido colocada en lugar preferencial de la primera sala de la institución.

El valioso objeto, que ya tiene 137 años, mide 6,6 centímetros de largo y 5 de ancho, y es una diminuta bandera cubana con sus colores. Fue bordada especialmente para Céspedes por jóvenes bayamesas, en tela de reina con mostacilla o pequeñitas cuentas de vidrio agujereadas.

El joven museólogo y especialista Jorge Rolando García Perdigón, al explicar a JR el derrotero y las características de la pieza, precisó que al ser destituido de su cargo, Céspedes la entregó de recuerdo a su secretario y ayudante, el coronel camagüeyano Fernando Figueredo Socarrás, quien la regaló a Martí a principios de 1895, cuando este partió rumbo a República Dominicana para venir a Cuba posteriormente.

Cuando fue ascendido a Mayor General por el General en Jefe Máximo Gómez, Martí puso la escarapela en su camisa, y con esta cayó. De allí la recogió el coronel español José Jiménez de Sandoval, quien a principios del siglo XX —junto con el cortaplumas y las espuelas de Martí— la entregó a Justo Gálvez, ministro de Cuba en Madrid.

En 1964 la Dirección de Patrimonio hizo llegar a la Casa Natal este símbolo, que unió para siempre en la historia a los dos jefes de las guerras de 1868 y 1895.

Develan efigie de José Martí en universidad colombiana.

La Habana, Sábado 11 de Noviembre
Por Por Alejandroi Gómez, enviado especial

Bucaramanga, Colombia, 10 nov (PL) Una efigie del Héroe Nacional cubano, José Martí, engalana desde hoy el pasillo central del edificio de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Industrial de Santander (UIS), en Colombia.

El embajador de Cuba en este país, José Antonio Pérez Novoa, y el vice-rector académico de la UIS, Álvaro Gómez, develaron la efigie de Martí, que estaba cubierta por las banderas cubana y colombiana.

Leer más ...

miércoles, 25 de octubre de 2006

La patria grande es Nuestra América.

Año 6 25/10/2006 12:49
Autor: MERCEDES SANTOS MORAY

Desde su juventud, el Apóstol José Martí insertó a su Cuba amada en el proyecto mayor de su liberación, no solo en la contextualidad geográfica de las Antillas y el Caribe, sino en el universo de lo que él, desde entonces, comenzó a nombrar como "Nuestra América", ese territorio y comunidad de intereses, etnias, tradiciones, culturas e historia que se expanden desde el Río Bravo hasta la Patagonia, y cuya vigencia se subraya en nuestros días, como un implícito reclamo de los padres fundadores, escenario histórico de la independencia cubana.

José Martí vivió años de destierro en España durante su adolescencia, y también la experiencia de las que él llamó "dolorosas repúblicas" nacidas en el proceso del liberalismo decimonónico en México, Guatemala y Venezuela.

También presenció en su calidad de testigo excepcional la construcción de la Modernidad, durante los tres lustros de su exilio en los Estados Unidos, mientras ese país emergía de la guerra civil, abría su espacio a miríada de emigrados, y avanzaba tecnológica, cultural y socialmente hacia la era de los monopolios, el capital industrial y financiero, definiendo su política voraz, que lo convertirían, en la próxima centuria, en una potencia a escala mundial, particularmente significativa en el desarrollo histórico de los pueblos de América a los que veía como su "traspatio natural", en la política expansionista del imperio.

Ambos horizontes, y tales experiencias históricas, permitieron al cubano José Martí convertirse en el continuador legítimo del ideario bolivariano, ante las nuevas realidades política, económica y social del trasvase entre el siglo XIX y el XX.

Desde su sensibilidad humana, avalada también por su condición de artista y de poeta, pudo Martí revistar el pensamiento de Simón Bolívar y de los próceres de la independencia, y construir un proyecto que desde la independencia de Cuba y Puerto Rico, se tradujera en aquella estrofa, que para él faltaba en el poema de 1810.

Así, el latinoamericanismo martiano, deudor del bolivariano, desde sus orígenes se enfrentaría a las manipuladoras ideas del panamericanismo y abordó, en medio de la emergencia del imperialismo norteamericano, las perspectivas de desarrollo de los pueblos de Nuestra América, como parte indispensable del equilibrio del mundo, teoría política que trasciende su época y cobra mayor vigencia en nuestros días.

Los valores propios del llamado por él hombre natural, del proceso histórico de la construcción de las identidades, la cultura como manifestación de las esencias y no de las apariencias, en defensa del perfil auténtico y con mirada orgánica, nunca mimética ni dependiente, se manifiestan igualmente en el proyecto martiano de una América otra.

Su presencia en las sesiones de los congresos realizados en Washington, donde se gestó la política expansionista del panamericanismo en el área continental, y su temprana defensa del diálogo, de igual a igual, con todos los pueblos y naciones del mundo como vía de desarrollo, avaló también la formación de esta doctrina política profundamente revolucionadora, que se asienta en las necesidades históricas de América Latina y el Caribe, en la cual los pueblos del subcontinente encuentran todavía respuesta a sus propios y complejos problemas.

Cuba, América Latina y el espacio más abarcador que él calificó como Patria, al afirmar que "Patria es Humanidad", permitieron al genio político de José Martí adelantarse a sus coetáneos en el diseño de un programa liberador que no se limita a esquemas ni fórmulas superestructurales, sino que se desplaza hacia el corpus de la historia, en toda la diversidad manifiesta entre los pueblos latinoamericanos y caribeños, insertos en el contexto mayor de la especie humana como destino.

Uno de sus textos más lapidarios, el conocido ensayo Nuestra América, así como también sus discursos sobre Bolívar y el nombrado Madre América, pronunciados por José Martí en la Sociedad Literaria Hispanoamericana, en Nueva York, responden a una línea de pensar complejo, de profunda médula dialéctica que se apropia, por la vía epistemológica, de la historia y la somete a una demoledora crítica desde el análisis de todos y cada uno de los períodos, desde las culturas aborígenes hasta la colonia y la república.

Hombre de su tiempo y de todos los tiempos, José Martí supo articular un proyecto de cambio, profundamente enraizado en los acontecimientos y sucesos de la historia latinoamericana y caribeña, bien conocidos por él y sometidos también a un pensamiento crítico, en el que se manifiesta además la apropiación del legado filosófico de su época, no para emular con este ni para aceptarlo pasivamente, sino como instrumento de estudio, siempre adecuado a las propias realidades políticas, económicas y sociales de Nuestra América.

Quien como José Martí se manifestó en múltiples esferas de la vida, desde la creación literaria al periodismo y a la acción política, al organizar y preparar un programa y una acción revolucionaria que condujera al pueblo cubano a la última guerra de independencia, pudo construir su teoría y dar énfasis práctico, desde la apropiación también legítima de la experiencia histórica de las naciones y culturas de América Latina.

Es desde esta mirada suya que José Martí nos lega un pensamiento dialéctico, coherente y complejo, que responde no al voluntarismo sino a las demandas y urgencias de la propia historia de América y del mundo, y la propia vida lo ha demostrado, como en el pasado siglo XX, en el cual, como en estos primeros años de la actual centuria, las líneas de la política martiana resplandecen no como utopías infranqueables, sino como propósitos realizables a favor de las masas más humildes, que no conocen todavía, a pesar de la independencia formal de nuestras repúblicas, la justicia social y la cultura.

---------------------------------------------Fuente: EXCLUSIVO, 25/10/06

martes, 24 de octubre de 2006

Intelectuales disertan en Madrid sobre el Martí modernista y el institucionalizado.

Como parte del ciclo Clásicos de la Modernidad, la Casa de América de Madrid presentó este lunes la conferencia José Martí: Patria y poesía, con la participación del poeta y ensayista Antonio José Ponte y el académico español Carlos Javier Morales, quienes abordaron opiniones encontradas.

Profesor de Literatura en el Instituto Isidra de Guzmán de Alcalá de Henares, Morales habló de Martí como "iniciador de la modernidad, al menos en la literatura en lengua española", y señaló que se trata de un autor "hoy por hoy, poco leído en España, aunque los estudios martianos en los últimos 15 años se han incrementado muchísimo".

En este sentido, el profesor comentó que Martí "llega un poco tarde al lector español" porque siempre se ha pensado que Rubén Darío "es el gran autor del Modernismo y cuando se habla de Martí es como un precursor".

Según Morales, José Martí es "un intelectual, un líder político moderno, en cuanto que sabe distinguir la acción de la palabra poética" y en su literatura "no hay peligro de didactismo ni contenidismo".

Asimismo, añadió, "se anticipó en su obra a autores cumbres de la literatura en lengua española e hispanoamericana", como César Vallejo, y "habla del hombre en su vivir cotidiano, existencial, que es propio de la filosofía más genuina del siglo XX".

En palabras del académico, Martí "se adelanta a esa vertiente que se considera postmoderna (…) donde el hombre se hace centro otra vez con su preocupación inmediata (…) Es universal, pero está empapado en su vivir cotidiano sin dejar de ser un hombre crítico".

"Si pasamos página a los grandes temas de la Modernidad, Martí abarca un espectro más amplio de preocupaciones y no por ello desmerece literariamente", apuntó Morales.

Imponer la exclusividad de un clásico

En cambio, desde su "impresión personal", Antonio José Ponte se refirió a la "sofocación martiana" dada por la saturación que existe entre los cubanos de la obra y figura de José Martí, "llamado Apóstol en una orilla y Héroe Nacional en otra".

"No es raro que un régimen político como el cubano actual, regido por un único líder y donde la legislación vigente sólo admite la existencia de un partido político, imponga la exclusividad de un clásico", dijo.

Ponte explicó que "para tal imposición, se hace necesario expurgar de la obra de José Martí ciertas piezas de difícil acomodo. Y se procede entonces a privilegiar frases que, de tanto repetirlas en lemas, hagan olvidar a las demás, por peligrosas que resulten".

El ensayista comparó los puntos de vista del exilio y de las autoridades de la Isla a partir de dos artículos publicados recientemente en la prensa de Miami, y agregó que "es de esperar que en la dispersión del exilio muchos cubanos acudan al ejemplo de Martí, capaz de vislumbrar desde su exilio una Cuba adonde regresar".

"No pierdo de vista en la Isla y en el exilio, la profunda extrema ridiculez de esas defensas, la fiebre con que han sido pronunciadas (…) Vale preguntar cuánto propicia la obra escrita de José Martí los usos que se hacen de ella", afirmó.

Ponte se preguntó si "acaso la ridiculez de sus seguidores, el anacronismo, ¿no es despertado por la ridiculez o anacronismo del ídolo?".

Y al comparar a Martí con Darío, dijo que las "mismas calidades dudosas (de Darío) difícilmente encuentran perdón en Martí, cuando de antemano viene dicho que son sagradas, adorables, y que entramos en ella en lo religioso".

En relación con los contemporáneos, añadió, "la diferencia es que ninguno de estos intenta imponerse tan rotundamente sobre el lector, ninguno tuvo tan urgente misión. Y sobre ningún otro se han volcado tantos seguidores. Porque ninguno ha provocado a tantos sacerdotes, en un amago de religión de Estado".

Para concluir, Ponte expresó: "leído dentro de esa atmósfera religiosa, como me tocó leerlo a mí, José Martí resulta insoportable (…) Hasta el punto que a veces he deseado acercarme a sus páginas como si se tratara de un autor desconocido al que traducen por primera vez al español".

Según el autor de El libro perdido de los origenistas, tras esa lectura de Martí se vislumbra una figura "discutible como autor y como hombre, porque un clásico, aun cuando parezca un ente bastante fijo, es un ente en discusión, continuamente haciéndose y deshaciéndose, fundándose y arruinándose".

"Mejor entonces que el Martí que he leído hasta hoy, el que llegaré a leer", agregó.

lunes, 23 de octubre de 2006

Mesa redonda 'José Martí: Patria y poesía' en Casa de América

lunes 23 de octubre de 2006

Mesa redonda José Martí: Patria y poesía, como parte del ciclo Clásicos de la Modernidad. Con la participación de Carlos Javier Morales, profesor de Literatura en el Instituto Isidra de Guzmán de Alcalá de Henares, y el poeta y ensayista Antonio José Ponte. Presenta y modera: Carlos García Gual.

El lunes 23 de octubre, a las 19:30 horas, en la galería Americana de Casa de América (Paseo de Recoletos 2; www.casaamerica.es).

domingo, 22 de octubre de 2006

José Martí, Antología poética.

Página/12
LibrosDomingo, 22 de Octubre de 2006
Por Sonia Santoro

/fotos/libros/20061022/notas_i/libro05.jpgJosé Martí es una figura insoslayable de las letras y la política latinoamericana de todos los tiempos, máximo prócer y padre de la independencia cubana, prolífico escritor y poeta. Martí fue testigo de algunos de los hechos fundamentales de la historia contemporánea como el procesamiento de los Mártires de Chicago, la conferencia Panamericana en Washington, los mítines de inmigrantes socialistas y anarquistas. Tras su temprana muerte, dejó una vasta obra, cuya edición, en nuestro país, corrió diversa suerte. La especialista en Literatura Latinoamericana, Susana Cella, selecciona y prologa esta antología poética, destinada, especialmente, a la escuela media, con una precisa introducción para comprender la poesía martiana, sin dejar de lado los espíritus curiosos. El volumen reúne lo más excelso de su producción poética: Ismaelillo –dedicado al hijo que tuvo con Carmen Zayas Bazán–, Versos Libres –que no publicó en vida–, Versos Sencillos –donde se encuentra la letra de la famosa “Guantanamera”–, Versos Varios –que reúne algunos de sus poemas más sublimes (“Cual incensario roto huye el perfume/ así de mi dolor se escapa el verso/ me nutro del dolor que me consume./ De donde vine, ahí voy: al Universo”), y Versos de la Edad de Oro– bajo cuyo nombre se publicaron cuatro números de poemas para niños. Asimismo, presenta las primeras composiciones rimadas y versos de circunstancia, más una serie de preguntas bajo el título “Lectura de la Poesía” para orientar su estudio y apreciación.

Martí fue un precursor del modernismo y su más claro antecedente latinoamericano sin ser un típico modernista, al estilo de Darío. Sin embargo, en palabras de Cella, comparte con ellos “el afán de hallar un timbre nuevo”, rescatar lo mejor de la tradición de la lengua. Sus versos proyectan una poética inédita para su tiempo, con “sonoridades difíciles” pero de una delicadeza y ternura, especialmente en la relación padre-hijo varón, inusitada no sólo para el momento en el que fue creado sino incluso al día de hoy. Al mismo tiempo, da cuenta de un programa literario donde “el verso escultórico, vibrante como la porcelana... espada reluciente” es una lengua bayoneta –como diría Dylan Thomas– que sirve para revolucionar, y que habla de un tiempo en el que la poesía tenía una función social concreta.

Que el padre de la patria de Cuba tenga ese corazón fuerte, blando, grave, escribiendo versos y no máximas coercitivas, como San Martín a su hija Merceditas, explica muchas de las diferencias entre la isla y el resto de Latinoamérica. José Martí sigue siendo un modelo cabal de hombre, una figura ideal y un poeta mayor cuya producción literaria continúa a la espera de circular en la Argentina como mucho más que un prócer libertario, como si eso no fuera ya suficiente.

lunes, 16 de octubre de 2006

Siempre nuestro Martí.

Angelita Soto Cobián,
Periodista de Rebelde
Octubre 16 del 2006, 9:30am

Le tomo algunos datos a mi admirado colega y amigo Luis Hernández Serrano para informarles que la almohadilla de olor que la célebre "niña de Guatemala" regaló a nuestro José Marti hace 129 años fue situada junto al buró y la silla donde el Apóstol de Cuba firmó la orden de alzamiento el 24 de febrero de 1895, que atesora la Fragua Martiana, en la capital cubana.

Según informó el profesor y museólogo Regino Sánchez Landrián, "aunque todas las reliquias del Apóstol poseen ternura, ésta es la más tierna". También destacó el hecho de que este recuerdo se haya conservado durante tantos años.

La almohadilla es rectangular, mide 37,5 centímetros de largo, 25 de ancho, tres de grosor y pesa alrededor de una libra. Un cordón dorado cierra sus contornos y termina en cuatro lazos. Su tela, lanca y rosada, está bordada con ramas y flores.

Según se ha investigado, fue obsequiada al Apóstol José Marti en noviembre de 1877, por María Josefa García Granados Savorio, hija del ex presidente de Guatemala, General Miguel García Granados, español, y de la guatemalteca Cristina Savorio García. La muchacha, de 17 años, era alumna de las clases de composición impartidas por Martí, con 24, en la Academia de Niñas de Centroamérica. ¡Qué hermosos datos, qué tesoro podemos disfrutar en la Fragua Martiana!

sábado, 14 de octubre de 2006

Crean institución cubana coordinadora de estudios sobre José Martí.

La Habana, 14 oct (PL) Intelectuales, artistas y centros dedicados al estudio de la vida y obra de José Martí, prócer de la independencia cubana, acordaron constituir el Comité Cubano de Instituciones Martianas, informaron hoy medios locales de prensa.

El objetivo del nuevo comité, según declararon los fundadores, es defender la figura y ejemplo de José Martí como escudo de la identidad nacional y guía válida para la búsqueda del nuevo pensamiento que necesita el siglo XXI.

Leer más ...

jueves, 12 de octubre de 2006

Rechazan busto de Martí por "extranjero y cubano"

» Cancelan develación de la estatua, donada por el cónsul general Eulogio Rodríguez.

Jueves 12 de octubre de 2006
SAÚL MALDONADO CORRESPONSAL


Las autoridades de Durango se comprometieron a derribar el pedestal en el cual iba a colocarse la efigie de José Martí - Foto: Saúl Maldonado.

Durango, Dgo., 11 de octubre. Habitantes del fraccionamiento Jardines de Durango -alguna vez exclusivo y hoy venido a menos-, encabezados por el ex diputado local panista Rubén Velasco, impidieron la instalación de un busto de José Martí en el jardín principal del conjunto habitacional residencial, con el argumento de que el poeta, promotor y mártir de la independencia de Cuba ''es extranjero y es cubano''.

''Tenemos otras prioridades en el fraccionamiento. No sé por qué se les ocurrió ésta (a las autoridades municipales)'', comentó el sacerdote del templo católico de la comunidad, Gerardo Estrada, sobre el busto donado por el cónsul general de Cuba en el centro y norte de México, Eulogio Rodríguez Millares. El diplomático cubano tenía previsto develar la obra el martes, pero el acto se canceló.

''La gente aquí, no toda, pero sí una parte, no quiso que se pusiera esta estatua de José Martí en estos jardines. Dicen que porque es extranjero y es cubano, pero aclaro: una parte menor no objetaba la estatua, pero otra sí, y por ello se decidió no permitir su instalación'', afirmó el sacerdote Estrada, encargado de la parroquia de Santa Rosa de Lima, ubicada en el fraccionamiento.

El clérigo señaló que trabajadores de la presidencia municipal capitalina llegaron a Jardines de Durango el pasado fin de semana para iniciar la construcción de la base del busto. Ningún habitante del lugar supo entonces para qué eran esos trabajos, y cuando ya estaban casi concluidos, uno de los burócratas mencionó que se pretendía instalar en el lugar una estatua de José Martí, que sería develada el martes.

En respuesta, habitantes de Jardines de Durango se opusieron a que los trabajos continuaran, y exigieron que el busto no fuera instalado. El párroco Estrada aseguró que las autoridades municipales aceptaron no develar la obra y se comprometieron a derribar el pedestal. El Instituto Municipal de Arte y Cultura confirmó la cancelación de la inauguración del busto.

miércoles, 11 de octubre de 2006

Inauguran Parque José Martí en capital de Turquía.

Un parque, en cuyo centro se levanta un busto de José Martí, fue inaugurado hoy en un céntrico lugar de Ankara, la capital de Turquía, como parte de las actividades por el Día de la Cultura Nacional de Cuba.

El escultor turco, Metin Yuldanor, autor de la obra, se inspiró en el ideal antimperialista del Apóstol para plasmarlo en este monumento, señala una nota de prensa de la embajada cubana en Ankara.

Muzafer Eryilmaz, Alcalde del Municipio de Chankaya, donde está ubicado el parque, habló sobre la similitud y la importancia que tienen para ambos pueblos las ideas del prócer turco Kemal Ataturk y José Martí.

Leer más ...

domingo, 8 de octubre de 2006

ESCULTURA URBANA EN TELDE: BUSTO DE JOSÉ MARTÍ.

Noticia publicada Domingo, 08 octubre a las 08:50:00 por admin
HISTORIA DE TELDE

Pedro A. Naranjo (*)

BUSTO DE JOSÉ MARTÍ, de Eva Montoso Pericás(**)
Se trata de una escultura de bulto redonda o exenta, concretamente un busto elaborado en bronce con la técnica de fundición. Es una obra de carácter figurativo. En el mismo, se nos muestra un personaje que porta una chaqueta, camisa de cuello alto y redondeado y una “pajarita”. El tamaño de la obra no corresponde con el natural, sino que posee una escala mayor. El rostro está tratado con un realismo intenso, sin señalar los globos oculares, lo que le da un aire más misterioso. Posee un bigote muy poblado y una pequeña “perilla”que marcan el carácter de las comisuras de sus labios. El tratamiento rugoso a nivel facial, junto con el tratamiento del vello rizado con frente despejada, nos da un aspecto de un hombre curtido por el paso de los años y aparentemente algo cansado pero que no pierde un ápice de carácter enérgico y decidido en la idea que le ronda la mente, lo que refrenda un tratamiento psicológico bastante bueno del personaje representado.

En la parte media de la peana en forma de pirámide truncada e invertida que le sirve da arranque: situada en un parterre de la calle Dr. Hernández Benítez, justo delante del edificio de Correos y Telégrafos de la Ciudad de Telde, leemos lo siguiente: “Soy cubano, y he padecido mucho por serlo; pero mi padre fue valenciano , y mi madre es canaria, y así como ellos, me tuvieron en mi tierra, así tengo en mí un ardentísimo cariño para mis dos patrias”.

La obra fue inaugurada el día 29 de octubre de 2001. En el acto de inauguración se descubrió el busto de unos sesenta kilos y una altura total, incluyendo el pedestal, de dos metros. José Martí nació en La Habana el día 28 de enero de 1853. Su padre Don Mariano Martí era español, concretamente valenciano y su madre Leonor Pérez era también española, concretamente de la isla de Tenerife. Por su parte la abuela de Martí era natural de la Vega de San Mateo de Gran Canaria. Con apenas 16 años “Pepe”, como lo conocían cariñosamente, desea entrar en acción y escribirá notas de burla y censura a las autoridades y a la política en una hoja impresa denominada “El Diablo Cojuelo” y en el periódico “La Patria Libre”, donde se publica su poema dramático Abdala.
El encarcelamiento de Martí en 1870 le inspira su libro “El presidio político en Cuba”. Y es desterrado a España. Allí acabará su drama “Adúltera”. Después de cuatro años de destierro, vuelve a tierras americanas: México, Guatemala y regresa a Cuba, donde posee un bufete de abogado con su mujer: la cubana Carmen Zayas Bazán y un hijo pequeño: Ismaelillo. Pero él sólo vive para liberar a Cuba de España. De ahí que, prepara una conspiración por lo que nuevamente sale deportado a España en 1879. Es su segundo destierro hasta 1880. Luego pasa un año en Nueva York en donde escribe artículos en la revista “The Hour” y “The Sun”. De ahí, pasará a Venezuela, donde escribirá en el periódico “La Opinión Nacional” y llegó a publicar una revista suya: la Revista Venezolana pero su presencia inquieta a las autoridades de ese país que lo obligan abandonar en 1881, regresando nuevamente a Nueva York donde publicará su obra poética “Ismaelillo” y también sus “Versos libres”. Por otro lado, una actividad fecunda en numerosos diarios para diversos lugares: Caracas, Buenos Aires, Bogotá, México, Montevideo... En New York, escribirá una novela: “Amistad funesta” para una revista de Nueva York. Pero sigue su empeño por lograr la independencia cubana y crea la revista mensual, dedicada a los niños de América “La Edad de Oro” en 1889; año en el que enferma y le recomiendan un retiro al campo, donde escribirá sus “Versos sencillos”.

Martí fundará el Partido Revolucionario Cubano en 1892 y el periódico “Patria”, con el fin de mantener los ánimos de lucha encendidos donde deja magníficas palabras: El día 19 de mayo de 1895 fallece tras recibir tres impactos de bala en su eterna lucha por la independencia de Cuba.

(*) Pedro Andrés Naranjo es licenciado en Historia del Arte por la Universidad de Granada, profesor del IES José Arencibia Gil y secretario de El Casino La Unión de Telde.

(**) Información extraída del libro La escultura urbana en Telde, del que es autor Pedro Andrés Naranjo Jiménez.