Por Pedro José Taveras Alonzo
26 de octubre de 2023
Martí estuvo en el fronterizo y norteño pueblo de Dajabón desde donde pasó a Cabo Haitiano, días antes de morir en Dos Ríos, en el oriente de Cuba en 1895, cuando fue a la que llamó la “guerra necesaria” para liberar a su país del imperio español.
En este país todo el mundo está hablando del diferendo con Haití y sobre el agua en la frontera, específicamente la del río Masacre; han hablado los sabios y los que ni siquiera tienen idea de qué están hablando, muchas veces alentados por el ánimo agitador de ambas naciones, ignorando que el diálogo entre los pueblos y al interior de estos es positivo para un mayor entendimiento.
La “opinión pública” no se ha quedado callada; y, es importante que se debata con el mayor nivel de altura posible el eterno tema fronterizo del agua y otros por venir, advirtiendo que estaremos dándole vueltas desde posiciones nacionales, patrióticas y objetivas hasta tener que soportar las más inverosímiles, indignantes y sensacionalistas informaciones, faltándoles a la más mínima lógica de las cosas, como los anuncios de una invasión haitiana tal día, hasta poner a Juan Bosch y Martí a decir cosas diferentes a sus convicciones y legados de toda una vida con relación al pueblo haitiano y su papel en la historia de este país y de nuestra América.
Que los haitianos hagan lo mismo, es verdad, pero no nos compete hacerlo de este lado, porque las consecuencias de los actos y mentiras recae sobre los hombros de quienes las auspician y difunden.