Pedro Corzo
Miami | 28/01/2023
Estatua de Martí en el parque 13 de Marzo, en La Habana, este 19 de mayo. (14ymedio)
Estamos a 170 años del nacimiento de José Martí, un ciudadano por excelencia, un hombre que a la temprana edad de 17 años fue sentenciado a cumplir seis años de trabajo forzado por escribir una carta crítica a un joven que se había inscrito en las fuerzas de voluntarios a favor de España para combatir la insurgencia cubana. Sentencia absurda e injusta, como la mayoría de las que dictan en la actualidad los regímenes castrochavistas que imperan en Cuba, Nicaragua, Venezuela y Bolivia.
Martí fue un hombre consecuente con sus convicciones, sin considerar los riesgos que podrían derivarse de sus decisiones. Fue, además, un intelectual notable.
Escritor, poeta periodista, pensador, pero más que ninguna otra condición, un patriota lúcido, un organizador notabilísimo y un hombre identificado plenamente con la democracia, razón por la cual, cuando en 1892 constituyó el Partido Revolucionario Cubano, el compromiso más preciso fue crear las bases para el establecimiento de una república democrática en Cuba, “una república justa” “con todos y para el bien de todos”.