By Periódico Cubano
Published on 5 noviembre, 2022
Ofreció a José Martí ocho mil pesos para que los utilizara en la preparación de la guerra.
Manuel García Ponce desde temprana edad comenzó a meterse en problemas. Se dice que amenazó con quitarle la vida a un alcalde y que también riñó con su padrastro —a quien hirió luego de varios machetazos— por haber abusado de su madre. (Foto: Ecured)
Varios mitos y leyendas rodean a la figura de Manuel García Ponce, nacido en 1850 en Matanzas. Las valoraciones sobre su vida van desde quienes lo asumen como un bandolero común hasta los que lo asocian a un patriota de demostrada valentía y compromiso con la gesta independentista que tenía lugar en su tierra. Lo cierto es que su historia es poco conocida entre los cubanos y, por ello, aquí queremos compartirla contigo.
Desde temprana edad comenzó a meterse en problemas. Se dice que amenazó con quitarle la vida a un alcalde y que también riñó con su padrastro —a quien hirió luego de varios machetazos— por haber abusado de su madre. Convertido en un perseguido por las autoridades, decidió, entonces, vagar por los montes.
Luego de varios machetazos— por haber abusado de su madre. Convertido en un perseguido por las autoridades, decidió, entonces, vagar por los montes.
Se unió luego al grupo de Lengue Romero, un conocido salteador que campeaba por la zona occidental. El gobernador, con el fin de que se detuvieran los asaltos, ofreció indultos a bandidos y, además, la posibilidad de que salieran del país. En ese contexto, Manuel viajó a Cayo Hueso y ahí estableció contactos con los emigrados que preparaban la venidera contienda. Al parecer, ese acercamiento representó un momento trascendental en la vida de García, pues pasó de ser el rebelde perseguido a convertirse en el independentista furibundo.
Mientras más tiempo permanecía en territorio norteamericano, más se involucraba en los planes beligerantes. En 1887 se enroló en la expedición de la embarcación Dolphin, que toca tierra por Puerto Escondido. Quien estaba al mando murió al poco tiempo de desembarcar y el matancero asumió el liderazgo del grupo.
Pronto, la pequeña partida empezó a hacer de las suyas y, a fines de 1890, el Capitán General prometió que daría 10 mil pesos de recompensa al que lo capturara y entregara a las autoridades. La banda de Manuel protagonizó asaltos y secuestros en zonas de La Habana y Matanzas. El propio gobernante del país parecía conocer cuál era la motivación del insurrecto y escribió lo siguiente en carta destinada a la capital española: “Manuel García no ha querido perder nunca la significación de separatista… sostiene correspondencia con los revolucionarios de aquí y del Cayo, y casi todas las víctimas de sus secuestros han sido personas que no profesan tales ideas, que el dinero que obtiene por los rescates se emplea exclusivamente en adquirir armas y municiones y en socorrer a los campesinos”.
Un día ofreció a José Martí ocho mil pesos para que los utilizara en la preparación de la guerra. Esa suma provenía de un rescate que había cobrado luego de un secuestro. El Apóstol, al conocer el origen del dinero, rechazó la oferta inmediatamente y le mandó decir con Juan Gualberto Gómez que, si la revolución estallaba, ya tendría la oportunidad de mostrar sus valores patrióticos.
Cuando el 24 de febrero de 1895 todo estaba previsto para que sucedieran alzamientos múltiples en varias regiones del país, el matancero no se presentó en Ibarra para ponerse a las órdenes de Juan Gualberto y Antonio López Coloma. Fue asesinado minutos después de salir hacia el lugar acordado. Nunca se supo quién acabó con su vida.
Por aquellos años, el bandolero devenido en patriota era motivo de inspiración popular. Comunes eran las décimas o rimas como la siguiente.
Dice Manuel García
Que si no le dan doblones
Le quitará los pantalones
Al jefe de la policía.
Dice Manuel García
Que si no le dan centenes
Descarrilará los trenes
Del jefe de la policía.
Y dice Manuel García
Que si no le dan plata
Se llevará la mulata
Del jefe de la policía.
Tomado de: Periódico Cubano
No hay comentarios:
Publicar un comentario