Ismael Rensoly
1 de septiembre de 2023
Un momento trascendental de nuestra historia fue cuando el 1º de abril de 1895 arribó por Duaba, Baracoa, la expedición que traía a Antonio Maceo, quien sería el Lugarteniente General.
Con Maceo llegaron también combatientes de experiencia y gran autoridad como José Maceo, Flor Crombet, Agustín Cebreco y otros.
El 11 de abril de ese año 1895 llegaron a Playita de Cajobabo, en la actual provincia de Guantánamo el grupo encabezado por José Martí como delegado del Partido Revolucionario Cubano y Máximo Gómez en calidad de General en Jefe y el Lugarteniente General del Ejército Libertador.
Lamentablemente a menos de un mes de la llegada de ambos a territorio cubano, Martí cae en Dos Ríos lo que fue motivo de honda pena para Gómez. Él dejaría constancia de su dolor en su Diario de Campaña el propio día 19. Así escribió:
¡Que guerra ésta! Pensaba yo por la noche; que al lado de un instante de ligero placer, aparece otro de amarguísimo dolor. ¡Ya nos falta el mejor de los compañeros y el alma del levantamiento!
Esta expresión de Máximo Gómez, además de haber sido un hombre parco en elogios, demuestra la alta valoración que tenía de Martí y del impacto que su muerte causó en la Revolución.
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Tomado de: Radio Rebelde
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