Mariana Grajales, madre fundadora de nuestra nacionalidad

Texto: Alexis Peña Hernández/RCA
Foto: Internet
12 de julio de 2024

Hoy se cumplen 209 años del nacimiento, en 1815, en Santiago de Cuba, de Mariana Grajales, venerada como Madre de la Patria, no solo por engendrar héroes, sino por su aporte a la independencia de la nación caribeña.

Símbolo de entrega sin límite a la causa independentista, nuestra madre trasciende hasta la actualidad, por su hidalguía y convicción de educar a sus hijos para servir a la Patria, sin importar el precio.

Sus padres eran emigrantes dominicanos, pero nunca conocieron la explotación esclavista, poseían suficientes recursos para subsistir con dignidad. Por lo que lograron comprar una pequeña finca en el poblado de San Luis.

Mariana sufrió la mordaz discriminación por ser mujer y mestiza. Pero aun así y pese a las circunstancias de la época, Mariana logró estudiar, no en gran medida, pero lo suficiente para darse cuenta de que la verdadera victoria contra la Metrópolis española, sería dar la vida por la libertad, y no solo la de ella sino las de sus seres amados.

Con solo 15 años, en 1831, se casa con Fructuoso Regüeifero, con el que tuvo cuatro hijos, pero enviudó nueve años después. Luego en el año 1843 se une a Marcos Maceo, y concibe diez hijos, el mayor Antonio Maceo, el titán de bronce.

Desde joven se destacó por su fuerza de voluntad y la manera en que imponía rigor a sus hijos. No obstante, esto no impedía que se mostrara bondadosa y tierna con los pequeños.

Carlos Manuel de Céspedes, el padre de la Patria, comenzó la Guerra de Independencia el 10 de octubre de 1868 y dos días más tarde, Antonio, José y Justo, tres de sus hijos, fueron los primeros en incorporarse a la venidera contienda.

Aquella madre amorosa, los reúne y los hace jurar que lucharían por liberar a la Patria y que entregarían su vida si fuera necesario. Su primer gran dolor a consecuencia de la guerra fue la muerte de su compañero de vida, Marcos Maceo, en 1869 en un hospital de campaña de la Sierra Maestra.

Al terminarse la primera guerra en 1878, solo sobrevivían cuatro de sus descendientes: Antonio y José, los cuales caen en combate en la Guerra Necesaria de 1895, así como Tomás y Marcos.

Sus acciones patrióticas y espíritu maternal no solo fueron para sus hijos de sangre. Nunca se quedó relegada en la casa, sobre todo después de los históricos acontecimientos del 68.

Mariana, ya una mujer madura y muy curtida por el trabajo en el campo y por sus deberes maternos, no titubeó y partió a la manigua, acompañada de su nuera María Cabrales, esposa de Antonio, quien fuera otra patriota ejemplar.

Ambas trabajarían como enfermeras en los hospitales de campaña de los mambises, donde sus conocimientos de medicina natural, fueron indispensables para la contienda, pues la falta de recursos era evidente.

Al imponerse al Pacto del Zanjón, junto a su hijo Antonio y los seguidores, fue obligada a emigrar, por el peligro constante en el que vivían. Viajaron para Jamaica Mariana y María Cabrales en mayo de 1879, donde envejeció llena de dignidad, patriotismo y orgullo, hasta su muerte en Kingston el 27 de noviembre de 1893.

El 10 de octubre de 2017 fueron inhumados sus restos junto a los de Carlos Manuel de Céspedes, en el Cementerio Santa Ifigenia en su ciudad natal, en homenaje a su patriotismo eterno, muy cerca del Mausoleo de José Martí y del monolito que guarda las cenizas del Comandante en Jefe Fidel Castro.

La tumba de la Madre de la Patria y la escultura que hoy la recuerda hermosa e imbatible, son objeto de visitas constantes y agradecidas, por estar entre los padres fundadores de nuestra nacionalidad.

Tomado de: Radio Cadena Agramonte

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