viernes, 12 de noviembre de 2021

La destacada e insuficientemente conocida vida de Enrique Loynaz del Castillo

Autor: Pedro Ríoseco | internet@granma.cu
11 de noviembre de 2021 10:11:29

General de brigada del Ejército Libertador mambí con destacada participación en la Guerra del 95, amigo y auxiliar de José Martí, y edecán del mayor general Antonio Maceo

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Enrique Loynaz del Castillo - Foto: Archivo de Granma

Enrique Loynaz del Castillo, dominicano de nacimiento de padres cubanos, fue general de brigada del Ejército Libertador mambí con destacada participación en la Guerra del 95, amigo y auxiliar de José Martí, y edecán del mayor general Antonio Maceo, a quien le salvó la vida el 10 de noviembre de 1894 en un atentado al salir de un teatro en San José de Costa Rica.

Previamente, en 1892 se había entrevistado con José Martí en Nueva York y se comprometió a colaborar con la organización del movimiento revolucionario del cual fue un activo luchador por la independencia hasta su muerte. Fundó en 1893 el semanario separatista El Guajiro, por el que fue multado y detenido en varias ocasiones. Ese mismo año fundó la empresa de tranvías de Camagüey y en marzo de 1894 Martí le envió un armamento que transportó dentro de los carros de la empresa, fue denunciado, y logró escapar por los montes de Santa Lucía embarcándose de nuevo hacia Nueva York en el vapor alemán Amrun.

Ingresó finalmente Loynaz en las filas del Ejército Libertador el 24 de julio de 1895 como miembro de la expedición del vapor James Woodall, que desembarcó por Tayabacoa, en la costa sur de Las Villas bajo el mando del mayor general Carlos Roloff, y escribe luego la letra del Himno Invasor en el campamento La Matilde de Camagüey, cuya primera versión se nombraba Canto a Maceo.

En 1895 combatió como Jefe del Estado Mayor de la primera división de Las Villas que comandaba el general Serafín Sánchez. Concurrió como representante a la Asamblea Constituyente de Jimaguayú.

Más tarde participó con el Titán de Bronce en todos los combates de la columna invasora, en la cual fue ayudante de campo de Maceo, y se destacó en los combates de La Reforma, Boca del Toro, El Quirro, la Batalla de Mal Tiempo, Santa Isabel, La Colmena, Coliseo, La Entrada, Calimete y El Estante.

Resultó electo el 3 de septiembre de 1895 como representante por Camagüey a la Asamblea Constituyente de Jimaguayú, donde redactó la declaración de independencia contenida en la Constitución allí aprobada.

En enero de 1896 fue nombrado Jefe del Estado Mayor del cuarto cuerpo, continuando nuevamente bajo la jefatura del general Serafín Sánchez, y combatió en Manajanabo, Dos Caminos, El Faro, Cascorro, El Marino y Manaquitas.

El 31 de agosto de 1896 presentó un plan al Consejo de Gobierno en Armas para conducir una expedición armada para liberar a Puerto Rico, pero considerando que las condiciones eran adversas al probable éxito de tal empresa, lo desaprobaron el 14 de septiembre de 1896.

Se destacó en el combate de Paso de las Damas un 18 de noviembre de 1896, donde cargó contra los españoles para rescatar el cuerpo sin vida de su jefe, el general Serafín Sánchez, tras cuya muerte quedó encargado interinamente de la inspección general del Ejército Libertador.

El 1ro. de enero de 1897 fue designado segundo jefe de la infantería del regimiento expedicionario en la provincia de Matanzas, subordinado al general de división Avelino Rosas, jefe de la primera división del quinto cuerpo. Un mes más tarde lo nombraron Jefe del Estado Mayor del mayor general José María Rodríguez, jefe del Departamento Occidental.

El 24 de junio de 1897 fue designado para sustituir al general de división Quintín Bandera con vistas a lo cual reorganizó el contingente expedicionario que se encontraba en territorio villareño, integrado fundamentalmente por orientales. En ese año libró los combates de Santa Teresa, Limones, Mercón, Quemados Grandes, Mabujina, Miranda, El Relámpago, Las Pozas, Valderrama, Punta del Hato, Ciénaga de Manjuarí, Río Voladora, Ginía de Miranda y La Jíquima, entre otros.

El 1ro. de abril de 1898 se reincorporó a su cargo de Jefe del Estado Mayor del departamento occidental, en el que terminó la guerra, luego de participar activamente en más de 60 acciones combativas.

Enrique Loynaz del Castillo alcanzó los grados de General de Brigada por méritos de guerra, con los cuales se licenció del ejército el 12 de noviembre de 1898. Durante la seudorepública se desempeñó como representante a la cámara por Camagüey, desde 1902 hasta 1906.

El 10 de diciembre de 1902 nació su hija, Dulce María Loynaz Muñoz, convertida luego en una de las principales figuras de la literatura cubana y universal y que recibió numerosos premios hasta su fallecimiento en La Habana el 27 de abril de 1997.

Enrique Loynaz Fue una de las principales figuras en el alzamiento contra el reeleccionismo del presidente Tomás Estrada Palma. Detenido el 19 de agosto de 1906 logró escapar para asumir el mando de las fuerzas sublevadas en las provincias de La Habana y Matanzas. Dirigió los combates de Babiney-Colorado el 5 de septiembre de 1906 y El Wajay el 14 de septiembre de 1906, donde resultó herido de machete en la cabeza. Dos días más tarde, el 16, fue oficialmente proclamado con el grado de mayor general.

Se desempeñó como embajador de Cuba en México de 1908 a 1911. Participó en el alzamiento de los liberales contra el reeleccionismo del presidente Mario García Menocal, en febrero de 1917. En 1928 fue embajador en Portugal. Igual cargo ocupó en República Dominicana y Haití.

A su regreso a Cuba combatió a la dictadura de Gerardo Machado. Participó en la sublevación del cuerpo de policía de La Habana, el 12 de agosto de 1933. Reincorporado al servicio diplomático, fue embajador en Panamá y Venezuela.

En los últimos años de su vida, como asesor del Ministerio de Estado, sobresalió por su oposición al régimen del dictador Leónidas Trujillo en República Dominicana. Se retiró de la vida activa en 1947 y falleció este coloso de la independencia cubana en La Habana el 10 de febrero de 1963, a los 92 años.

Tomado de: Periódico Granma

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