lunes, 10 de junio de 2024

El encuentro con Antonio Maceo

Pedro Pablo Rodríguez
9 junio, 2024

Al desembarcar en Puerto Limón el 30 de junio de 1893, José Martí iniciaba su primera visita a Costa Rica. Su viaje buscaba incorporar plenamente a Antonio Maceo a los planes insurreccionales.

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Foto: Tomada de Radio Enciclopedia

Al desembarcar en Puerto Limón el 30 de junio de 1893, José Martí iniciaba su primera visita a Costa Rica. Su viaje buscaba incorporar plenamente a Antonio Maceo a los planes insurreccionales.

Desde años atrás, el general había establecido una colonia agrícola con un grupo de antiguos combatientes del oriente cubano y sostenía buenas relaciones con los gobiernos del país centroamericano.

El año anterior, el Delegado del Partido Revolucionario Cubano había visitado a Mariana Grajales y a María Cabrales, la madre y la esposa de Maceo, y en el periódico Patria había descrito amorosamente aquel encuentro.

Martí había escrito antes cordialmente a Maceo anunciando su viaje, diciéndole que esa era la ocasión para que se mostrase grande y se despidió calificándose como su amigo.

Martí y Maceo se juntan en Costa Rica

Al llegar a San José, Maceo fue acompañante de José Martí en las gestiones patrióticas, valiéndose de sus amplias relaciones en la capital tica.

Ambos acudieron al Colegio de Abogados a escuchar una conferencia de Antonio Zambrana, uno de los redactores de la Constitución de Guáimaro. Allí fueron recibidos con una ovación.

Al día siguiente ambos departieron con el Presidente de la República y con el Ministro de la Guerra.

Se garantizaba de ese modo el apoyo de aquel gobierno a la causa cubana, a pesar del espionaje español sobre la colonia cubana residente en Costa Rica y las presiones de la diplomacia hispana sobre las autoridades gubernamentales, que expresaron su desagrado por la visita martiana y las actuaciones de Maceo.

La oratoria del Maestro fue admirada en la ciudad de Cartago ante un grupo de jóvenes y ante los estudiantes de la Escuela de Derecho en San José.

La unidad para Cuba y Nuestra América

Sin dudas, el paso martiano por Costa Rica durante los primeros días de julio de 1893 fue plenamente exitoso.

Así lo reconoció Martí en carta al político y periodista costarricense Pío Víquez al afirmar que en ese país se le había recibido con bondad, como prueba del amor y la vigilancia con que los americanos, juntos en el origen, la esperanza y en el peligro, que por sus propias puertas muda de lugar el mundo.

Concluyó pidiendo que en aquel país se le permita servir como un hijo. A los miembros del Partido declaró: Nada se opone ya a la terminación y realización de nuestros planes.

Y añadía: jamás fue tanta nuestra virtud, tan compacta nuestra acción, tan cercano nuestro esfuerzo, tan probable nuestro éxito. Así fue evaluado por Martí el viaje finalizado con el aporte de las fuerzas del brazo y de la mente de Antonio Maceo.

Tomado de: Radio Relpj

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