por Martha Martínez Duliet
24 de octubre de 2024
El 24 de octubre de 1821 nace en La Habana el profesor y luchador, Rafael María de Mendive y Daumy, literato, poeta y eminente educador de vasta cultura, destacado intelectual comprometido con la justa causa liberadora de la segunda mitad del siglo XIX en Cuba.
En la Real y Pontificia Universidad de La Habana culminó la carrera de Derecho en 1844 y en viaje al extranjero se vincula con figuras de gran renombre político y literario, como Félix Varela, José Antonio Saco y Domingo del Monte, entre otros que, por diversas razones contrarias a la política colonial imperante en Cuba, habían tenido que abandonar la Patria.
Rafael María de Mendive fue durante años profesor, protector y maestro de José Martí; su casa era centro de reuniones literarias y fervor patriótico donde transmitió a sus educandos virtudes que atesoraba y nutrieron los conceptos fundamentales de la prédica martiana como amor a la libertad, decoro, dignidad, prestigio, justicia, preocupación por los humildes y pureza de pensamiento.
Autor de una amplia producción literaria, sus versos fueron incluidos en la antología Poetas españoles y americanos del siglo XIX; en 1856 ingresa en la Sociedad Económica de Amigos del País y colabora con diferentes publicaciones entre las que se encuentran Guirnalda Cubana, Revista Habanera, Álbum de lo Bueno y lo Bello, el Correo de la Tarde y el Diario de La Habana.
Detenido a consecuencia de las manifestaciones revolucionarias ocurridas en el Teatro Villanueva, resultó remitido a prisión en el Castillo del Príncipe y sentenciado a cuatro años de confinamiento en España, desde donde pasa a Nueva York y colaboró en varias publicaciones de lengua española y continuó alentando la causa separatista, por la cual murió su hijo Luis.
Mendive murió en La Habana el 24 de noviembre de 1886, en su honor José Martí publica una semblanza en El Porvenir, de Nueva York, donde expresa “Prefiero recordarlo, a solas, en los largos paseos del colgadizo, cuando, callada la casa, de la luz de la noche y el ruido de las hojas fabricaba su verso; o cuando, hablando de los que cayeron en el cadalso cubano, se alzaba airado del sillón, y le temblaba la barba”.
Tomado de: Radio Florida
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