Concurso Leer a Martí 2006. Que hermoso relato

10/9/2020
Por: Jessica Álvarez Bellas, Biblioteca Nacional José Martí

Hoy creo les gustará leer este relato de un niño de 7mo grado, y que fue ganador del Concurso Leer a Martí en el 2006, él es de Villa Clara y estudiaba en la Escuela Ciudad Escolar Comandante Ernesto Che Guevara. Un hermoso sueño de Rodney.

Mi primito Brian

Rodney Olivé Rodríguez

Para las niñas y los niños que lean La Edad de Oro una pequeña narración inspirada en el cuento "Bebé y el señor Don Pomposo" autor: José Martí

Mi primito Brian no tiene mamá. Cuando solo tenía 7 años ella murió, yo lo quiero mucho y trato, siempre, de estar con él. No me gusta que ningún niño se meta con él, lo ofenda o le busque pleito. Yo lo defiendo, aunque a veces se pone muy desobediente, pero se lo perdono y lo busco otra vez para jugar.

Brian vive con su papá, su hermanita y su madrastra; es flaquito, pelo negro y muy inquieto, sus ojitos están tristes en ocasiones y en esos momentos yo también me siento triste. Un día mi papá me compró 4 carritos de juguete, él estaba en mi casa cuando me los entregaron, me puse muy contento, pero al mirar a Brian vi que deseaba tenerlos también, se fue y nada dijo. Por la tarde regresó y lo invité a jugar con los carritos nuevos. Me dijo:

-Mi papá dice que no puede comprarme carritos porque no tiene dinero

Jugamos, él con 2 y yo, con 2, lo llamaron a bañarse y no regresó. Esa noche me acosté temprano porque al otro día tenía que ir para la escuela. Tuve un sueño que me hizo pensar en la importancia, como dice mi abuela, de leer a Martí. Soñé con el cuento Bebé y el señor Don Pomposo cuyo autor es nuestro Héroe Nacional José Martí. Este cuento lo había leído en mi libro La Edad de Oro que me regalaron al terminar el 6to grado. Bebé le regala a su primito Raúl (que tampoco tenía mamá ni nadie que le compre regalos, el sable que el tío le regaló. Fue el tío, no su papá. Vi en mi sueño como Raúl miraba el sable y decidí imitar la acción de Bebé. Me desperté pensando en Bebé y en Brian y tomé la decisión de darle 2 carritos y quedarme con 2. Total, si con 2 se puede jugar también

Brian se puso muy contento y recordé las palabras de mi abuela:

"Leer a Martí hace que los niños sean mejores"

Hoy mi primito Brian es un poco más feliz y yo también lo soy.

Tomado de: Biblioteca Nacional de Cuba José Martí