Hoy le presentamos esta hermosa obra escrita por un niño de 5to grado, tenía 10 años cuando fue ganador del Concurso Leer a Martí en el año 2006 y pertenece a la provincia de Cienfuegos.
Cómo veo a Martí
Yurien Mir Tirado
A veces, cuando camino por el campo y veo las cosas lindas que hay en la naturaleza, pienso mucho en Martí, pues él amaba tanto todo lo que había a su alrededor que lo veo en cada árbol, en cada río con su corriente serena abriendo paso a la hierba silvestre, lo veo en cada florecilla que nos perfuma la mañana.
Imagino a nuestro Apóstol como un gigante lleno de sabiduría y pienso que de niño sería respetuoso y amable con las niñas a las que le regalaba flores muy perfumadas. También sé que él le cedía el paso a su andar porque era muy caballeroso.
Si yo hubiera vivido en ese tiempo seguro habría ido a visitarlo en Hanábana donde vivió un tiempo junto a su padre, para pasear con él en su caballo, seguro que él me lo prestaba porque su maestro le enseñó que las cosas hay que compartirlas con los demás. Iríamos también a conocer a Raúl, un niño huérfano al que Bebé le regaló su sable porque su familia no tenía dinero, ya que sentía mucha piedad por los pobres. Además, me llevaría a visitar a Meñique y le hubiera pedido su pico mágico y su cascarita de nuez para abrir muchos pozos por todo el mundo, para que nadie pasara sed.
Así veo a mi Martí, como el maestro de estatura pequeña que escribió un libro grande para que todos los niños de Nuestra América conocieran las bondades de los hombres buenos y las injusticias de los hombres viles.
Tomado de: Biblioteca Nacional José Martí
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