Concurso Leer a Martí 1998. Lo que siento por Martí

Por: Jessica Álvarez Bellas, Biblioteca Nacional José Martí
1/11/2020

Lean que bonito relato hizo una niña con tan solo 11 años estando en 7mo grado y de la provincia de Granma, fue ganadora del Concurso Leer a Martí en el año 1998.

Mis sentimientos y Martí

Ana Elisa Izaguirre Vázquez

Desde que era muy pequeña, siempre escuché en mi casa hablar de Martí. Cada 28 de enero o cada 19 de mayo siempre se recordaba la figura de nuestro Apóstol con el respeto y el cariño que todos los cubanos debemos tenerle. Su nombre familiar y su figura firme me interesaban por la forma en que su mirada refleja el cariño y la ternura.

Recuerdo que mencionaba su nombre y mis padres, con orgullo, me hablaban de él. Cuando fui a la escuela por primera vez, una amiga de mi papá me regaló La Edad de Oro, para que supiera bien como era aquel cubano que tanto amaba a los niños.

Leyendo La Edad de Oro fue que descubrí a mi Martí porque él supo, como sólo sabe un padre, llegar hasta mi corazón, para contarme verdades, que siempre me acompañarán en mi vida.

¿Qué me gusta de La Edad de Oro? Me gustan sobre todo los poemas que Martí escribió pensando en la belleza de las cosas del mundo: en la ternura de las relaciones entre los hombres y en los dolores que todos sufrimos alguna vez y que nos enseñan a enfrentar la vida con valentía y con decisión, sin dejarnos vencer.

Me gustan sus Versos Sencillos porque, a pesar de que por su nombre parezca que son cosas que no tienen gran valor y que son muy pequeñas, son el modo más grande y hermoso en que Martí, dominando la lengua con un artista y con un gran corazón latiendo por todos, nos entrega con toda su pasión y ternura un hermoso mensaje de amor por la naturaleza y por el hombre, capaz de emocionarnos a los que leemos, declamamos o escuchamos alguna vez sus versos.

Estos versos sencillos me han enseñado a pensar y a querer. Me gustan: ´´Quiero, a la sombra de un ala´´ 67 porque del amor siempre nace la esperanza; ´´Yo soy un hombre sincero´´ 68 donde me enseña como lo más hermoso es lo que llevamos dentro y no lo que exhibimos fuera; y esta estrofa siempre me recuerda que es vano tener cosas –que pueden ser lindas y útiles, pero no imprescindibles –cuando lo más importante para un joven de estos tiempos es saber ser un verdadero patriota y comprender que podemos vivir sin objetos, pero no sin decoro, como decía Martí; me gusta el bello canto a la bailarina española, que hace Martí en su ´´El alma trémula y sola´´ 69 porque describe muy bien como a pesar de su tristeza la belleza es capaz de motivar y entusiasmar a un hombre para que viva y luche, por eso cuando estamos tristes y nos parece que los problemas no tienen solución, hay que soñar con cosas bellas y amar sobre todo el futuro, si somos capaces de luchar por él. Me gusta escuchar cuando cantan ´´La guantanamera´´ porque en ella se dicen los versos de Martí como aquella estrofa:

´´Con los pobres de la tierra
Quiero yo mi suerte echar:
El arroyo de la sierra
Me complace más que el mar´´.

Estos versos tienen un compromiso de lucha que para nuestro pueblo es fundamental. Este mandato de Martí nos hizo también internacionalistas. Sin este mandato de Martí ¿hubiéramos conocido al Che y su lucha heroica de guerrillero de África y América? Pudiera afirmar que somos así los cubanos, porque seguimos este principio martiano y por eso resistimos los bloqueos, las agresiones y las amenazas. Porque somos como Martí fue. Quiero a mis padres como Martí aconsejaba a todos los cubanos que quisieran a los suyos; eso también lo aprendí en sus Versos Sencillos. Me preocupo por ser buena estudiante, por cumplir con todos mis deberes, por amar como enseña Martí. Y hoy puedo sentir con orgullo, que gran parte de mis sentimientos de joven que quiere a su patria y está orgullosa de ser cubana y vivir en estos tiempos junto al más fiel hijo de Martí: el Comandante en Jefe Fidel, se los debo al río de ternura, amor y fuerza que hay en la obra, el ejemplo, la vida y el amor de Martí, que yo siento como un tesoro mío y guardo, como se guardan los besos, las cartas y el recuerdo de un padre.

¡Y que alguien me pregunte porque me gusta leer a Martí!

Tomado de: Biblioteca Nacional de Cuba José Martí