Teresa Valenzuela / Radio Rebelde
Miércoles, 18 Noviembre 2020 13:28
El Mayor General Máximo Gómez Báez fue un ejemplo de internacionalista y genio militar. Nació el 18 de noviembre de 1836 en la República Dominicana. Fue General en Jefe del Ejército Libertador en la Guerra de Independencia de 1895 a 1898.
Su infancia y adolescencia las pasó en su tierra natal. A los 16 años de edad Gómez se unió al ejército dominicano en la lucha contra las invasiones haitianas de Faustine Soulouque logrando obtener el grado de Alférez.
El Generalísimo, como le llamaban, supo corresponder a la confianza que José Martí depositó en él. Junto a Antonio Maceo se destacó como uno de los grandes estrategas de la Campaña de Invasión a Occidente y de la guerra de desgaste contra las tropas élites españolas.
Existen testimonios de su participación con los conspiradores cubanos, desde enero de 1868. En esa época era trabajador del ingenio Guanarrubí y residía con su familia en el caserío el Dátil, jurisdicción de Bayamo, donde se alzó con el grado de sargento, poco después del Diez de Octubre.
El 18 de ese mes, Carlos Manuel de Céspedes lo nombra Mayor General, cuyo merecimiento demostraría a fuerza de inteligencia y coraje, y lo asigna a las fuerzas del mayor general Donato Mármol.
Gómez resiste la ofensiva del ejército español. A partir de 1870 comienza a destacarse como jefe militar al frente del distrito Cuba (hoy Santiago de Cuba) -en sustitución del fallecido Mármol-, donde formaría a sus grandes discípulos Antonio y José Maceo, Guillermo Moncada, Flor Crombet y muchos otros.
En lo sucesivo se reveló como gran estratega en la invasión a Guantánamo, la Campaña mambisa en Camagüey (1873-1874) y la invasión a Las Villas.
Su firme decisión de luchar por la Isla hasta lograr la ruptura de la ocupación colonial española lo hacen declararse ciudadano cubano, condición que honró siempre. Gómez se incorporó al ejercito mambí el 14 de octubre de 1868, sobradas fueron sus entregas a la causa independentista.
Su incesante batallar junto a los cubanos, lo llevó a ocupar el cargo de General en Jefe, el más alto de las fuerzas libertadoras, el mismo que puso en sus manos José Martí.
Cuenta entre sus proezas con la dirección de la primera carga al machete. Desde ese momento el movimiento revolucionario contó con el jefe militar indiscutido, capaz de preparar un ejército popular y aguerrido y de enfrentarse al enemigo con extraordinarias posibilidades de triunfo.
Ocurrió el 26 de octubre de 1868, sobre el camino real, en el lugar conocido como Tienda del Pino, a un kilómetro al Oeste del poblado de Baire, antiguo Oriente. Ese día brilló como nunca el instrumento utilizado hasta ese momento para trabajo agrícola en especial en el corte de caña.
La protagonizaron las fuerzas bajo el mando del Mayor General Máximo Gómez que atacaron a una tropa española. El Generalísimo tenía 32 años de edad.
Tomado de: Radio Cubana
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