Rememoran en Guatemala historia de calle Martí por renovación

Prensa Latina
mayo 17, 2025 | 00:28

La municipalidad capitalina recordó en Guatemala la historia de la calle Martí (llamada así en honor al Héroe Nacional de Cuba), a propósito de iniciar hoy un proyecto de renovación de esa vía.

Mientras muchos enfocaron sus miradas en recomendar pasos alternos a utilizar durante los cinco meses de los trabajos de mejora, la entidad subrayó el legado y transformación a lo largo del tiempo de esa transitada arteria.

“No solo une puntos en el mapa, también conecta décadas de evolución urbana. Surgió como la gran entrada del norte hacia el corazón de la ciudad”, remarcó.

Con el crecimiento de la zona 2 y el apogeo del transporte, amplió, esta ruta se convirtió en la columna vertebral que une barrios llenos de historia sin olvidar los accesos clave como el Anillo Periférico y la calzada La Paz.

Regresó a 1903 cuando el país celebró la inauguración del bulevar Manuel Estrada Cabrera, que conectaba el sector oriente con el occidente de la urbe.

Con una extensión de tres mil 258 pies de largo y 66 de ancho, se convirtió en una de las principales carreteras urbanas, al unir los cantones de Jocotenango y la Parroquia Vieja.

En 1915 comenzó a llamarse Calle Nueva, hasta que en 1953 esta nación y Cuba decidieron rendir homenaje al poeta y político José Martí con motivo de su centenario.

Como parte de este acuerdo bilateral, describió, la Municipalidad de Guatemala renombró la Calle Nueva como “Calle Martí”.

Actualmente, precisó, esta se extiende desde la Avenida Simeón Cañas, zona 2, hasta la 13 avenida de la zona 6, y por ella se mueven 75 mil usuarios al día.

Con el paso de los años mantuvo su relevancia como un corredor urbano dinámico, lleno de vida y actividad, en abierta referencia a esta zona por la cual se atraviesa para el Atlántico o el Pacífico chapín. La rodean comunidades llenas de vida y tradición, como –ejemplificó- el barrio La Parroquia, uno de los más antiguos y emblemáticos de la ciudad.

El joven Martí, quien viviera aquí con 24 años, de marzo de 1877 a julio de 1878, supo captar en solo 15 meses la esencia del pueblo maya y dejó una huella imborrable en el centro mismo de Guatemala.

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Tomado de: Prensa Latina