sábado, 24 de febrero de 2007

Cuando Martí se enamoró de Uruapan.

Viernes 23 de Febrero de 2007

Grecia Ponce/Cambio de Michoacán

Hoy presentarán en Uruapan el texto José Martí, Manuel Mercado y Manuel Ocaranza: Apuntes de una amistad.

Periodista, escritor y patriota; poeta y guerrero, el padre de la Independencia Cubana, José Martí nunca estuvo en Uruapan, pero se enamoró de esta ciudad hija del Río Cupatitzio a través de dos de sus mejores productos: dos estupendos uruapenses, Manuel Mercado y Manuel Ocaranza, y el perfumado café; bebida para la cual sólo tuvo elogios y versos.

Así lo redescubrió el historiador y catedrático Henoc Pedraza Ortiz, en su investigación titulada José Martí, Manuel Mercado y Manuel Ocaranza: Apuntes de una amistad, quien le adelantó en exclusiva a Cambio de Michoacán los descubrimientos que hará públicos hoy.

Las revelaciones giran en torno a una amistad entre Uruapan y Cuba, simbolizada a través de Mercado, el político; Ocaranza, el pintor, y Martí, quien murió batallando por liberar a su patria del yugo español.

Henoc Pedraza, junto a la cubana Ana Sánchez, los mexicanos María Teresa Cortés, Mario Alberto Nájera, Alfonso Herrera, Antonio Martínez y los uruapenses José Hurtado Mendoza y Héctor Ceballos Garibay, disertarán durante todo este viernes en torno a la vida, obra y legado de José Martí, durante un simposio con motivo del aniversario número 154 del nacimiento del autor de Versos sencillos.

De las 12:00 a las 14:00 las disertaciones se desarrollarán en el Parque Nacional Barranca del Cupatitzio, mientras que de las 16:00 a las 19:00 horas las reflexiones e ideas circularán en el salón Los Azulejos, del Motel Pie de la Sierra.

Cultivó una rosa blanca

De acuerdo a Henoc Pedraza, el liberal republicano Manuel Mercado, michoacano que llegó a ser subsecretario de Gobernación en el gobierno federal, vivía en el centro de la ciudad y era vecino de don Mariano Martí, un sastre con tres hijas, que procreó un niño que se convertiría en libertador.

El pintor uruapense Manuel Ocaranza vivía con la familia Mercado y sólo la muerte evitó que se casara con Ana Martí, quien murió mientras el primero estaba becado en Europa. Era el año de 1875.

El periodista

«Por su parte, José Martí llega a México a los 22 años, proveniente de Nueva York el 20 de febrero de 1875, y es recibido en la estación de ferrocarril por su padre don Mariano y su buen amigo Manuel Mercado, en ese año subsecretario de Gobernación» de Porfirio Díaz, evocó Henoc Pedraza.

«A los pocos días, sabiendo Mercado de la gran preparación política, filosófica y cultural del joven Martí, que ya había terminado las Licenciaturas de Derecho y Filosofía y Letras en Zaragoza, le consigue empleo primero en el periódico El Federalista, como corrector de pruebas y después en la Revista universal, de la cual era director el Coronel José Vicente Villada -el que se salvó de ser fusilado horas antes del 21 de octubre de 1865, sacrificio que se conoce en la historia nacional como de los Mártires de Uruapan-, que después fue general y gobernador del Estado de México por ocho años».

«Era un diario de política, literatura y comercio, centro fundamental de los trabajos que ahí publicaban los liberales y literatos mexicanos, como Guillermo Prieto, Ignacio Ramírez, Manual Ignacio Altamirano, Eduardo Ruiz, Juan de Dios Peza, Justo Sierra, y otros, con los cuales establece una buena amistad y relaciones políticas.

«Además se vincula intelectualmente con Liceo Hidalgo y la Sociedad Gorostiza, escribe y estrena en el teatro principal de la Ciudad de México la obra Amor con amor se paga».

En el diario Martí realizó las más variadas actividades: fue gacetillero, boletinista, editorialista, cronista parlamentario, cronista teatral, crítico de arte, y hasta se dio el tiempo necesario para escribir poemas de acuerdo con la escuela romántica del momento. Escribía con el pseudónimo de Orestes».

«Por supuesto, es a partir de febrero de 1875 cuando Martí entablaba una gran amistad y relación personal con Manuel Ocaranza, al cual visita en varias ocasiones en su estudio y es testigo de su boda con Carmen Zayas el 20 de diciembre de 1877».

Cuadro de cabecera

La mutua amistad y admiración entre Ocaranza y Martí se ejemplifica con el hecho de que el segundo llevaba a donde quiera que iba un bosquejo de Chapultepec hecho por el primero. José Martí incluso llegó a recomendarle a través de Mercado: «Estoy seguro de que Manuel Ocaranza no se ha puesto aún en contacto con ninguna casa de Nueva Cork. Él debía pintar, empaquetar e irse».

La muerte de Ocaranza el 2 de junio de 1882 separa a este par, pero parece ser que fortalece los lazos entre el cubano y Manuel Mercado.

«Y en una carta desde Nueva York, fechada el 26 de Julio de 1885, Martí le dice a Mercado refiriéndose a Uruapan: «Siempre que oigo decir Uruapan, me parece que oigo hablar del país en que estuve o cosa que fue mía. Yo daría algo que valiese la pena por tener cerca de mí un paisaje de Uruapan: un río cargado de frutas, monte espeso como esmeraldas húmedas, una tasa de café, cielo puro». Y en otra carta Martí escribe lo siguiente sobre el café de Uruapan: «Día ha de llegar en que pueda yo dar un salto a México y con una taza de café de Uruapan quedará sometida la mala fortuna».

Así fue la relación de José Martí con Uruapan, una tierra de la cual las personas se enamoran antes de conocerla y hasta aun sin conocerla.

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