Autor: Delfín Xiqués Cutiño
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29 de noviembre de 2021 14:11:33
José Martí visitó Tampa, por vez primera, el 25 de noviembre de 1891. Venía de Cayo Hueso en el tren acompañado por los patriotas cubanos Ramón Rivero y Néstor Carbonell
José Martí, posa de pie en la escalinata de la fábrica de tabacos de Martínez Ybor junto a un grupo de tabaqueros cubanos. Se dice que el general Serafín Sánchez, es el tercero a la derecha del Apóstol; al parecer, el que está a la izquierda de Serafín es José Dolores Poyo y entre éste y Martí, un paso hacia atrás, el joven Eligio Carbonell - El Daguerrotipo lo tomó el cubano José María Aguirre Foto: Archivo de Granma
José Martí visitó Tampa, por vez primera, el 25 de noviembre de 1891. Venía de Cayo Hueso en el tren acompañado por los patriotas cubanos Ramón Rivero y Néstor Carbonell. A pesar de la lluviosa noche, en la estación del ferrocarril lo esperaba una multitud de emigrados cubanos que lo acompañaron hasta el local del Liceo Cubano, donde agradeció, en breves palabras, el cálido recibimiento que le habían tributado.
Esa noche se alojó en una casa de huéspedes situada en la 8va. Avenida y calle 13 en Ybor City, que regenteaba el matrimonio de origen cubano de Ruperto y Paulina Pedroso, simpatizantes de la lucha independentista.
El doctor Eusebio Leal durante una visita a Tampa, señala el último peldaño de la escalinata de la fábrica de tabacos de Martínez Ybor donde se paró Martí, junto a un grupo de tabaqueros cubanos - Foto: Archivo
La visita del Maestro respondía a una invitación que días antes le había cursado el combatiente del 68, Néstor Carbonell, a la sazón presidente del Club Ignacio Agramonte de la localidad, para que participara en una actividad artístico-literaria.
Martí desde Nueva York le respondió así a Carbonell:
«Y digo que acepto jubiloso el convite de esa Tampa cubana, porque sufro del afán de ver reunidos a mis compatriotas. ¿Y a qué me querrán ellos a mí como yo los voy queriendo? ¿Es la Patria quien nos llama? Obedecemos, pues, que de seguro ella nos alienta». Y más adelante, habla de «la oportunidad magnífica de vernos, de hablarnos, de poner juntos los corazones, no debemos desaprovecharla: hay que crear».
Temprano en la mañana Martí, acompañado por Carbonell y otros patriotas, inició un recorrido por la pintoresca ciudad de Tampa. Visitó varias fábricas de tabaco, entre ellas la del español Vicente Martínez Ybor quien lo recibió en su despacho.
Ese día inició una entrañable amistad con el empresario español quien fue uno de los que más lo ayudó económicamente en la zona de Tampa, para adquirir armas y otros pertrechos militares que enviaba al Ejército Libertador en las expediciones.
En Cuba, Martínez Ybor era dueño de la fábrica de tabacos Príncipe de Gales. De ideas liberales y públicas protestas por el aumento de impuestos al tabaco, fue denunciado a las autoridades coloniales, además, por «prestar ayuda a los insurrectos». Estaba vigilado y señalado ante sus propios paisanos como «infidente», por eso cuando se producen los sucesos de la Acera del Louvre y el asalto y saqueo al Palacio Aldama, tuvo que escapar de Cuba oculto en una goleta rumbo a Cayo Hueso.
De aquel encuentro Martí recuerda lo siguiente:
«Estaba cierto viajero una mañana en el escritorio de la manufactura de Martínez Ybor, allá por Tampa, y hablaba con él, sentado en la mesa del dueño, uno de los operarios del taller. Entró un anciano de rostro bondadoso, se levantó el operario a darle la silla; y el anciano le puso las dos manos en los hombros, y dejó sentado al trabajador en el asiento del dueño. Era Don Vicente Martínez Ybor».
Años después el fotógrafo cubano José María Aguirre tomó el famoso daguerrotipo con la imagen de Martí, de pie en el último peldaño de la escalera de la entrada principal de la fábrica de Martínez Ybor, rodeado por los tabaqueros.
Escalinata de la puerta principal de la fábrica de tabacos de Martínez Ybor, en Tampa, donde José Martí posó junto a los tabaqueros cubanos - Foto: Archivo
Allí colocaron una roca blanca con la siguiente leyenda esculpida en una loza de granito rosado:
«Desde esta escalinata, en año 1893, José Martí apóstol de la libertad de Cuba, con elocuentes palabras, pidió a los tabaqueros cubanos emigrados, que le ayudasen a conquistar la independencia de su país, aportando hombres, armas y dinero».
«Muchos obreros cambiaron la chaveta por el machete y otros donaron centenares de miles de pesos para salvar de la opresión a un pueblo y crear la República de Cuba».
Martí se reunió también, esa mañana, con los representantes de clubes locales, los que discutieron y aprobaron un documento titulado «Resoluciones», un llamado a la unidad entre los patriotas cubanos, y que se considera antecedente de lo que al año siguiente serían las Bases constitutivas del Partido Revolucionario Cubano.
Loza esculpida que perpetúa la presencia de José Martí junto a los tabaqueros cubanos en la fábrica de Martínez Ybor, en Tampa - Foto: Archivo
Almorzó con la familia Carbonell y conoció a su esposa, Eloísa y a sus hijos.
Esa noche se efectuó un gran acto en el Liceo Cubano, donde hablaron Carbonell y Ramón Rivero; se presentaron cantantes, hubo música y poesía. En ese ambiente cultural, Martí pronunció su extraordinario discurso conocido como «Con todos y para el bien de todos».
Luego de la ovación que le tributaron, se hizo silencio y comenzó con estas palabras:
«Cubanos. Para Cuba que sufre, la primera palabra. De altar se ha de tomar a Cuba, para ofrendarle nuestra vida, y no de pedestal para levantarnos sobre ella»...
Y terminó con esta expresión: «Con todos y para el bien de todos».
Una pieza oratoria a favor de la unión de todos los cubanos, la necesidad de alcanzar la independencia y una república abierta a todos los cubanos.
Francisco María González Quijano, que era lector de tabaquería en la fábrica de Eduardo Hidalgo Gato en Cayo Hueso, y que dominaba la taquigrafía, había viajado expresamente a Tampa para recoger las palabras de Martí.
Vicente Martínez Ybor, el empresario español quien fue uno de los que más lo ayudó económicamente a Martí en la zona de Tampa - Foto: Archivo
Al siguiente día, 27 de noviembre, Martí fue incorporado al club Liga Patriótica Cubana de Ibor City, en la comunidad cubana residente en Tampa, y fundó la Liga de Instrucción, institución similar a las que existían en Nueva York, en las que el Maestro impartía clases a los tabaqueros cubanos. Por la noche se celebró también en el Liceo Cubano una velada en homenaje a los estudiantes de medicina fusilados en igual fecha, en 1871, por el colonialismo español. Fue un luctuoso discurso, en duelo por el asesinato de los inocentes jóvenes.
Recordó que se encontraba deportado en Madrid cuando conoció de aquellos tristes sucesos. Su discurso es conocido como «Los pinos nuevos», por la imagen acerca de cómo los pinos nuevos renacían entre las marchitas plantas cuando exclamó: «! Eso somos nosotros: pinos nuevos!»
El 28 de noviembre los emigrados reunidos en el Liceo Cubano, aprobaron las Resoluciones redactadas por Martí y un grupo de patriotas locales. Con un gran banquete despiden al Apóstol a quien le obsequian como recuerdo de su visita una pluma y un tintero, que se los entregó Candita, la hija de Néstor Carbonell.
Cientos de cubanos se concentraron en el paradero del tren para despedirlo. Desfilan con banderas, antorchas y una banda de música. Tampa, jubilosa, despedía a José Martí.
Casa de huéspedes situada en la 8 Avenida y calle 13, en Ybor City, donde Martí se alojó en varias ocasiones entre 1891 y 1895 - Foto: Archivo
Parque Amigos de José Martí está situado justo donde se encontraba la casa de huéspedes que regenteaban los cubanos Ruperto y Paulina Pedroso. El terreno de unos 500 metros cuadrados pertenece al Estado cubano desde 1956 - Foto: Archivo
Liceo Cubano en Tampa donde Martí pronunció sus discursos conocidos como “”Con todos y para el bien de todos” y “Los pinos nuevos” - Foto: Archivo
Fuentes:
Revista Bohemia 3 de diciembre de 1950https://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/03/160212_eeuu_parque_jose_marti_tampa_cuba_ep
https://cubanoconfesante.com/tag/liceo-cubano-de-tampa/
https://unapalabrasite.wordpress.com/2018/12/16/tampa-otra-ciudad-cubana/
Tomado de: Periódico Granma
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