Por Vicente R. Gutiérrez Santos
Ciento once años han pasado: cinco del siglo XIX, todo el siglo XX y otros seis del siglo XXI. José Martí, además de buen patriota, buen orador, buen escritor y poeta creativo (tenía muchos aspectos positivos) fue un hombre lleno de amor y sentido patrio. Ese sentimiento formaba parte de él. Tuvo varios amores en su vida, entre ellos uno muy triste "La niña de Guatemala".
María, hija de ex-presidente de Guatemala Miguel García Granados.(dicen que murió de frío, yo sé que murió de amor). Ella se suicidó, adentrándose en el mar. Las relaciones no eran posibles. El estaba casado con Carmen Zayas Bazán, con quien tuvo su único hijo José Ismael (Ismaelillo). Ahora bien, su gran y eterno amor fue Cuba, su Patria, que la enfocaba desde dos ángulos: la colonia de España y la Cuba libre, independiente y soberana.
Yo evaluaría como cubano martiano que cada año le valió por tres, desde el lanzamiento de su primer periódico a los 16 años. Lo detuvieron y lo expulsaron de Cuba. Su vida universitaria la disfrutó en Zaragoza, estudiando las carreras de Derecho y Filosofía. Sus Versos Sencillos retratan su personalidad y sus sentimientos. Si unimos sus discursos y artículos tenemos delante su personalidad y su conciencia.
En 1881 visitó Caracas, completando su sensibilidad americana. Era la Patria de Simón Bolívar. Al final, después de vida intensa en EEUU (se movió mucho en Tampa y Cayo Hueso) ya en plena Guerra de Independencia (1895) después de desembarcar procedente de Santo Domingo (ya con el Manifiesto de Montecristi), queriendo dar el ejemplo en el campo de batalla, montó a caballo y se lanzó a la batalla, cuando era en realidad un hombre de pensamiento, organización y no de acción militar. Para ello estaban Antonio Maceo y Máximo Gómez, Calixto García, etc. pero.... al igual que Bolívar también fue criticado por gente de su tropa. Lo llamaron el Capitán Araña porque no participaba en batallas con el ejército español y en la primera presencia en el campo de batalla fue balaceado. Así fue como perdimos al Primer Presidente de la República de Cuba (1902). Hubiera sido presidente a los 49 años.
Puedo afirmar que no era un hombre rencoroso. Escribió "Odio al odio". Fue la única vez que mencionó ese vocablo. Tenía una gran calidad humana. Era muy polifacético y polivalente por lo que te he contado y aún por contar.
Tuvo de los iluminados la decisión y la energía. Quiso vivir intensamente y morir cara al sol. Así fue, en pleno campo de batalla, un 19 de Mayo, en un lugar llamado Dos Ríos por su convergencia. Al final quedó con el sobrenombre de "Apóstol de la Patria".
Prestó mucha atención a los niños, la edad de oro. Proclamó que "los niños son la esperanza del mundo". Tener en cuenta que se movió a finales del siglo XIX, coincidiendo con una fuerte oleada al socialismo marxista y una respuesta de la Iglesia a través de la encíclica Rerum Novarum (1891)que promulgó León XIII (a mi juicio demoraron unas décadas en ripostar al Manifiesto Comunista de 1848). En paralelo, su famoso discurso en Tampa, en el propio año de 1891) "Para Cuba que sufre, la primera palabra".
Mi conclusión personal: Martí fue Martí. Fue único. Rubén Darío le llamó El Maestro por sus versos. El hombre del verso sencillo. Fue también La Voz.
Fue el pensador moderno, siguiendo a Félix Varela, el que nos enseñó a pensar. Nos enseñó a ser cultos para ser libres. Fue también un gran organizador. Recordando a Espartaco, José Martí fue el "gladiador de la independencia cubana". Lo hemos extrañado desde su muerte. Pudo haber sido nuestro primer presidente, de haber seguido con vida hasta 1902.
En nuestro proceso actual nos ha faltado su pluma y su voz. Una vida breve, pero intensa. Legó una obra extraordinaria. Versos, discursos, artículos. La Edad de Oro para los niños fue una promesa de futuro. La patria es ara y no pedestal. José Martí, todo un cubano!
No hay comentarios:
Publicar un comentario