Por: Enrique Atiénzar Rivero
19 mayo 2020
Muchos actos de su vida, cortada en Dos Ríos el 19 de mayo de 1895, acercan a José Martí con Camagüey. Foto: Orlando Durán Hernández
Muchos actos de su vida, cortada en Dos Ríos el 19 de mayo de 1895, acercan a José Martí con Camagüey. Sus crónicas, dedicadas a Guáimaro, a la primera asamblea constituyente de la República en Armas y los nexos con 119 figuras históricas de esta hermosa región centro oriental de Cuba que nunca visitó.
A juicio del Doctor en Ciencias Luis Álvarez Álvarez, premio nacional de literatura 2017 y distinguido pedagogo, escritor e intelectual camagüeyano, dos factores principales lo vinculan entrañablemente con esta parte de la isla, ante todo, el matrimonio con Carmen Zayas-Bazán e Hidalgo y el retorno de ella a Camagüey con su hijo, José Francisco, El Ismaelillo, luego de la ruptura con su cónyuge.
“…es posible también presumir que, de algún modo, el Camagüey fuese para Martí un espacio geográfico vinculado con el hijo irremisiblemente perdido, toda vez que el mismo lo evidencia en una carta, escrita desde Nueva York a Manuel Mercado”, cita el intelectual en el libro: “El Camagüey en Martí”, publicado en 1997 con la coautoría del desaparecido historiador local, Gustavo Sed Nieves, bajo el sello de la editorial que lleva el nombre del Héroe Nacional.
En las obras completas, específicamente en la edición de 1975, son consignadas no menos de 110 referencias al Camagüey y unas 31 a Puerto Príncipe, nombre que recibió la urbe después de Santa María del Puerto del Príncipe hasta 1898 en que adopta el actual, a raíz de la independencia de España.
El símbolo especial
Transcurría el 31 de enero del 2005. Bajo el sol abrasador de esa tarde llegó a Camagüey, Eusebio Leal Spengler, historiador de La Habana para la inauguración oficial de la rehabilitación de la plaza de la juventud José Martí, en el centro histórico de la añeja ciudad, con un segmento declarado por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad, con el brillo de la nueva escultura del artista local Roberto Estrada, un hombre apasionado por la obra martiana.
“Hoy venimos a colocar esta obra hecha por un artista del pueblo al que nunca llegó Martí, pero que amó...Venimos aquí ante su altar donde está enseñando a un niño, recuerdo sus versos: Hijo, espantado de todo me refugio en tí…”
Leal dijo en esa ocasión, de que Martí que vivió con la firme voluntad de los apóstoles, que supo levantarse sobre los defectos y hacerse escuchar de los pobres con fe…que lo enfrentó todo por la unidad “venimos a rendirle homenaje a pesar del sol. No importa que hayan pasado unas horas del 28 de enero, venimos a colocar esta obra…”
La escultura de una altura de 1.80 metros y un peso aproximado de 450 kilogramos, ajustada a lugar, acorde con las características de las edificaciones que la rodean, se fundió, por primera vez, en polvo de mármol y alabastro en la fábrica de artesanía Caribeña en La Habana y siete años más tarde, en el 2012, se moldeó en bronce en la Fundación Caguayo, en Santiago de Cuba.
El símbolo especial que tiene esta obra es que se encuentra enclavada a menos de 100 metros de donde vivió durante su infancia y adolescencia José Francisco Martí Zayas Bazán junto a su madre, casa cita en la actual calle Luaces 109 entre República y San Pablo, aunque no posee todavía una tarja que distinga ese detalle histórico.
Martí es historia siempre
Casa cercana al parque Martí donde José Francisco vivió la infancia y adolescencia. Foto: Enrique Atiénzar Rivero
“Martí no pertenece a la historia pasada. Martí es historia siempre, sin una falsa alegoría estudiar el pensamiento de Martí es verlo cada día, actualizarlo con la problemática que tenemos. Martí es un pensador y debemos conocerlo todos y respetarlo siempre”, reiteró el artista.
Para él, el distanciamiento social por la pandemia le ha dado más tiempo para pensar y en que todo esto pasara. “En estos momentos no podrá haber una concentración en el parque Martí, la comunidad agradece esa intervención fruto del proyecto de la Oficina del Historiador de la Ciudad de Camagüey, pero en otros momentos volverán las flores, las concentraciones de los niños, de los pioneros y de todo el mundo”.
Los más de 600 miembros de la Filial Camagüey de la Sociedad Cultural José Martí como los miles y miles de hombres, mujeres y jóvenes de esta tierra, desde la intimidad personal lo recordaran por muchísimas razones y por el símbolo especial que lo une con esta provincia.
Tomado de: Cuba Debate
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