Alejandro Querejeta Barceló
febrero 20, 2024
Es notable, a lo largo de la extensa obra en verso y prosa de José Martí (1853-1893), la presencia de Ecuador. Presencia se hace notar en particular, pues el patriota y escritor cubano nunca vivió en estas tierras. Sin embargo, pocos en Nuestra América emitieron juicios tan exactos como los suyos sobre Alfaro, Montalvo u Olmedo.
Menciona a Quito, Guayaquil y Riobamba como escenarios de magnos acontecimientos latinoamericanos, notables por su voluntad de progreso. Los páramos de Azuay y Chimborazo, así como el volcán del mismo nombre, el río Guayas, la selva amazónica y las etnias que pueblan el Ecuador, una y otra vez asoman en sus textos.
Con motivo de la Exposición de París de 1889 dice del pabellón de Ecuador: «Un templo inca, con dibujos y adornos como los que los indios de antes ponían en los templos del sol, y adentro los metales y cacaos famosos, y tejidos y bordados de mucha finura en mostradores de cristal y de oro».
De Alfaro señala que es de los “americanos de creación” y que con él triunfó en el Ecuador la libertad. En carta al general Máximo Gómez habla de planes por la independencia de Cuba que involucran Alfaro, y advierte sobre lo improbable de su ejecución por encontrarse el ecuatoriano empeñado en empresas que le son más cercanas.
Habla de Montalvo, hombre extraordinario, gigantesco, dice, pensador y escritor con «el numen de Cervantes y la maza de Lutero». Destaca la excelencia de ‘Los siete tratados’ de «prosa aventajada y a veces sublime”. De Olmedo recuerda que Bolívar se cartea con él «muy por lo fino, quitándole y poniéndole al canto de Junín, como pudiera el más gallardo crítico». Elogia la disposición de los elementos y recursos poéticos en los versos de Olmedo, a quien compara con el cubano Heredia, para decir que cantó mejor la gesta del Libertador.
Elaboró un léxico de «voces nacidas en América para denotar cosas propias de sus tierras». Hay ecuatorianismos como mote, locro y humita, o vocablos que designan animales, fenómenos de la naturaleza o etnias. Martí fue un hombre profundamente interesado por las ideas, historia y figuras de Nuestra América. En ese mar de reflexiones, Ecuador ocupa un lugar prominente.
Tomado de: La Hora
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