Por: Wolfgang R. Vicent Vielma
Miércoles, 24/03/2021 07:24 AM
El discurso de José Martí pronunciado el 21 de marzo de 1881 es considerada como una valiosa pieza de la oratoria y la prosa latinoamericana del Siglo XIX, con ello José Martí sorprende a la audiencia reunida en los espacios del Club del Comercio de Caracas, quienes quedan gratamente sorprendidos por la elocuencia de sus palabras y la profundidad de su mensaje a los venezolanos; resalta en ellas el reconocimiento a Simón Bolívar y a la nobleza de los herederos de sus glorias; forjadores de la patria: además de Bolívar, Andrés Bello, Madariaga, Mariño, Izquierdo, Miranda; al heroísmo de los venezolanos que lucharon por la independencia de América, a los grandes que participaron en la declaratoria de la independencia del país: Miranda, Roscio, Peña, Domínguez, Yanes; referencias a la grandiosidad de los venezolanos frente a la adversidad del terremoto de 1812; reconocimiento a los venezolanos de 1881, en especial a la mujer venezolana; Martí pone de manifiesto su amor hacia nuestro país, en una clara muestra de su infinita espiritualidad.
Enfatiza el tema de la unidad y la integración latinoamericana y caribeña; manifiesta las primeras impresiones de Venezuela vistas en Puerto Cabello en contraste entre el norte frío de Nueva York y la calidez del trópico, además del calor humano reflejado en Venezuela; destaca la grandeza de América frente a Europa; el tema de la libertad y la soberanía; la naturaleza y la riqueza de la geografía venezolana; el liderazgo del país; dentro del concierto latinoamericano y mundial, por la dignidad de nuestros países, avizorando un futuro lleno de realizaciones y reivindicando el papel ductor que le corresponde a Venezuela dentro del ideario de la libertad, el antiimperialismo, la unidad, la integración de estos países; el compromiso por la libertad de Cuba; introduce el tema indio; la descolonización de América: el papel desarrollado por los indios Caracas, por Terepaima, por Macarao; la cosmogonía indígena en la visión de sembrar de hombres, mujeres e ideas a lo largo y ancho de las tierras venezolanas y americanas al calor de la leyenda de las semillas del moriche y Amalivaca y los hermosos homenajes a los mayas en las obras de Chilam y los mexicas y chichimecas en la figura de Netzahualcóyotl.
Tomado de: Aporrea.org
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