Roxana Rodríguez en La bohemia
Publicado el 4 Abril, 2022
No pareciera exagerado afirmar que el mundo contemporáneo se mueve, circula y se trasmite en imágenes. La comunicación, entendida desde la visualidad, juega un rol ineludible en la actualidad, cuando las representaciones, códigos, expresiones, conceptos y estéticas cobran auge y preponderancia en ese acto cada vez más frecuente de construir narrativas otras.
Extender una mirada escrutadora sobre tales tópicos, teniendo en consideración el obrar martiano, más que cautivante es un gesto imprescindible para las presentes y futuras generaciones; este es el sentido del libro Martí, comunicador visual (2017), del investigador, ensayista, narrador, poeta, crítico de arte y profesor José R. Bermúdez, editado por el Centro de Estudios Martianos y a la venta en la librería de la habanera institución cultural.
La precoz orientación periodística y literaria del Apóstol que lo instara a recorrer desde muy joven los derroteros de la producción seriada de mensajes visuales, encuentra en el volumen –de poco menos de 250 páginas– reflexiones y valoraciones vinculadas con los saberes del Héroe Nacional, en materia de gráfica, imagen visual, fotografía; Bermúdez los analiza a partir de la práctica martiana, marcada en un principio por la intuición y la espontaneidad, y en el decurso amplificada hacia expresiones más lustradas, en consonancia con su cultura libresca y el desarrollo de la impresión litográfica en la época.
“Martí se presenta como sujeto integrador de los contenidos seleccionados y, por extensión, ente activo de las correspondencias que se deben establecer entre las partes en que se estructura la obra”, suscribió el autor en el texto introductorio para remarcar la extraordinaria cualidad martiana de asumir, valorar, explotar y experimentar con la riqueza expresiva y persuasiva que ofrecen las herramientas y recursos propios de la comunicación.
Con un lenguaje asequible y ameno, Bermúdez recorre varios momentos en ese andar transformador del más universal de los cubanos por la imagen gráfica y visual.No pareciera exagerado afirmar que el mundo contemporáneo se mueve, circula y se trasmite en imágenes. La comunicación, entendida desde la visualidad, juega un rol ineludible en la actualidad, cuando las representaciones, códigos, expresiones, conceptos y estéticas cobran auge y preponderancia en ese acto cada vez más frecuente de construir narrativas otras.
Extender una mirada escrutadora sobre tales tópicos, teniendo en consideración el obrar martiano, más que cautivante es un gesto imprescindible para las presentes y futuras generaciones; este es el sentido del libro Martí, comunicador visual (2017), del investigador, ensayista, narrador, poeta, crítico de arte y profesor José R. Bermúdez, editado por el Centro de Estudios Martianos y a la venta en la librería de la habanera institución cultural.
La precoz orientación periodística y literaria del Apóstol que lo instara a recorrer desde muy joven los derroteros de la producción seriada de mensajes visuales, encuentra en el volumen –de poco menos de 250 páginas– reflexiones y valoraciones vinculadas con los saberes del Héroe Nacional, en materia de gráfica, imagen visual, fotografía; Bermúdez los analiza a partir de la práctica martiana, marcada en un principio por la intuición y la espontaneidad, y en el decurso amplificada hacia expresiones más lustradas, en consonancia con su cultura libresca y el desarrollo de la impresión litográfica en la época.
“Martí se presenta como sujeto integrador de los contenidos seleccionados y, por extensión, ente activo de las correspondencias que se deben establecer entre las partes en que se estructura la obra”, suscribió el autor en el texto introductorio para remarcar la extraordinaria cualidad martiana de asumir, valorar, explotar y experimentar con la riqueza expresiva y persuasiva que ofrecen las herramientas y recursos propios de la comunicación.
Con un lenguaje asequible y ameno, Bermúdez recorre varios momentos en ese andar transformador del más universal de los cubanos por la imagen gráfica y visual.No pareciera exagerado afirmar que el mundo contemporáneo se mueve, circula y se trasmite en imágenes. La comunicación, entendida desde la visualidad, juega un rol ineludible en la actualidad, cuando las representaciones, códigos, expresiones, conceptos y estéticas cobran auge y preponderancia en ese acto cada vez más frecuente de construir narrativas otras.
Extender una mirada escrutadora sobre tales tópicos, teniendo en consideración el obrar martiano, más que cautivante es un gesto imprescindible para las presentes y futuras generaciones; este es el sentido del libro Martí, comunicador visual (2017), del investigador, ensayista, narrador, poeta, crítico de arte y profesor José R. Bermúdez, editado por el Centro de Estudios Martianos y a la venta en la librería de la habanera institución cultural.
La precoz orientación periodística y literaria del Apóstol que lo instara a recorrer desde muy joven los derroteros de la producción seriada de mensajes visuales, encuentra en el volumen –de poco menos de 250 páginas– reflexiones y valoraciones vinculadas con los saberes del Héroe Nacional, en materia de gráfica, imagen visual, fotografía; Bermúdez los analiza a partir de la práctica martiana, marcada en un principio por la intuición y la espontaneidad, y en el decurso amplificada hacia expresiones más lustradas, en consonancia con su cultura libresca y el desarrollo de la impresión litográfica en la época.
“Martí se presenta como sujeto integrador de los contenidos seleccionados y, por extensión, ente activo de las correspondencias que se deben establecer entre las partes en que se estructura la obra”, suscribió el autor en el texto introductorio para remarcar la extraordinaria cualidad martiana de asumir, valorar, explotar y experimentar con la riqueza expresiva y persuasiva que ofrecen las herramientas y recursos propios de la comunicación.
Con un lenguaje asequible y ameno, Bermúdez recorre varios momentos en ese andar transformador del más universal de los cubanos por la imagen gráfica y visual.No pareciera exagerado afirmar que el mundo contemporáneo se mueve, circula y se trasmite en imágenes. La comunicación, entendida desde la visualidad, juega un rol ineludible en la actualidad, cuando las representaciones, códigos, expresiones, conceptos y estéticas cobran auge y preponderancia en ese acto cada vez más frecuente de construir narrativas otras.
Extender una mirada escrutadora sobre tales tópicos, teniendo en consideración el obrar martiano, más que cautivante es un gesto imprescindible para las presentes y futuras generaciones; este es el sentido del libro Martí, comunicador visual (2017), del investigador, ensayista, narrador, poeta, crítico de arte y profesor José R. Bermúdez, editado por el Centro de Estudios Martianos y a la venta en la librería de la habanera institución cultural.
La precoz orientación periodística y literaria del Apóstol que lo instara a recorrer desde muy joven los derroteros de la producción seriada de mensajes visuales, encuentra en el volumen –de poco menos de 250 páginas– reflexiones y valoraciones vinculadas con los saberes del Héroe Nacional, en materia de gráfica, imagen visual, fotografía; Bermúdez los analiza a partir de la práctica martiana, marcada en un principio por la intuición y la espontaneidad, y en el decurso amplificada hacia expresiones más lustradas, en consonancia con su cultura libresca y el desarrollo de la impresión litográfica en la época.
“Martí se presenta como sujeto integrador de los contenidos seleccionados y, por extensión, ente activo de las correspondencias que se deben establecer entre las partes en que se estructura la obra”, suscribió el autor en el texto introductorio para remarcar la extraordinaria cualidad martiana de asumir, valorar, explotar y experimentar con la riqueza expresiva y persuasiva que ofrecen las herramientas y recursos propios de la comunicación.
Con un lenguaje asequible y ameno, Bermúdez recorre varios momentos en ese andar transformador del más universal de los cubanos por la imagen gráfica y visual.
Expone con lucidez criterios relacionados con la evolución de la imagen de Martí en la plástica y gráfica cubanas. / Imagen: cubaperiodistas.cu
De modo sugerente dilucida aspectos sobre la etapa de formación de José Martí, con su tránsito de lo instintivo a lo consciente; en tanto va insertando orgánicamente en el texto referencias que advierten el progresivo desarrollo y consolidación en la faceta de comunicador visual.
“Si las lecciones de Mendive lo inician en el amor a la libertad y a la patria, las recibidas durante su estancia en Madrid y Zaragoza, le abrieron a su genio, de un portazo, el mundo de las formas más puras y exclusivas de manifestarse ese amor en un ser humano. Su paso por París, las ampliaría”, explica en la obra el también doctor en Ciencias de la Información por la Universidad de La Laguna, en Tenerife, España; y egresado desde 1974 de la licenciatura en Arte Latinoamericano, por la Facultad de Artes y Letras, de la casa de altos estudios habanera.
Aparecen en el texto referencias valiosas sobre algunas de las fotografías más difundidas del Apóstol y las circunstancias en las que se hicieron, como esta, junto a María Mantilla. / Foto: habanaradio.cu
De Gutenberg a Landaluze (1990), las antologías visuales en la plástica y gráfica cubanas dedicadas a José Martí (2004), Ernesto Guevara (2006) y José Lezama Lima (2011); Chac Mol en Martí (2007); Massaguer: república y vanguardia (2011); Eladio Rivadulla: carteles de cine 1943-1963 (2013); la novela Donde sueña la bruma y los poemarios Obediencia de la madera (1991), Alma América (1992) y Las ramas del fuego (2011) son algunos de los trabajos publicados por revistas y editoriales cubanas y foráneas de la autoría de este sagaz y avezado profesor universitario con una prolífica experiencia en la docencia que data ya de casi cinco décadas.
De su experticia y prestigio como investigador ha dependido la selección y prólogo de diversas obras; sus criterios y disertaciones son atendidos con especial deferencia en eventos nacionales e internacionales sobre artes visuales; asimismo, ha presidido e integrado jurados en decenas de certámenes acerca de dichas disciplinas afines.
Martí, comunicador visual es el resultado de un conjunto de artículos que vieron la luz en distintas revistas culturales, el cual a propósito de este volumen, el autor enriqueció y amplió con nuevas indagaciones.
Desde de una perspicacia arrolladora, Bermúdez compendia con argumentos sólidos y a la vez poco difundidos, la capacidad creadora del héroe de la independencia cubana en tópicos con una significativa especialización, en el universo periodístico y editorial de hoy. Mientras, contrasta detalles relevantes sobre la presencia y permanencia de la figura martiana en la gráfica y plástica antillanas; sin duda, es esta una de esas lecturas que devienen experiencia reveladora.
Tomado de: Revista Bohemia
No hay comentarios:
Publicar un comentario