domingo, 17 de abril de 2022

El eterno amigo de José Martí y la importancia del coco

Por Pablo Soroa Fernández
Editado por Maria Calvo
2022-04-14 09:46:15

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Fermín Valdés Domínguez el amigo de José Martí

En un artículo en el periódico El País, el 28 de octubre de 1890, Fermín Valdés Domínguez, amigo entrañable del Héroe Nacional José Martí, y a la sazón médico en Baracoa, describe la visita del doctor Carlos de la Torre y Huerta a la ciudad, en septiembre de ese año.

El trabajo periodístico reseña investigación de los cocoteros enfermos de Duaba, motivo del traslado del eminente arqueólogo y naturalista cubano, desde La Habana, hasta la entonces más incomunicada que nunca Primera Villa de la Isla.

Se considera esa una referencia temprana a la íntima asociación del hoy segundo municipio guantanamero en importancia, con ese cultivo, cuyo encadenamiento productivo y el del cacao, ha solicitado con urgencia, en bien de la economía del país, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República.

El cocotero es la planta cultivable más extendida en el mundo y la principal especie aportadora de grasa vegetal, surtido muy solicitado en la industria de jabonería y perfumería, al igual que su masa lo es para la fabricación de conservas y horchatas.

Localizado en todas las costas e islas tropicales, en Indonesia, India, Filipinas, Malasia, Centroamérica y África, se le atribuye más versatilidad que al Árbol de Nim y el bambú.

Su alto valor ornamental es preferido ante el sinnúmero de productos que ofrece al hombre: materia prima para el fuego, paja para techos, fibra de valor inapreciable para la industria textil, la confección de esteras, persianas y cestería.

La fruta contiene proteínas de alto valor nutritivo y un agua deliciosa y medicinal, la cual en Asia y Norteamérica, sus mercados principales, se comercializa envasada.

En muchas regiones del orbe, el nombrado Árbol de los 100 usos constituye base alimenticia y medio de subsistencia familiar y animal, tanto es así que criadores de conejos de Guantánamo y Baracoa los alimentan mediante la harina obtenida de la fruta, a la cual un científico de renombre definió como la botella de leche a las puertas de la humanidad.

El también denominado Árbol de Vida, aporta un aceite de excelentes propiedades para la industria de jabonería y perfumería; licores, conservas y un subproducto altamente cotizado fuera de fronteras: el carbón activado.

Súmense el delicioso cucurucho, el licor y el turrón de coco, objetos de artesanía procedentes del tronco, y la penca que el cocos nuccífera ofrece generosamente; su corteza a los emprendedores interesados en sogas y redes, y a la gastronomía sus hojas, insuperables como envoltura natural de alimentos.

Un incremento notorio de la producción cocotera se prevé en la Villa primigenia para los próximos años, como efecto de la siembra de cientos de caballerías y la aplicación de adecuadas medidas agrotécnicas, luego de que en octubre de 2016 el huracán Matthew arrasara sus plantaciones y las de otros dos rubros exportables: el cacao y el café.

Así y todo, no se vislumbran para ser materializados en un futuro muy cercano los propósitos de la Empresa Agroforestal y coco, segundo polo exportador del Alto Oriente, de alcanzar los 463 mil quintales del fruto recolectados durante 1990, con rendimientos superiores a los 900 por caballería.

A pesar de la persistente falta de humedad en el municipio cubano contiguo a las Cuchillas del Toa, la mayor fábrica de agua del Caribe Insular, y de la incursión del meteoro de 2016 (que la obsequió en exceso), no se renuncia a ese empeño. (Fuente: ACN)

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Tomado de: Radio Habana Cuba

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