por Fabiola Santiago
26 de mayo de 2023 5:28 PM
La poeta Amanda Gorman durante la toma de posesión en 2021 del presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris en el Capitolio de Estados Unidos, el 20 de enero de 2021 en Washington, D.C. Robert Deutsch USA TODAY
¿Qué tan ignorantes pueden ser, fanáticos políticos de Miami-Dade?
Ustedes están degradando la educación de nuestros hijos desafiando a los libros, y no tienen peso intelectual para saber lo que están haciendo.
Si el icónico poeta cubano del siglo XIX José Martí —quien escribió su obra más célebre durante sus 15 años de exilio en Estados Unidos— leyera el poema inaugural de Amanda Gorman, “The Hill We Climb (La colina que ascendemos)”, lo más probable es que el héroe de guerra y periodista hubiera sido su admirador.
El Martí que dio voz y forma a la idea de una Cuba libre e independiente estaría aplaudiendo el mensaje unificador de la primera joven poeta laureada de la nación, no restringiendo su trabajo, como ustedes han hecho con los estudiantes de primaria.
Su partidismo extremista y sus prejuicios contra la obra de Gorman han traído la deshonra nacional a Miami.
Aunque un país y dos siglos los separan, Gorman y Martí comparten un tono sentimental similar para diseccionar sus respectivas épocas y abrazar conceptos democráticos universales: Empatía por el sufrimiento de los pobres. Rechazo a la demagogia política que divide. Esperanza y visión de un futuro mejor.
De hecho, cuando oí por primera vez a Gorman recitar en la toma de posesión del presidente Biden un verso concreto de su poema —el mismo que la madre cubana de dos estudiantes del Centro Educativo Bob Graham de Miami Lakes denunció erróneamente por contener “mensajes de odio”— me pregunté: ¿Ha leído esta joven poeta a José Martí y lo usa de referencia?
“Hemos desafiado el vientre de la bestia”, dijo Gorman.
Hemos aprendido que la tranquilidad no siempre es paz.
Y las normas y nociones de lo que es justo no siempre son justicia”.
¿Por qué esas evocadoras líneas molestan tanto a la madre de familia Daily Salinas cuando la figura histórica más ilustre de Cuba usó palabras similares para destacar las peores inclinaciones de este país? ¡Y nosotros lo celebramos!
Portada del libro de Amanda Gorman que contiene el poema de la toma de posesión Penguin Random House
El ‘vientre de la bestia’ de Martí
En su última carta, escrita el 18 de mayo de 1895 desde su campamento de batalla en Dos Ríos, el día antes de ser herido y morir, Martí advirtió a un querido amigo y político mexicano de su preocupación por que, una vez que los cubanos ganaran la reñida guerra contra España, Estados Unidos quisiera anexar a la isla.
Dijo, según la carta recogida en la antología Obras Completas: “Viví en el monstruo y le conozco las entrañas”.
Pero interpretaciones posteriores han convertido su famosa frase en: “Viví en el vientre de la bestia y conozco bien sus entrañas”. Y esta versión más larga, que incorpora el resto del pensamiento de Martí “y mi honda es la de David”.
El profesor universitario y sociólogo Lisandro Pérez, quien investigó la vida de Martí “como neoyorquino”, explica que el poeta rara vez salía del área triestatal y se informaba con el trabajo de periodistas como Joseph Pulitzer y Randolph Hearst, quienes pedían la intervención de Estados Unidos en Cuba.
“Estaba transmitiendo la idea, la estrategia para el movimiento revolucionario que lanzó en 1895 de que tenía que haber silencio [secretismo], para no interesar a Estados Unidos en la situación cubana”, dijo Pérez . “Lo que más temía era lo que hizo Estados Unidos: Entrar”.
¿Prohibir también a Martí?
¿Le prohibirían también el patriota cubano a las mentes inquisitivas de los estudiantes de la Florida?
Si el estado continúa su cacería de brujas de ideas, inclinaciones políticas y estilos de vida, Martí —cuyo cumpleaños, el 28 de enero, se celebra cada año en Miami-Dade— podría ver sus pensamientos desenterrados y censurados; su estrella, atenuada.
No, ni el mérito literario ni el honor que la tumba solía otorgar a los autores salvan a las grandes obras de una ley de la Florida que permite a un padre —no importa lo ignorante o intolerante que sea el argumento o la persona— cuestionar la mera existencia de un libro en un aula o en la biblioteca de una escuela.
La retirada de la magistral novela de la Premio Nobel Toni Morrison “The Bluest Eye (Ojos azules)” de todas las secundarias del Condado Pinellas lo demostró en enero.
Con los cuatro libros cuestionados e investigados por un comité bajo los mandatos de la intervención paterna de la derecha en la educación, el mal llamado grupo Moms for Liberty (que ciertamente no defienden la Primera Enmienda) puede ahora reclamar con orgullo haber conseguido la prohibición de 357 libros en la Florida, y contando.
El poema de Gorman fue uno de los cuatro retirados por el distrito del área de primaria del Centro Graham. Su celebridad y acertados tuits expresando dolor e indignación, unidos a la retirada también del libro “The ABCs of Black History” de los alumnos de los primeros cinco grados, causaron un revuelo local y nacional.
Con las cámaras de televisión en su campus, la escuela envió un mensaje a los padres diciendo que el bestseller “The Hill We Climb” estaría disponible para todos en la biblioteca compartida.
Sin esperanza para Florida
Me gustaría pensar que Martí, cuyos escritos son usados y abusados por la izquierda y la derecha para promover agendas políticas, no apoyaría la censura, en nombre de ningún tipo de ideología, especialmente la censura de libros infantiles.
“Los niños son la esperanza del mundo”, dijo Martí.
Pero las autoridades escolares de Miami-Dade, al servicio de las guerras culturales del gobernador Ron DeSantis, están enviando un mensaje diferente al prohibir en gran medida la obra de autores negros, de otras minorías y LGBTQ+: Aquí solo se permite una educación partidista y blanqueada.
Porque lo que hay detrás de la prohibición es exactamente aquello a lo que los censores dicen oponerse: el adoctrinamiento político.
Un poeta en la toma de posesión de Trump, si hubiera sido lo suficientemente sensible como para tener uno, nunca habría sido prohibido en Miami, sin importar el contenido de la obra.
Pero estos hermosos versos de Gorman fueron considerados ofensivos.
“Y sin embargo, el amanecer es nuestro antes de que lo supiéramos.
De algún modo, lo sabemos.
De algún modo, hemos resistido y presenciado
Una nación que no está rota, sino simplemente inacabada”.
Qué vergonzoso que el Comisionado de Educación Manny Díaz, hijo de exiliados cubanos, lidere los tiempos nocivos en la Florida. Qué vergonzoso que el miembro de la Junta Escolar de Miami-Dade, Roberto Alonso, a quien le encanta ponerse nostálgico durante las reuniones hablando de sus padres que huyeron de la dictadura, y que representa al distrito predominantemente hispano de Miami Lakes, esté detrás de esta censura, al estilo de Cuba, también.
La libertad de expresión es la base de una sociedad libre. Su destrucción por funcionarios electos que deberían ser sus guardianes abre la puerta a un gobierno tiránico.
Los censores de Amanda Gorman en Miami son cómplices de la autocracia que intenta hacer de su metafórica colina una subida más alta.
Pero consolémonos con José Martí. Él la consideraría un alma gemela y una verdadera patriota.
Fabiola Santiago
La galardonada columnista Fabiola Santiago ha estado escribiendo sobre todo lo relacionado con Miami desde 1980, cuando el puente del Mariel se convirtió en su primera historia de primera plana. Una niña refugiada cubana de los Vuelos de la Libertad, también es autora de ensayos, ficción corta y la novela "Reclamando París".
Tomado de El Nuevo Herald
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