miércoles, 12 de mayo de 2021

El legado de unidad de La Mejorana

Periódico Sierra Maestra
3 mayo, 2021

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Tras colosales dificultades, a inicios de mayo de 1895, los tres líderes de la Guerra Necesaria, José Martí, Máximo Gómez y Antonio Maceo, estaban en la manigua insurrecta después de desembarcar en la costa guantanamera ante las narices de la marina y el ejército españoles.

Se imponía entonces, su encuentro para establecer la estrategia revolucionaria de la nueva campaña. Fue necesario conjugar las impredecibles circunstancias de la guerra para que el encuentro se realizara el cinco de mayo, en la casa del administrador de la colonia de cañas del ingenio La Mejorana, en la actual provincia de Santiago de Cuba.

Los relatos de la época coinciden en que la casa tenía cuatro habitaciones y un hermoso framboyán en el patio posterior en el que bajo su sombra se dispuso la mesa del almuerzo para 18 comensales con Gómez en el centro, Martí a su derecha y Antonio Maceo a la izquierda.

También ocuparon lugar José Maceo, Paquito Borrego y Jesús Rabí y el administrador de la hacienda, Germán Álvarez, así como otros oficiales mambises.

Las anotaciones que hizo el Apóstol el propio día cinco reflejan que de aquel almuerzo se originó una reunión tensa.

“Maceo y Gómez hablan bajo, cerca de mí: me llaman a poco, allí en el portal: que Maceo tiene otro pensamiento de gobierno: una junta de los generales con mando, por sus representantes, –y una Secretaría General– (…) Nos vamos a un cuarto a hablar. No puedo desenredarle a Maceo la conversación: “¿Pero V. se queda conmigo o se va con Gómez?” Y me habla, cortándome las palabras, como si fuese yo la continuación del gobierno leguleyo, y su representante”.

La descripción de Martí refleja por un lado el recelo de Maceo porque se repitan los errores de la Guerra de los Diez Años Diez de un Gobierno en Armas que se inmiscuía en las operaciones del Ejército Libertador frente a la tesis martiana, apoyada por Gómez, que previendo eso proponía “el Ejército, libre, y el país, como país y con toda su dignidad representada”.

Además, el Titán de Bronce reflejó su disgusto por la designación de Flor Crombet al frente de la expedición, que lo había traído desde Costa Rica a Cuba, en la Goleta Honor.

La permanencia de Martí en la manigua o su partida para el exilio a garantizar el apoyo logístico y político a la causa independentista, probablemente fue tratada en la cita, aunque el Maestro tenía el propósito de participar en acciones militares y llegar hasta Camagüey para una nueva reunión de los principales jefes con el fin de consolidar el rumbo definitivo de la guerra y de sus órganos de dirección.

Al parecer, también en el intercambio se aludió a la extensión de la insurrección hacia el occidente, lo cual previó la futura campaña invasora que llevaría la llama libertaria hasta Pinar del Río.

Asimismo fue ratificado por Maceo el Manifiesto de Montecristi, suscrito por Martí y Gómez en esa ciudad de Santo Domingo, poco antes de partir ambos hacia Cuba y que definía los principios de la nueva insurrección, su organización política y proyecto futuro de la república, lo que demostraba que las tres grandes figuras de la nueva gesta coincidían en la estrategia fundamental de la Guerra Necesaria.

Tras la caída en combate del Héroe Nacional , el 19 de mayo, desaparecieron misteriosamente cuatro páginas de su Diario de Campaña que había quedado bajo custodia de Máximo Gómez, correspondientes al seis de mayo, lo que conllevó a que se plantearan desde entonces muchas interrogantes sobre lo sucedido en La Mejorana.

Ese acontecimiento provocó que en ocasiones se haya abordado la trascendencia de La Mejorana muy marcada por ese enigma aunque en los días posteriores el Titán de Bronce dejó evidenciado que estuvo de acuerdo con la tesis martiana del envío de cuatro delegados por la provincia de Oriente a un futuro evento, para decidir la organización de los órganos de poder en la manigua.

En carta de Maceo a Gómez, fechada el 16 de junio de 1895, después de la muerte de Martí, se confirma que esa contradicción se había superado. La misiva decía: “la última vez que nos vimos usted, Martí y yo, creía un poco prematuro la formación del gobierno, pero hoy lo exige la pujanza de la revolución”.

Martí arrojó luz al desenlace final del encuentro con la partida de él y de Gómez al escribir en su diario : “Y así, como echados, y con ideas tristes, dormimos”.

En tanto Maceo salió para su campamento sin invitarlos a que lo acompañaran, pero en la jornada siguiente los llamó a su cuartel y los presentó a la tropa para expresarles de alguna forma sus disculpas y los tres próceres fueron vitoreados por los soldados y oficiales después de que el Maestro pronunciara un encendido discurso sobre los planes de la Revolución.

Los hechos ocurridos demuestran que por encima de contradicciones tácticas en La Mejorana prevalecieron la unidad y el amor por la independencia de la Patria, los cuales unieron para siempre a estas tres grandes figuras en la tarea de lograr la independencia nacional y aportaron un legado imperecedero para las actuales generaciones de revolucionarios.

Tomado de: Radio Mambí

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