jueves, 25 de enero de 2007

MARTI ¿COMUNISTA?

Publicado en Bitácora Cubana, 25 de enero de 2007
Por Julio M. Shiling

Lo que hay hoy en Cuba, sus instigadores nos dicen, inspiracionalmente hablando, comenzó en el acometimiento de un cuartel en Oriente. La responsabilidad intelectual de la monstruosidad que derivó de aquel ataque al Moncada, nos ha parloteado su máxima figura, es José Martí. ¿Cuánta verdad correlacionar podrá ver en dicha afirmación?

La revolución cubana está sustentada sobre una base de mentiras. Cuba es el único caso en el mundo, donde el comunismo alcanzó el poder negando insistentemente, su esencia marxista. La necesidad metodológica, para insertar en praxis el socialismo “científico” de Marx y Engels, institucionalizó el embuste. Esto se agudizó dada, sin dudas, las excéntricas directivas del capataz de la versión criolla: nacionalismo falso, antinorteamericanismo despiadado y anticapitalismo hipócrita. Falsificación de datos, la historia, hechos, en nada han escatimado al mentir los comunistas cubanos. Era de suponer que la figura insigne de Cuba no escaparía la embestida trolera.

José Martí jamás fue o podía ver sido socialista o, mucho menos, comunista. Claro quedó escrito, su crítica directa a las pretensiones socialistas. Más aún, el Maestro estructuralmente rechazó las premisas imperiosas que sustentan la teoría de su contemporáneo, Carlos Marx. Martí creía en la concordia de las clases sociales, no su lucha. La economía y las relaciones que engendraba era, para el autor del Manifiesto Comunista, el óptimo factor determinante en la vida del hombre. Concepto, para el Apóstol, absurdo. En el rico léxico escrito de Martí, la palabra “economía” sólo se encuentra 14 veces. Dramática diferencial con “libertad”, que aparece 346 instantes.

De no estar informado del socialismo, no se le puede achacar a Martí. Había en 1886 34 publicaciones socialistas (5 de ellos diarios) en los EE. UU. El Maestro era un lector prolífico y responsable. Ya en la tierra de Lincoln había también, desde 1852, un partido comunista que un alemán llamado, Joseph Weydemeyer, había fundado. Lo que más le repelaba al Apóstol de las esquemas socialistas (en todas sus variantes) se sintetiza en cuatro puntos: (1) la enmascarada demagogia de su liderazgo, utilizando hipócritas diatribas para engatusar a los pobres y adquirir poder; (2) el precio social y cultural de subordinar lo individual a lo colectivo; (3) la fomentación de un Estado cíclope e invasor; (4) el atropello a la libertad para implantar esas ideas “confusas”.

Su “antinorteamericanismo” es otro de los tergiversados inventos de la revolución castrocomunista. El llamar a los EE.UU., la “… sociedad más libre y grande en la Tierra”, descalificaría a Martí de semejante calificativo. La crítica selectiva de aspectos de una sociedad, no equivale a sentir desdén por ella. Más cuando los que hacen esas aseveraciones, al ofrecer las críticas, ocultan aserciones que plasman la admiración del Maestro por los EE.UU.

La obra de Martí lo defiende grandilocuentemente contra el infame paralelismo que vincula el ideario martiano y el proyecto comunista. El exánime tirano y su sistema, no lograrán extender la difamación a la figura insigne de Cuba, más allá de su conminada estadía en el poder. Para la figura histórica de Moncada, será así también. ¡Que pesadilla! Tantos años de vilipendio.

Julio M. Shiling
Director
Patria de Martí

P.O. Box 523903 Miami, Florida 33152
jmshiling@patriademarti.com
www.patriademarti.com

Publicado en Bitácora Cubana, 25 de enero de 2007

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me gustaria documentarme sobre lo expresado aqui. Soy un joven universitario que encuentra fascinante el pensamientos del apostol, y necesito donde apoyar las ideas.Si ayudarme con los documentos originales o los nombres de los articulos originales se lo agradeceria.

segpacto@gmail.com