Por GRETHEL DELGADO
27 de enero de 2022 - 10:01
Varios artículos se refieren al saqueo del régimen cubano a la casa donde vivía la viuda de José Francisco Martí y Zayas-Bazán (hijo de José Martí), en Calzada 807, entre 2 y 4, en el Vedado
A la izquierda José Francisco Martí Zayas-Bazán. A la derecha el patio de la casa donde vivió junto a su esposa, en el Vedado, La Habana Cuba - Collage/Harris y Edwing. Biblioteca del Congreso Dominio Público/Juventud Rebelde
MIAMI— Entre las historias que giran alrededor de la biografía del Apóstol de la independencia, José Martí, la de su hijo José Francisco Martí Zayas-Bazán resulta curiosa y ha generado no pocas interrogantes. Una de ellas cuestiona el paradero de los bienes que había en la casa donde vivió con su esposa, en el Vedado, La Habana, Cuba
Un repaso histórico
Certificado de bautizo de José Francisco Martí - Centro de Estudios Martianos
José Francisco Martí Zayas-Bazán, “Pepito”, nació en La Habana el 22 de noviembre de 1878 y falleció en esa misma ciudad el 22 de octubre de 1945, con 66 años, a causa de una enfermedad pulmonar. Fue el hijo de Martí (1853-1895) y María del Carmen Zayas-Bazán Hidalgo (1853-1928).
Martí con su hijo José Francisco. Esta zincografía fue hecha seguramente en La Habana, 1879 - Centro de Estudios Martianos
Según un artículo del portal Nostalgia Cuba, firmado por Alfredo López, el hijo de Martí ingresó en el Instituto de Segunda Enseñanza en Puerto Príncipe (Camagüey) el 30 de septiembre de 1889, y obtuvo su título de bachiller con honores el 26 de junio de 1894, antes de matricularse en Derecho en la Universidad de La Habana, estudios que se vieron interrumpidos por la muerte de su padre.
Después de la caída de Martí en Dos Ríos, el 19 de mayo de 1895, José Francisco viajó a Nueva York con su madre María del Carmen Zayas-Bazán para buscar las pertenencias que había dejado allí su padre. Al regreso, no tenía suficiente dinero para retomar sus estudios y comenzó a trabajar como empleado público en la Aduana.
Entonces se insertó en la vida militar. Con 18 años, en 1897, se unió a la expedición de Carlos Roloff, la cual desembarcó en la costa oeste de Cuba. Luego se unió al Ejército Libertador de Cuba como soldado de artillería el 21 de marzo de ese año, al mando del general Calixto García Iñiguez.
Fue uno de los oficiales que hizo el cambio de banderas ante la Capitanía General el 20 de mayo de 1902, con la proclamación de la República.
osé Francisco Martí y Zayas-Bazán con su uniforme militar y el grado de Coronel, en 1919. El 21 de febrero de 1916 contrae matrimonio con María Teresa Bances y Fernández-Criado (1890-1980), pero no tuvieron descendencia. Muere con el grado de Mayor General en La Habana, el 22 de octubre de 1945 - Centro de Estudios Martianos
“En mayo de 1912 participa en una de las páginas más oscuras de la Historia de Cuba, que culminó con la muerte de más de 6.000 afrocubanos, incluyendo la de Evaristo Estenoz y Pedro Ivonet, fundadores en 1908 del primer partido político negro del hemisferio, fuera de Haití, conocido como el PIC o Partido Independiente de Color”, se lee en un artículo en Wikipedia.
Su participación en acciones militares le hizo merecer el grado de teniente, luego el de capitán y más tarde el de coronel. Durante el gobierno de José Miguel Gómez (cuyo mandato fue de 1909 a 1913) fue ascendido a jefe del Estado Mayor. Luego, bajo el gobierno de Mario García Menocal, (entre 1913 y 1921), fue ascendido a General del Ejército Constitucional.
José Francisco Martí Zayas-Bazán se casó el 21 de febrero de 1916 con María Teresa “Tete” Bances (1890-1980), única hija del banquero español Victoriano Bances. Vivió con ella en una casa ubicada en Calzada 807, entre 2 y 4, en El Vedado, La Habana, Cuba, hasta su muerte en 1945.
Esquelas publicadas en la prensa de la época tras la muerte de José Francisco Martí y Zayas-Bazán - Juventud Rebelde/Cuba
Debido a su rango militar, su funeral contó con los honores correspondientes a su jerarquía militar. Fue velado en su propia casa en El Vedado y luego sus restos se llevaron al Salón de los Pasos Perdidos, en el Capitolio.
Al sepelio de José Francisco asistió el entonces presidente de la República, Doctor Ramón Grau San Martín, y el duelo fue despedido por el también político y amigo de la familia Doctor Joaquín Martínez Sáenz.
Al sepelio de José Francisco asistió el entonces presidente de la República, Doctor Ramón Grau San Martín, y el duelo fue despedido por el también político y amigo de la familia Doctor Joaquín Martínez Sáenz - Juventud Rebelde/Cuba
Ahora bien, como refiere el artículo, había heredado objetos de valor, además de pertenencias y documentos de su padre José Martí.
La casa del Vedado
Tras su llegada al poder el 1 de enero de 1959, Fidel Castro intentó dialogar varias veces con la viuda de José Francisco, Teté Bances, pero ella evitó el contacto, refiere el artículo escrito por Alfredo López. Por su parte, el régimen evitó mencionar de ella ni de su fallecido esposo.
Varias amistades de Teté Bances habían abandonado el país por sus recelos hacia el régimen castrista. Una vez que la viuda del hijo de Martí falleció, en 1980, Castro habría ordenado personalmente sellar la casa del Vedado y montar una guardia constante en sus entradas para vigilar el recinto. Y añade el reporte que “los únicos autorizados a entrar en la vivienda eran: los dos Castro, Alfredo Guevara, Eusebio Leal y Armando Hart”.
Asimismo, detalla que “el saqueo a la vivienda fue total, desde vajillas, obras de arte, cajas de documentos históricos, mesas, lámparas, pianos; no dejaron ni las cortinas”.
En otro artículo de Nostalgia Cuba, titulado “La Casa de José Francisco Martí”, la casa donde residieron el hijo de Martí y su esposa “fue construida aproximadamente en el 1915, con el capital de don Victoriano Bances, rico banquero y ganadero de Camagüey, padre de María Teresa Bances y Fernández-Criado (Teté), quien contrajo matrimonio con José Francisco Martí Zayas Bazán (1878-1945) en la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús de El Vedado, en 1916 y pasaron a residir en esta vivienda”.
Según el portal Isla al Sur, “dentro de la Parroquia del Sagrado Corazón de Línea también se conserva un vitral donado por María Teresa Bances años después de su casamiento, en honor a su padre fallecido. La obra refleja a una virgen inclinada sobre un pequeño ángel, y en la parte inferior tiene escrito: «En memoria de mi padre. María Teresa Bances»”.
Otro sitio recoge que “era conocido que en esa histórica mansión se conservaban objetos de gran valor”. Y suma el texto que “al triunfo de la revolución, la casa de ‘Teté’ Bances, se fue convirtiendo en el refugio de damas de la aristocracia habanera, eran asiduas a las tertulias, Rosita Blanco Herrera, condesa de la Mortera, Natasha Mella, que juraba y perjuraba que su padre no era comunista, y muchas otras que mantenían una estrecha relación, aquello era un lugar sagrado”.
Además, “con el tiempo, todas las amistades de la Sra. Bances fueron muriendo o abandonando el país. La casa se fue convirtiendo en un almacén de tesoros artísticos que le iban legando sus amistades ya sea como donaciones o tratando de preservarlos, para cuando se produjera el futuro y anhelado cambio”.
La casa donde vivió José Francisco Martí Zayas-Bazán - Juventud Rebelde/Cuba
Precisa también el texto que “en la casa vivían varias personas, una servidumbre de años e incluso un negro esclavo de cerca de 100 años, nacido en el seno de la familia y que en la práctica se había convertido en un pariente más”.
En torno a los documentos que habían pertenecido a José Martí, el artículo indica que “se sabía la existencia de documentos vinculados al fusilamiento de un general del Ejército Libertador, Roberto Bermúdez, jefe de la vanguardia del ejército invasor, el héroe de las Taironas, así como el nombramiento del General Gerardo Machado, el más joven de la guerra con solo 24 años, a instancias de su padre, el Mayor Machado”.
El autor del texto afirma que “con el tiempo se ha sabido que Alfredo Guevara posee la colección de Arte Cubano más completa que existe, solo comparable a la de la difunta Vilma Espín, que se conserva en el edificio de 26 y Zapata, antigua vivienda de los Castro”. Y se cuestiona también que Eusebio Leal, el fallecido historiador de La Habana, poseía en Barcelona una galería de arte cubano.
En la que fuera la casa de José Francisco y Teresa, hoy radica el Centro de Estudios Martianos (CEM), entidad creada por el régimen el 19 de julio de 1977. Como se lee en su página: “Al origen del Centro de Estudios Martianos se vinculan relevantes figuras de la cultura cubana, entre ellas: Armando Hart, Cintio Vitier, Fina García, Ángel Augier, Juan Marinello, Julio Le Riverand [Riverend] y Roberto Fernández Retamar, quien fue su primer director”.
Vista parcial del Centro de Estudios Martianos, en el Vedado, La Habana, Cuba - Centro de Estudios Martianos
“La leontina que usó en vida tu padre”
Destacan en la obra de Martí dos textos dirigidos a su hijo, a la vez íntimos y universales.
A él le dedicó el libro El Ismaelillo (1882), donde le escribió un sublime prólogo que comienza con: “Hijo: Espantado de todo me refugio en ti. Tengo fe en el mejoramiento humano, en la vida futura, en la utilidad de la virtud, y en ti”.
Martí le escribió, poco antes de morir, una conmovedora carta que en su brevedad recoge todo el amor que le tenía: “[Montecristi] 1º de abril de 1895. Hijo: Esta noche salgo para Cuba: salgo sin ti, cuando debieras estar a mi lado. Al salir, pienso en ti. Si desaparezco en el camino, recibirás con esta carta la leontina que usó en vida tu padre. Adiós. Sé justo. Tu José Martí”.
Última carta que escribe a su hijo José Francisco el 1 de abril de 1895, poco antes de abandonar Montecristi, República Dominicana, para partir a Cuba e incorporarse a la guerra junto a otros patriotas. Postal del Memorial José Martí - Centro de Estudios Martiano
Tomado de: Diario Las Américas
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