Por: Yuris Nórido
CubaSí
28 Enero 2022
El arroyo de la sierra - obra de Alicia Leal.
José Martí sigue siendo el referente. José Martí sigue siendo la guía. A 169 años de su nacimiento, José Martí marca el camino.
Pudiera parecer extraño que un hombre del siglo XIX siga constituyendo basamento esencial de un proyecto de nación. Ciertamente, los asideros de ese entramado ideológico hay que buscarlos en las esencias.
A José Martí no hay que asumirlo desde la repetición acrítica de un conjunto de frases, muchas veces sacadas de contexto.
A Martí hay que interpretarlo, y entenderlo en el diálogo intenso con sus circunstancias. Las suyas no son fórmulas; son presupuestos, aplicables en dialéctica interacción con el momento.
Parecería que algunas de las ideas de Martí pudieran ser enarboladas por individuos que militen en bandos irreconciliables del espectro político.
Y, obviamente, en su dimensión más superficial, es posible.
Pero basta comprender el apostolado inmenso del Héroe Nacional para descartar cualquier maridaje con concepciones francamente reaccionarias.
José Martí predicó con el ejemplo. Su idea de la república con todos y para el bien de todos constituía la visión más progresista de su tiempo.
Por supuesto que hay conceptos puntuales superados por la práctica, pero nunca presupuestos fundamentales.
Articular el ideario medular de José Martí en la más auténtica y actual teoría de la izquierda es más que una posibilidad; es la concreción de muchas de las aristas de ese pensamiento.
La Revolución Cubana (entendida en su progresión permanente) tiene que ser una Revolución martiana. Martiana deber ser la república que constituyamos. Y la aspiración de un socialismo próspero y sustentable jamás entrará en contradicción con el sueño tantas veces aplazado de Martí.
Tomado de: Cuba Sí
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