Por: Ariel Pazos Ortiz
24 Febrero 2022
Domingo de festividades en la colonia. Un día en que los movimientos de grupos de personas no parecerían inusuales para las autoridades españolas. Era 1895, 24 de febrero. La guerra independentista en Cuba iba a recomenzar.
Desde hacía meses se venía planeando esta contienda. En realidad, desde la firma del Pacto del Zanjón, en 1878, nunca dejaron de existir planes para reanudar el combate nacional liberador. La guerra que descolló ese día era el resultado de una labor organizativa de nuevo tipo, cuyo protagonista fue José Martí.
Martí, un brillante político sin experiencia de guerra, había estado relacionado con la organización de la Guerra Chiquita en 1879. Fracasada esta, venía desde entonces hilvanando un proyecto mayor, más estructurado. Ello implicó años de proselitismo y mediaciones entre los viejos jefes, enemistados unos con otros por cómo acabó la Guerra de los Diez Años y por lo sucesivo.
Uno de los aportes más novedosos de la labor martiana de preguerra fue la creación del Partido Revolucionario Cubano, surgido para hacer la independencia de Cuba y auxiliar la de Puerto Rico. En el plano humano, el Apóstol alcanzó el enorme mérito de allanar lo más posible las discrepancias, rencores, frustraciones, recelos… de las personalidades imprescindibles para el proyecto independentista.
El inicio de la guerra en el momento en que ocurrió no fue un forzamiento de las circunstancias. Algunos investigadores han planteado que las condiciones objetivas de Cuba eran propicias a inicios de 1895. De no materializarse los planes de alzamiento, probablemente hubiera habido un movimiento espontáneo, menos organizado, y no era lo que se pretendía.
El plan implicaba la simultaneidad de pronunciamientos en diferentes zonas de toda la isla, con cabecillas previamente definidos. Así ocurrió en una treintena de localidades, con mambises como Bartolomé Masó, Quintín Banderas, Guillermón Moncada, Periquito Pérez o Saturnino Lora al frente.
Poco después arribarían otros jefes desde el exilio. Por Duaba desembarcaron, el primero de abril, los hermanos Antonio y José Maceo junto a Flor Crombet. El 11 del mismo mes, por Playitas de Cajobabo, lo hicieron Máximo Gómez y Martí. Con ello se consolidaba la nueva guerra en Cuba, la guerra necesaria, la que vencería al colonialismo español.
El 24 de febrero y la soberanía de Cuba
En este artículo: JOSÉ MARTÍ, Guerra Necesaria
Tomado de: Cuba Sí
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