Por Fidel Vascós González
20/02/2023
El Ciclo se inició el pasado 31 de enero con la conferencia del filólogo y miembro del servicio diplomático cubano MsC. Blas Nabel Pérez Camejo
En conmemoración del Aniversario 170 del nacimiento de nuestro Héroe Nacional, la Sociedad Económica de Amigos del País de La Habana (SEAP) llevará a cabo a lo largo del presente año 2023, organizado por su Sección de Cultura, un Ciclo de encuentros sobre el pensamiento y la obra de José Martí en los cuales se abordarán sus concepciones sobre el arte, la economía, la educación, los niños; además de Martí en Fidel y Martí y la SEAP.
El Ciclo se inició el pasado 31 de enero con la conferencia del filólogo y miembro del servicio diplomático cubano MsC. Blas Nabel Pérez Camejo, en la cual analizó el ejercicio del Maestro como crítico de arte a partir de las crónicas de Martí sobre los pintores impresionistas; el Cristo de Munckacsy; y las pinturas de Vereschaguin.
De los impresionistas, el conferencista destacó la calificación dada por Martí al decir: «Esos son los pintores fuertes, los pintores varones… cansados del ideal de la Academia, frío como una copia”.
En la crónica aparecida en el periódico La Nación, de Buenos Aires, el 28 de enero de 1887, Martí comenta la exhibición en Nueva York de un famoso lienzo del pintor húngaro Mijail Munkacsy titulado “Cristo ante Pilatos” capaz de reflejar en la figura divina lo verdaderamente humano. Señala Martí sobre el Jesús de Munkacsy que de su “túnica de lienzo blanco, por maravilla secreta del pincel, emerge una luz magna que domina y compendia todas las del contorno”. Y agrega que el pintor “…ve a Jesús como la encarnación mas acabada del poder invencible de la idea… ¡La mirada es el secreto del singular poder de esa figura! Y cierra el Apóstol expresando “¡lo divino está en lo humano!”.
Pérez Camejo subraya que la contemplación del lienzo gigantesco conduce a Martí a la interpretación de aquella escena significativa. La forma en que trabaja la luz, la habilidad en disponer las figuras, su decir de “los colores riquísimos, calientes y pastosos, como los de la vieja escuela de Venecia”, todos los elementos producen una obra plástica extraordinaria.
Martí advierte en el cuadro la incertidumbre de Pilatos, vacilante, quizás temeroso; tal parece que la situación le resulta incómoda y que no desea crucificar a Jesús. Pilatos tal vez hubiese preferido que el problema lo resolvieran entre judíos.
Destaca Pérez Camejo que después de visitar la exposición, Martí compra una copia de la obra y lo obsequia a Manuel Mercado. Posteriormente el hijo de este, Ernesto Mercado, lo trae a la Habana y lo entrega a la Fragua Martiana donde hoy se puede admirar.
Tres años después, el 3 de marzo de 1889 también en La Nación, Martí escribe otro de sus ensayos fundamentales sobre arte: “Las pinturas del ruso Vereschaguin”. Explica el conferencista que el Héroe Nacional captó con brillante pluma los cuadros y tapices de Vereschaguin expuestos en la exposición con sus temas militares, sus guerreros.
Apunta que Martí apela a todos los recursos de su poder expresivo y entrega al lector una excelente reseña de uno de los lienzos de Vereschaguin, con interpretaciones agudas en torno a su obra la cual describió magistralmente así: “…aquel de Vereschaguin en que pinta la familia de José, en un patio pobre, con el padre y su aprendiz ensamblando por un lado, y María saciando a sus pechos el hambre de su recién nacido, con otro hijo al pie, y uno que viene deshecho en lágrimas…y en los peldaños de abajo, de modo que parece más alto que todos los demás, Jesús lee”.
La presentación del conferencista estaba acotada en el tiempo, por eso no podía extenderse en el análisis de la reseña de Martí sobre las pinturas que comentaba, pues en ella no solo describía con mano maestra las obras a la vista, sino incursionaba en las biografías de ambos artistas y las características esenciales sus pueblos. Al respecto escribió: “…la gente de esas tierras de Hungría, de ojo negro y tenaz, adora la naturaleza, la pasión desnuda, el hogar franco, el campo alegre y libre…”. Y acerca del pueblo ruso: “Es un castillo, con barbas en las almenas y sierpes en los tajos, que tiene adentro una paloma”.
A la conferencia del MSc. Pérez Camejo asistió una amplia representación de la SEAP e invitados, entre ellos, Nana Mgeladze, Cónsul General de la Embajada de Rusia en Cuba, así como Inna Chetii, Representante de la Agencia Federal de Cooperación Internacional de la propia embajada. También actuó el reconocido pianista Nelson Camacho con significativas obras de la música cubana.
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Tomado de: Rebelión
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