Por: Ariel Pazos Ortiz
30 Enero 2023
Por estos días, mucho se ha hablado y escrito sobre José Martí. La conmemoración por el aniversario 170 de su natalicio ha estado presente, para bien, en la sociedad cubana.
Sin embargo, no podemos desconocer que, a día de hoy, Martí constituye un símbolo disputado política e ideológicamente. Representaciones del Héroe Nacional emergen —en redes y espacios digitales, por ejemplo, pero no solo ahí— con la intencionalidad de develar ideas aparentemente contradictorias con determinados aspectos de la realidad.
En el afán de desentrañar incógnitas, Lil María Pichs Hernández responde algunas preguntas sobre el tema. Esta joven, coordinadora de la revista Martillando y miembro de la Junta Nacional de la Sociedad Cultural José Martí, ha arribado a conclusiones interesantes en torno a cómo se percibe la figura del Apóstol en la contemporaneidad.
¿En la actualidad el ideario de Martí es manipulado?
Considero que sí. Su nombre, lo que representa, pasajes de su vida y obra son manipulados. No es un fenómeno actual. Desde que vivía, sus palabras fueron tergiversadas. Fue incomprendido por muchos. Hubo malinterpretaciones legítimas de gente que de verdad no entendía. Por supuesto, también hubo malinterpretaciones intencionadas, deliberadas, para socavar su proyecto de Cuba libre.
Muchas de las matrices de opinión que hoy se tratan de generar son similares, pero hay nuevas: lo que pensaba del partido único, de los comunistas, lo que pensaría de la forma en que se dirige el país. Son puntos peliagudos, elementos que enemigos de Cuba tratan de sacar de contexto para decir: Martí está en contra de cómo ocurren las cosas en la actualidad. Y no tiene mucho sentido: Martí era previsor, pero no adivino.
¿Y simbólicamente?
Lo que buscan en última instancia aquellos que lo manipulan deliberadamente es deconstruirlo como símbolo y paradigma. Quieren destruir a quien los pioneros ponen una flor en su busto; al autor intelectual del asalto al cuartel Moncada; al maestro de Fidel; al símbolo en sí mismo de la Revolución. Lo vemos en redes sociales todo el tiempo.
¿Qué pasajes de su pensamiento son más recurrentemente distorsionados?
Por ejemplo, intentar separarlo de Karl Marx, para lo que se citan críticas que en un momento hizo. Sacan fragmentos, una o dos líneas: lo único que pueden sacar, pues en el propio texto en que lo critica después realza sus cualidades como líder, o habla de que no se trata solo de Marx, sino de que ningún autor europeo ni estadounidense tiene respuesta para los problemas de América Latina y Cuba. Pero solo les interesa el segmento en que dice que Marx no tuvo éxito.
Otro aspecto es cuando se le cita hablando abiertamente de socialismo. “Dos peligros tiene la idea socialista, como tantas otras: el de las lecturas extranjerizas, confusas e incompletas, y el de la soberbia y rabia disimulada de los ambiciosos, que para ir levantándose en el mundo empiezan por fingirse, para tener hombros en que alzarse, frenéticos defensores de los desamparados”. Este es fragmento de un texto hermoso que termina diciendo que no por las manchas se juzga una idea tan justa en su esencia. Sin embargo, solo referencia la primera idea.
Otro ejemplo es la concepción de un Martí fan de Estados Unidos. Se citan frases como: “Se puede respirar libremente, por ser aquí la libertad fundamento, escudo, esencia de la vida. Aquí uno puede estar orgulloso de su especie. Todos trabajan, todos leen”. Y no citan: “(…) el poder material, como el de Cartago, si crece rápidamente, rápidamente declina”. ¡Es casi el mismo párrafo! Pero esa segunda frase no la mencionan ellos, y nosotros no nos hemos dado al trabajo tampoco.
Otra forma es Martí poeta: separarlo de toda causa política. Ha sido una tendencia intentar quitar lo político al Maestro, aprovechando que es una gran figura del modernismo. Se trata de una visión desmovilizadora —bastante floja e insostenible—, empleada en los primeros años de la república, en detrimento de un paradigma de liberación nacional.
Estas distorsiones son frecuente en redes sociales, ¿qué ocurre en espacios académicos?
Desde este punto de vista, existen estudios en función de ideas como Martí anexionista, Martí racista, y, por supuesto, el partido único. De este sostienen que fue creado por Martí para la guerra, pero que no habría querido un solo partido después de triunfar.
Algunas parecen teorías de la conspiración, pues se basan en lo que los historiadores dicen que es indebido hacer: especular sobre cosas que no fueron. Presentar como una realidad algo que no fue es completamente contrario a la cientificidad de la Historia. Pero eso no le interesa a supuestos especialistas que tienen un objetivo político concreto y están dispuestos a torcer la ciencia.
Lo que buscan es criticar a Cuba, demonizar su proyecto socialista y separar a Martí de lo que este país representa en términos de enfrentamiento a los imperialismos y a las injusticias. Esta sociedad está llena de problemas por su propio carácter nuevo, en proceso de construcción, inacabado; pero también por la guerra y hostilidad enfrentadas, incluso, desde antes de que el proyecto fuera declarado socialista.
Debemos tener en cuenta las manipulaciones que el pensamiento de Martí sufre en función de separarlo de todo lo que tenga que ver con el gobierno, el Estado y las conquistas de la Revolución.
Tomado de: Cuba Sí
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